Intel lleva trabajando bastante tiempo en un repaso al estándar de alimentación de los PC. El actual, ATX 2.0, es de 2003, y mucho ha llovido desde entonces. El nuevo estándar ATX 3.0 llega junto con el ATX12VO 2.0 que es una versión orientada a reducir el consumo en reposo de los equipos y que por el momento no ha tenido casi repercusión en el sector.
La principal novedad de cara al usuario es que se añade el conector 12VHPWR para PCIe 5.0 que puede entregar hasta 600 vatios. A estas alturas no es nada nuevo porque se ha hablado bastante de él en el último año. Su principal novedad, además de contar con doce pines de alimentación en el formato del conector PCIe de ocho pines actual, es la adición de cuatro pines de comunicación con la fuente para negociar la potencia máxima a entregar al dispositivo, que generalmente será una tarjeta gráfica.
El estándar ATX12VO es modificado con algunas características para hacerlo más eficiente y útil en mini-PC. El ATX12VO solo entrega una conexión de 12 V a la placa base y tiene que ser esta la que haga la conversión a otros voltajes que necesite. Simplifica la fuente de alimentación pero hace algo más compleja la placa base, aunque en el proceso se pierde mucha menos energía. Un equipo ATX12VO en reposo puede consumir 10 W mientras uno ATX normal puede consumir 30 o 40 W según lo que tenga. Es una de las iniciativas para ahorrar energía de cara a un futuro verde.
Los fabricantes de equipos originales (OEM) son los que más beneficio sacarán por el ATX12VO porque les permite escalar mejor la potencia de sus fuentes de alimentación, lo cual se traduce en menores costes de fabricación. MSI ha anunciado los Creator P100A y MPG Trident AS con procesadores Core de 12.ª generación que ya incluyen este tipo de fuentes de alimentación y placas base. Habrá más productos similares en 2022, pero de momento está por ver lo rápido que abrazan este estándar los OEM.
Vía: Videocardz.