Análisis: Swift 5 (SF514-56T) de Acer, ultraportátil con un Core i7-1260P

Acer cuenta con algunos de los ultraportátiles más interesantes del mercado, y los procesadores Alder Lake han traído importantes novedades en potencia y consumo. El renovado Swift 5 (SF514-56T) es uno de los ultraportátiles más interesantes, por su poco peso de 1.2 kg, pero venía faltándole potencia a la serie como para poderse usar a un nivel más profesional. Los Core de 12.ª generación llegan al rescate de este tipo de portátiles que son cada vez más buscados.

Videoanálisis

Desembalado y características

El Swift 5 es un modelo de ultraportátil fabricado en aluminio lo cual le da una primera impresión bastante positiva. Nada más cogerlo se nota ligero, haciendo honor a sus 1.2 kg. El modelo recibido para analizar es de color gris con remates en dorado que en general le dan un buen aspecto. Su tamaño es de 310.5 mm × 213.3 mm × 14.95 mm, por lo que tampoco es excesivamente grande y resultará fácil de transportar.

La entrada de ventilación se hace por la parte inferior del equipo, donde hay una amplia rejilla a través de la cual se puede ver un par de ventiladores que refrigeran al procesador, un Core i7-1260P de catorce núcleos con una iGPU de tipo Iris X^e G7. Le acompaña 16 GB de LPDDR5 de 5200 MHz y 1 TB de SSD de tipo PCIe 4.0 ×4. La salida del aire caliente se hace por la parte superior del equipo y va directo a la pantalla, aunque no he notado que se caliente, o al menos no en exceso.

El equipo no se puede abrir con una sola mano, que es algo que suele ser poco práctico pero tampoco es algo que juegue en contra del equipo. Está diseñado para que la parte de la pantalla se alce y deje así más espacio para que corra el aire por debajo del equipo, lo cual también será suficiente para no calentar en exceso la superficie sobre la que se deje el equipo.

La pantalla incluida tiene 36 cm (14 in) de diagonal con una resolución de 2560 × 1600 píxeles, o sea, una de relación de aspecto 16:10. Me parece lo óptimo para equipos para trabajar y por tanto es algo que valoro muy positivamente. La pantalla es táctil, lo cual tiene una ventaja y una desventaja. La ventaja es que tiene un cristal protector y por tanto las imágenes se ven más nítidas y con colores más vivos. La pega es que es una pantalla con muchos reflejos y en ciertos entornos con ciertas imágenes mostrándose puede ser inusable, como por ejemplo en exteriores con sol.

Es apta para un uso profesional, cubriendo el cien por cien de la escala de color sRGB y con buena reproducción de color. Aunque no reproduce HDR, los colores se ven vibrantes y es una pantalla que me ha gustado especialmente como diseñador gráfico que soy, aunque ya no haga mucho trabajo en este sector. También tiene un recubrimiento especial antimicrobiano y otro oleofóbico, por lo que los dedos no suelen ser excesivamente aparentes aunque en el día a día no creo que mucha gente vaya a ponerse a tocarla. Como la pantalla tiene pocos marcos, le da un aspecto general bastante bueno.

En el lateral izquierdo del equipo se pueden ver dos puertos Thunderbolt 4 que los veo casi imprescindibles hoy en día en cualquier equipo de este tipo. Son compatibles con datos, carga de 65 W y vídeo DisplayPort. También hay un HDMI 2.1 y un USB 3.0. En el lado derecho hay otro USB 3.0, una toma de audio de 3.5 mm y un cierre Kensington. También se pueden ver dos ledes, uno de encendido y otro para cuando la batería se está cargando. La conectividad inalámbrica la aporta una conexión Wi-Fi 6E (802.11ax-2021) y Bluetooth 5.2.

La batería del equipo es de 56 Wh con carga rápida con la que promete que con media hora de carga permite usar el equipo hasta cuatro horas. Se suele cargar totalmente en un par de horas. Se incluye un cargador de 65 W para cubrir las necesidades energéticas del procesador. Acer habla de hasta catorce horas de autonomía reproduciendo vídeos o navegando por internet, que no son las tareas más exigentes.

El teclado del modelo recibido está en inglés, aunque los modelos a la venta están adaptados a diversas regiones. En un teclado con retroiluminación en blanco, aunque bastante discreta. Da muy buena sensación de tecleo y me he acostumbrado muy rápido a él. Hay un detalle que no me gusta y es que por defecto las teclas de función funcionan en su modo alternativo. O sea, como el de subir volumen, apagar el micro, etc.

Para cambiarlo y que las teclas de función funcionen como deben hay que entrar en el BIOS. Esto es el modo de operación por defecto en macOS, pero es que en macOS las teclas de función no se usan en ninguna parte de los atajos del sistema operativo, por lo que tiene sentido que el modo alternativo sea el de por defecto en los Mac, pero no así en Windows.

Sobre el panel táctil, es muy agradable de utilizar estando recubierto por una capa de cristal. Tiene una respuesta estupenda con un desplazamiento y clics precisos. No es el mejor panel que he probado, quedándose a cierta distancia del incluido en los Mac que son el referente del sector, pero tampoco tienen mucho que envidiarle.

Hay una cámara web que graba a FHD y 60 f/s que tiene una calidad decente para videoconferencias, con una disposición de doble micro para grabar adecuadamente la voz del usuario. Acer habla de un sistema de reducción de ruido a la hora de capturar la imagen. No es que grabe imagen de la forma más nítida como si se comprara una cámara web dedicada de un precio moderado, pero en general cubre bastante bien este terreno.

Rendimiento del procesador

El procesador del renovado Swift 5 es un Core i7-1260P que es un procesador bastante potente y de bajo consumo, aunque sin pasarse para no perjudicar el rendimiento. Su consumo normal se situaría en 28 W con un consumo máximo de 64 W, aunque el incluido en este equipo está configurado a menos para no representar un problema de autonomía o ruido del equipo.

Este modelo es de cuatro núcleos P o mayores que funcionan hasta a 4.7 GHz y tienen multihilo con una frecuencia base de 2.1 GHz, mientras que hay también ocho núcleos E o eficientes que funcionan entre los 1.5 y 3.4 GHz. Eso hace que tenga un total de dieciséis hilos de ejecución, el doble frente al anterior Core i7-1165G7 usado en la serie.

Esto se va a notar mucho en el trabajo más profesional, conformando por tanto un ultraportátil interesante para trabajar. Aunque los núcleos P llegan a los 4.7 GHz en un solo núcleo en un uso normal, si se hace un uso intensivo las frecuencias se quedan en los 2.4 GHz en los P y los 2 GHz en los E tras unos minutos en Cinebench R23. Eso limita bastante el rendimiento potencial de este equipo frente a otros modelos con el 1260P, aunque a su vez evita que consuma en exceso y por tanto favorece la autonomía.

Cinebench R23

AIDA64

Corona 1.3

7-ZIP

Rendimiento de la unidad gráfica

En cuanto a la unidad gráfica integrada, es una Iris Xe G7 que tiene una potencia sobre los 2 TFLOPS. No es gran cosa, pero se defiende para jugar a resolución HD y en algunos casos a FHD a títulos de deportes electrónicos. Son 768 sombreadores, beneficiándose en algunos casos de la memoria LPDDR5 usada en el equipo, aunque en otros no tanto por su alta latencia.

Para jugar a títulos a FHD y calidad media dará un rendimiento sobre los 60 f/s, aunque dependerá enormemente del título. Por ejemplo, Horizon Zero Dawn es fácil que vaya bien en esta integrada, más aún si se recurre al escalado de imagen tipo FSR. Títulos de juegos electrónicos como Overwatch 2 o League of Legends no tienen problemas en funcionar a FHD y 60 f/s con una calidad gráfica decente.

Por último, la ventaja de este equipo es la inclusión de puertos Thunderbolt 4 que permiten el uso de una tarjeta gráfica externa. Las actuales que ya tengan un cierto precio, como una RTX 3060, no van a ser aprovechas totalmente debido a la limitación del ancho de banda de la conexión, que es a PCIe 3.0 ×4 o unos 32 Gb/s, pero permitirá jugar con este equipo a mejor calidad que con la integrada.

Eso sí, los cuatro núcleos P y su limitación a 2.6 GHz con el procesador en carga pueden suponer un recorte adicional de rendimiento, por lo que es una opción más para sacar un poco más de provecho a este equipo, pero si se quiere jugar en condiciones en un portátil habría que mirar algo con una tarjeta gráfica dedicada. Aun así, con una RX Vega 64 y una caja de tarjeta gráfica externa de Razer se puede jugar a Horizon Zero Dawn o Shadow of the Tomb Raider a QHD y calidad alta por encima de los 60 f/s.

Almacenamiento

El almacenamiento incluido en este ultraportátil es de tipo PCIe 4.0. Mirando las pruebas de rendimiento en CrystalDiskMark 8, tiene potencial para alcanzar unos 5700/4700 MB/s de lectura/escritura secuencial y los 570/440 de lectura/escritura aleatoria. En un escenario más realista se quedará en unos valores similares, y por tanto es una buena unidad de almacenamiento para un ultraportátil de este tipo.

Temperaturas, ruido y autonomía

Este apartado es bastante importante para muchos que quieren un portátil para trabajar porque buscan algo que sea silencioso la mayor parte del tiempo. Al menos, cuando se está haciendo trabajo ligero, navegando por internet y cosas similares. En este caso el Swift 5 maneja buenas temperaturas, pero es especialmente agresivo con el uso del ventilador.

Con estar navegando por internet durante uno o dos minutos el ventilador se activa. No hace casi ruido, pero está presente, y de manera totalmente innecesaria porque el procesador está a unos 43 ºC (∆18 ºC con una temperatura ambiente de unos 25 ºC). Otros ultraportátiles suelen tardar a la hora de meter el ventilador para no hacer ruido, como por ejemplo los Mac. Eso sí, la CPU estará sobre los 60 ºC en un uso ligero, pero está perfectamente bien. En este caso me habría gustado que el ventilador del Swift 5 se estuviera quieto con un uso ligero y no entrara hasta que realmente se le necesitara. Esto sí, la parte inferior está siempre fría.

Si se empieza a hacer trabajo pesado, por ejemplo ejecutando Cinebench R23, la temperatura se situará en los 90 ºC con el ventilador funcionando al máximo. Es una temperatura alta, pero dentro de lo normal en estos equipos y no es nada de lo que preocuparse. La temperatura en la parte inferior se sitúa en los 54 ºC (∆29 ºC) en la parte central por lo que no es muy recomendable usarlo así en el regazo. El ruido se sitúa sobre los 39-40 dB, que no es excesivo pero se hace notar su presencia.

En cuanto a la autonomía, es bastante buena. Su batería de 56 Wh le permiten funcionar en un uso de trabajo ligero sobre las ocho a nueve horas, y se viera solo vídeo por internet se iría a las doce o catorce horas según el brillo de pantalla. Es un aspecto bien cubierto, aunque no sea extraordinario, pero jugando bien con lo que se tiene abierto y los procesos en segundo plano se podrían obtener diez horas de uso fuera de casa.

El equipo se puede recargar con 65 W a través de cualquiera de los dos Thunderbolt 4 de que dispone, y el cargador incluido con él es de estas características. Como muchos monitores para trabajar ya tienen USB tipo C de datos, vídeo y carga, para entornos de trabajo actuales es bastante bueno. También se puede recargar con una batería USB tipo C como las que se usan con los móviles, que no está mal tenerlo en cuenta si alguien se pasa mucho tiempo fuera de casa y no quiere quedarse sin batería al no tener acceso a un enchufe, como por ejemplo en mitad de una larga conferencia.

Ligero y potente con buena autonomía

La nueva versión del Swift 5 de Acer no es muy distinta a las anteriores en el terreno estético, y su punto fuerte es su portabilidad. Con solo 1.2 kg y un diseño en aluminio, es un equipo fácil de transportar, manteniendo una buena pantalla de 36 cm de diagonal, que no está nada mal. Su resolución QHD hace que se vea todo bien, con colores vibrantes y apta para uso profesional. Que sea táctil es un extra interesante para algunos, aunque personalmente no lo veo práctico en el día a día.

Ese peso ahora llega con un aumento importante de potencia. El Core i7-1260P incluido está limitado de fábrica debido a la refrigeración que, aunque mejorada, no podría disipar los 65 W de consumo máximo que tiene el procesador. Aun así, es un buen procesador para trabajo profesional, y la memoria LPDDR5 acompaña bien. Hay un compromiso entre portabilidad y rendimiento. Echo en falta que el ventilador se mantuviera apagado más tiempo, porque a nada que se haga algo en el equipo se activa y empieza a hacer un ligero ruido de voz. No es nada molesto, pero por la noche con la casa en silencio sí se va a notar.

El almacenamiento PCIe 4.0 es más rápido que los mejores PCIe 3.0 pero no hace sombra a las mejores PCIe 4.0. El equipo va perfectamente fluido y tarda un suspiro en arrancar, y en parte es por ser un equipo con el sello Evo de Intel. Esto implica que debe tener una conexión inalámbrica rápida, un almacenamiento rápido para arrancar en unos pocos segundos, con elementos de bajo consumo y una batería que dé una autonomía de más de diez horas. Este equipo lo cumple todo.

Puntuación