La mejora que aportará Intel a su línea de procesadores Rocket Lake S tiene que ver con un aumento de las instrucciones por ciclo que ejecutan. Será la tónica general de los procesadores que sustituirán en numeración a los actuales Core de 10.ª generación, pero en los más potentes la mejora será mayor debido a que seguirá llevando al límite las frecuencias de funcionamiento. Por eso el Core i9-11900K alcanzaría un turbo térmico máximo de 5.3 GHz aunque en situaciones normales será menor en todos los núcleos. El resultado es que sigue apuntándose a que en Geekbench 5 va a superar los 1900 puntos.
Por comparación, el Ryzen 9 5900X se sitúa sobre los 1650 puntos. La mejora de rendimiento sería importante, pero tampoco se pueden sacar conclusiones de una prueba enlatada como es Geekbench. En este caso se está hablando mucho de que la arquitectura de núcleo de los Rocket Lake incluye una unidad de 512 bits para ejecución de instrucciones AVX-512 y que eso infla esta prueba que las tiene en cuenta. Pero no hay que olvidar que eso solo es una pequeña parte de la prueba y que no va a inflar un 20 % el rendimiento por tenerla. También hay que tener en cuenta que no implementa todas las instrucciones AVX-512 porque no hay ningún procesador que las implemente todas, por lo que habrá que ver cuáles tiene.
Sea como sea, lo importante es lo que aporte de mejoría en juegos con las tarjetas gráficas más potentes del mercado y en ese terreno Intel ya ha indicado que aportará un 2-9 % más de rendimiento frente a los procesadores de AMD. Puede ser la diferencia entre jugar a 4K y 60 f/s estables en juegos más nuevos aunque no parece que vaya a ser una gran mejora de rendimiento en este terreno. Por eso será más una cuestión de qué precio tengan los Rocket Lake S más que su potencia bruta. Porque en esto último la oferta de AMD seguirá siendo la mejor... si es que los Ryzen 9 5900X y 5950X se pudieran comprar.