Intel prometió en la IFA 2019 que pondría a la venta el Core i9-9900KS en octubre, aunque se dejó todavía en el tintero algunos detalles del mismo que son imprescindibles. Teniendo en cuenta que es una versión subida 300 MHz del Core i9-9900K, eso significa que puede ser una auténtica tostadora. Por tanto, el detalle importante es saber la potencia de diseño térmico (la TDP) que tendrá.
No es una medida de consumo eléctrico sino de exigencias de refrigeración —una desafortunada coincidencia que ambos se midan en vatios—, pero sirve para hacerse una idea de los primero. ASUS ha actualizado el sistema básico de entrada/salida (el BIOS) de alguna de sus placas base para este procesador, y en esa información se ve que tiene una TDP de 127 W. Por comparación, el Core i9-9900K tiene 95 W.
Esa necesidad energética solo hace referencia aproximadamente al procesador funcionando a la frecuencia base, ya que el turbo varía bastante en función del número de núcleos activos o la temperatura de funcionamiento. Hay un interesante artículo en AnandTech que habla sobre la polémica de la frecuencia turbo de los Ryzen 3000 que deberíais leer porque da también información general.
El procesador Core i9-9900KS sin duda requerirá, teniendo en cuenta esa TDP base de 127 W para asegurar los 4 GHz de frecuencia base que tiene el Core i9-9900KS, una refrigeración bastante buena para mantener el turbo de 5 GHz en todos los núcleos el máximo tiempo posible. Por tanto, teniendo en cuenta que el Core i9-9900K en sí a 4.7 GHz tenía un consumo de unos 170 W.
Vía: Guru 3D.