He hablado anteriormente sobre los límites de consumo uno y dos (PL1 y PL2) que establece Intel para sus procesadores como guía para los fabricantes de placas base, y voy a tener que explicarlo nuevamente para entender unos resultados de consumo aparecidos nuevamente por internet. Y hay que tener en cuenta que el contexto en el que se han tomado esos resultados es desconocido, como por ejemplo qué placa base se ha utilizado para perfiles ese supuesto Core i9-10900F de diez núcleos.
Intel establece como recomendación a los fabricantes de placas base que limiten el consumo (PL1) al valor de potencia de diseño térmico (TDP) que indican para el procesador, y establece un PL2 que es 1.25 veces el PL1. También establece un tiempo tau de duración del PL2, y como han analizado anteriormente en múltiples sitios, los fabricantes de placas base al final hacen un poco lo que les parece.
El fondo de la cuestión es que Intel es demasiado laxo a la hora de establecer unas directrices claras de límites de consumo, tiempos de turbo y otros factores, por lo que la culpa no es toda de los fabricantes de placas base. Esto lo podéis leer en un artículo de Gamer's Nexus en el que analizó el consumo del Core i9-9900K en varias placas base, y su consumo máximo según modelo de placa base iba de los 130 W hasta los 192 W.
La siguiente imagen establece que en esta prueba hay un PL1 de 158 W, que es un primer indicativo de que el procesador no está funcionando al PL1 que Intel debería recomendar para el Core i9-10900F que sería su supuesto TDP de 65 W. Por tanto se puede inferir que el procesador tiene las frecuencias subidas —y eso que no es un modelo para ello—, y que no es su estado normal de funcionamiento. El PL2 se sitúa en 224 W, que es normal si el procesador tiene las frecuencias subidas. Si el Core i9-9900K consume sobre los 140 W con todos los ocho núcleos activos, un Core i9-10900F funcionando a menos frecuencia en todos los diez núcleos no va a pasar mágicamente a consumir 224 W en un procesador de menor TDP (105 W frente a 65 W) si sus frecuencias o tau no están forzadas. Las cuentas no salen con solo dos núcleos más, por lo que debe haber otra explicación —como que la imagen sea falsa—.
Así que explicado el posible contexto de la siguiente imagen, que no es el Core i9-10900F funcionando a sus frecuencias y consumos normales —o que sea falsa—, pues que llegue hasta un PL2 de 224 W me importa bastante poco. Lo único que se podría extraer de esta imagen es que, de ser cierta, los Comet Lake S (10.ª generación Core de Intel) van a tenerlo muy difícil para subir frecuencias manteniendo consumos razonables, y que en esto volverá a tener bastante que ver los fabricantes de placas base y lo mucho o poco que sigan las recomendaciones de PL1, PL2 y tau de Intel, entre otros aspectos técnicos laxos que da la compañía y que al final es el problema de fondo.
Vía: Notebook Check.