El sector de los semiconductores sigue su proceso de consolidación iniciada hace unos años. Los peces pequeños empiezan a ser comidos por los peces grandes, y la siguiente venta de alto nivel es la de Tower Semiconductor a Intel. La adquisición ha sido anunciada oficialmente y tendrá un coste de 5400 millones de dólares, formalizándose la operación con la compra de las acciones de la compañía a 53 dólares cada una en efectivo.
Tower Semiconductor es una compañía fundada en 1993 y que está dedicada a la producción de chips analógicos, que son aquellos que pueden manejar e interpretar rangos de voltajes completos en lugar de un conjunto limitado —por ejemplo, –5 V y +5 V para una salida digital de 0 y 1—. Uno de sus clientes era Intel, que aparentemente ha preferido adquirirla para asegurarse el suministro de chips vitales para su operatividad como sensores de imagen, radiofrecuencia, gestión de energía, filtros, amplificadores operacionales, etc.
Intel menciona esta adquisición como una oportunidad para su apuesta por la fabricación de chips para terceros en su iniciativa IDM 2.0 (fabricante de dispositivos integrados). La transacción tendrá que ser supervisada por las agencias de competencia pero Intel espera que se complete en doce meses. Al ser una compra de «bajo nivel» no debería de haber ningún problema con ella. Tower Semiconductor es una empresa que mueve en torno a los 1000 millones de dólares al año, que para el tipo de producto que ofrece es mucho pero si se mira al resto del sector de los semiconductores es una gota de agua.