Intel ha tenido que hacer fuertes recortes de gasto en los últimos meses debido a la coyuntura económica, porque desde el año pasado sus ingresos se han hundido. La floja demanda del sector consumo ha afectado mucho a Intel, aunque no tanto como a otras compañías. De momento en el tercer trimestre de 2023, Intel ha visto caer nuevamente sus ingresos respecto al mismo periodo de 2022, pero solo un 8 %. Frente a 2021, los ingresos de la compañía han caído un 35 %.
Los recortes de gastos están orientados a no generar pérdidas, y en esta ocasión no lo ha hecho por la mínima. Apenas ha tenido unos 300 millones de dólares de beneficios frente a los 14 200 millones de dólares ingresados.
Pero también esos recortes están orientados a aumentar el margen operativo de la venta de sus productos, que se situaba en el 18 % el año pasado y en el T3 2023 se situó en el 26 %, al menos en la división de Computación de Cliente, que engloba los procesadores Core. Esta división vio caer un 3 % sus ingresos hasta los 7900 M$.
El de Centro de Datos e IA ha tenido un trimestre peor por la dura competencia de AMD. Sus ingresos cayeron un 10 % hasta los 3800 M$, pero el margen operativo se situó en el 2 %. Esta es la división de los procesadores Xeon que parece que poca gente quiere ahora mismo. Es un apartado en el que AMD entró con fuerza y sigue aumentando esa fuerza.
La filial Intel Foundry Services ha empezado a cerrar más y más contratos y empiezan a dar su fruto en los ingresos. La división ingresó 311 M$ por esos contratos, aunque el margen operativo ha sido del –28 % debido a la inyección de dinero de la matriz Intel para sustentar el negocio futuro de su filial. Las divisiones de Red y Frontera (NEX) perdió un 32 % de sus ingresos, y Mobileye los aumentó un 18 %.