La anunciada compra de Twitter por parte de Elon Musk está siendo una montaña rusa y el culebrón está lejos de acabarse. Eso pese a que los abogados de Musk han notificado a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) la intención de su cliente de cancelar el acuerdo de compra alegando que Twitter ha dado «información falsa o engañosa». Alegan que Twitter tenía que proporcionar a Musk y sus asesores todos los datos e información que solicitaran y Twitter no habría cumplido con ello.
Por tanto, la cancelación se produce ante la supuesta negativa de Twitter de entregar datos de: 1) el proceso de auditaje que lleva a cabo la compañía para determinar las cuentas falsas y basura en los usuarios únicos diarios monetizables (UUDM); 2) la información relacionada con la forma en que Twitter identifica y suspende ese tipo de cuentas; 3) no ha entregado la información de los UUDM de los últimos ocho trimestres; 4) la información y forma en que Twitter calcula los UUDM que entrega al consejo de administración; y 5) la información sobre la condición financiera de Twitter.
El documento enviado a la SEC profundiza bastante más en la información y problemas que ha tenido Musk para conocer el estado real de la compañía. No son pocas las alegaciones y Twitter ya ha dicho que se verán las caras en los tribunales. En su brevísimo comunicado de prensa lo que no ha hecho en ningún momento Twitter es desmentir las alegaciones de Musk, lo cual resulta cuanto menos curioso. Preguntando por si las alegaciones son ciertas o no, un portavoz de la compañía se ha remitido al brevísimo comunicado.
Es bien sabido que el consejo de administración de Twitter no quería venderle la compañía a Musk, pero debido a la oferta que hizo (44 000 millones de dólares) no les quedó más remedio que aceptarla para no enfrentarse a demandas de los accionistas por administración desleal de la empresa. Aunque parece que se han buscado otras formas de que el acuerdo no se cierre, y a ver cómo lo pelean en los tribunales. De no llevarse a cabo la compra, Musk tendría que pagar unos cuantos cientos de millones de dólares a la compañía según el acuerdo firmado.