Una de las adquisiciones más extrañas de todos los tiempos se va finalmente a producir. Elon Musk ha estado jugando con Twitter durante las últimas semanas. Tras comprar en torno al 9 % de la empresa el mes pasado y hacer el amago de unirse a su consejo de administración, la condición de que no podía tener más del 15 % de la empresa hizo que finalmente optara por no entrar. Eso le dejaba las manos libres a su propósito real en todo esto: hacerse con Twitter. Finalmente la adquisición se ha formalizado por 44 000 millones de dólares.
La oferta de Musk era increíblemente buena y no se iba a producir otra por parte de nadie porque Twitter no es precisamente una empresa que haga mucho dinero. Pero Musk tiene un plan para ganar mucho dinero con ella, y por eso la va a sacar del ámbito de la cotización pública a ser una empresa privada para hacer y deshacer a su antojo. Se sabe que los despiertitos dentro de Twitter ya están con ansiedad y corriendo como pollos sin cabeza de un lado a otro de sus casas. Para ellos es inconcebible que un conservador se haga con el bastión progresista de internet.
El problema es que si el consejo de administración rechazaba la oferta podían verse implicados en una lucha legal que iban a perder por administración desleal. La oferta de Musk es buenísima a todos los efectos, por lo que espero que no fuera un ardid de algún tipo por su parte porque ahora tiene otra empresa importante bajo su cargo como es Twitter. Al menos ahora se verá qué tenía pensado para que Twitter sea realmente un lugar donde reine la libertad de expresión sin que termine siendo la anarquía. El tuitero medio es un trol en espíritu y acciones, para lo malo y lo peor.
Según Musk, «quiero hacer un Twitter mejor que nunca mejorando el producto con nuevas características, haciendo los algoritmos de código abierto para aumentar la confianza, derrotando a los bots y haciendo que todos los humanos sean validados. Twitter tiene un tremendo potencial, y quiero trabajar con la compañía y la comunidad de usuarios para desbloquearlo». Si se pierde el anonimato de Twitter fichando a todos los usuarios, sería un gran avance para evitar los bots y la bilis que vomita mucha gente anónima.