Análisis: Corsair MP600 Elite PS5 review en español

Ahora que todo lo que se presenta en el entorno de las SSD son modelos con PCIe 4.0, Corsair ha estimado oportuno revisar sus modelos de menor rendimiento con la serie MP600 Elite. En este caso está disponible para PC, pero también en un modelo especial para PS5 que es el que he recibido para analizar. En lugar del habitual disipador en negro, tiene uno en blanco. Pero no es una serie muy distinta de la MP600 Core XT del año pasado.

Videoanálisis

Desembalado y características

Esta serie MP600 Elite de Corsair se vende en capacidades de 1 TB y 2 TB. En este caso llega en una caja blanca y azul porque es una variación para PlayStation 5, pero es igual que las MP600 Elite para PC. Es de agradecer que la bandeja en la que va embutida la unidad es de cartón reciclado en lugar de plástico como siguen usando muchos fabricantes. Junto a la unidad hay una pequeña hoja con el QR que es la URL de donde se puede consultar el manual de uso, y un libreto de garantía, conformidad y seguridad.

El formato de la unidad es el estándar M.2 2280, pero en este caso la unidad tiene un disipador de cierto tamaño que cubre tanto la parte superior como la inferior de la SSD. Eso hace que su altura sea de 24 mm, que está por debajo de los 25 mm máximo que pueden tener las unidades para la PS5. Se vende también para PC sin el disipador, que en este caso concreto es blanco y queda especialmente bien.

Las características de esta serie no son muy distintas de la MP600 Core XT del año pasado. El controlador es un PS5027-E27T de Phison en lugar de un PS5021-E21T, lo cual le dota a la unidad de unos valores mayores de rendimiento. Usa una interfaz PCIe 4.0 ×4 con un protocolo NVMe 1.4. No tiene DRAM para búfer, como la MP600 Pro XT, y conserva el cifrado por hardware AES-256.

Solo cuenta con chips en una de las caras de la SSD, lo cual pronostica un futuro modelo de 4 TB o incluso 8 TB, aunque también apunta a ello el tipo de montaje del disipador, que cubre ambas partes de la SSD. Los chips de NAND 3D son de tipo TLC.

En este caso la velocidad máxima pasa a ser de 7000/6500 MB/s de lectura/escritura secuencial y 1/1.2 MIOPS de lectura/escritura aleatoria. La durabilidad es lo que más mejora y casi se triplica. El modelo de 2 TB pasa de 450 TB a 1200 TB escritos. El consumo máximo sube algo, de los 4.4 W a los 5.6 W, pero en la práctica no va a ser tan alto.

Pruebas

Todas las SSD actuales proporcionan una experiencia de uso similar en el día a día independientemente de su coste. Lo que quiero decir con ello es que la mayoría de las tareas que se tienen que hacer de leer y escribir ficheros en un uso normal se realizan en unos tiempos muy parecidos o indistinguibles para el usuario final. Las unidades SATA3, PCIe 3.0, PCIe 4.0 o PCIe 5.0 no tendrán diferencias notables si se utilizan para jugar —salvo que usen DirectStorage, y son poquitos—, arrancar el sistema operativo o tareas básicas en programas de diseño, ya que dependen más del procesador y tarjeta gráfica.

Aun así, pueden proporcionar velocidades muy distintas para otras tareas más específicas, como copia de archivos grandes o pequeños entre discos, descarga de múltiples archivos de internet mientras se usan varias aplicaciones, a la hora de tener activas varias máquinas virtuales, para crear servidores web y de bases de datos, o incluso en algunos juegos que hagan un uso intenso de lectura para cargar objetos a medida que el jugador avanza por un mapa.

Las pruebas de las unidades SATA y PCIe 3.0 están realizadas en un PC con una placa base B660M-A Wifi D4, memoria DDR4-3733 y un Core i5-12400. Las pruebas de las unidades PCIe 4.0 están realizadas en el equipo anterior u otro con una placa base Prime Z690P de ASUS, memoria DDR5-6400 y un Core i7-12700K. En ambos los resultados son iguales. Para las pruebas con PCIe 5.0 el equipo incluye un Ryzen 5 7600X, una placa base X670E-PLUS TUF Gaming Wifi con DDR5-6000.

Lectura/escritura aleatoria y secuencial

Las primeras pruebas son de lectura/escritura secuencial y aleatoria de archivos de 128 kB y 4 kB respectivamente, en el que se miden los resultados con colas de profundidad variables. Estas colas representan el número de operaciones que están siendo ejecutadas en un momento dado, y debido a la naturaleza de la memoria NAND, el rendimiento se beneficia de tener colas de mayor profundidad que potencia el paralelismo en las operaciones de entrada/salida (E/S).

En una prueba enlatada es habitual que la profundidad de cola sea de 32 para saturar el enlace E/S, pero en un uso más del día a día la profundidad de la cola suele ser sobre todo de 1, 2 y 4. En los siguientes datos se recogen los resultados de la media de estos tres tamaños de colas de profundidad. En el caso de las pruebas secuenciales, se realizan con bloques de 128 kB, y en las pruebas aleatorias son bloques de 4 kB. Se han dejado durante 3 minutos a cada cola de profundidad y prueba —en total cinco pruebas distintas— con IOMeter, tras acondicionar la SSD para conseguir un estado estable de rendimiento.

Otras pruebas

A continuación tenéis la habitual prueba en CrystalDiskMark 8 entre otras que están en la línea de los resultados anteriores.

Herramienta de gestión

Para la gestión de esta unidad Corsair mantiene la herramienta SSD Toolbox, que resulta de aspecto un poco anticuado y ya va siendo hora de que le dé un repaso. Aun así, es necesaria cuando haya que actualizar el firmware de la SSD, y aporta información sobre el estado de la unidad, y acceso a un borrado seguro por si se quiere vender después de haberla usado un tiempo. Para la mayoría de usuarios es una aplicación que no hace falta tener instalada.

Limitación térmica

Las pruebas anteriores han sido realizadas con el disipador integrado en la unidad. Con este disipador la temperatura máxima de funcionamiento es de 64 ºC, por lo que no hay ningún tipo de problema de limitación térmica. Lo he dejado en escritura en IOMeter durante unos veinte minutos, pero tras los cinco primeros la temperatura oscila entre los 62-64 ºC (∆39 ºC). Si se usa el disipador de la de la placa base Prime Z690P de ASUS la temperatura baja un poco más, hacia los 60-62 ºC (∆37 ºC), porque es un disipador más generoso.

Al quitarle el disipador integrado o el de la placa base, la temperatura sube hasta los 82 ºC (∆58 ºC) en escritura secuencial, momento en el cual entra en limitación térmica. Tras ello la velocidad máxima se desploma y la temperatura va oscilando entre los 80-82 ºC (∆56-58 ºC). Esto solo afecta a pruebas de rendimiento. En un uso normal, instalando juegos o ejecutándolos, la temperatura oscilará entre los 51 ºC y 61 ºC, con una temperatura ambiente de 24 ºC. No recomiendo usar esta SSD sin disipador, pero se podría si se dan las condiciones necesarias —como por ejemplo que no esté encajonada cerca de una tarjeta gráfica potente—. Pero si la placa base no tiene disipador, recomiendo comprar la versión con disipador.

Barata y con buenas características

La serie MP600 Elite de Corsair no marca demasiadas diferencias con lo que ya tiene la compañía en el mercado, pero hay que ir actualizando los componentes a los tiempos que corren. Como he dicho antes, no es una serie que casi difiera de la MP600 Core XT, pero incluye un controlador mejor que junto a unos chips de NAND más actuales al final la dotan de una mayor durabilidad. Para un uso más profesional es un modelo bastante más interesante; por ejemplo, para disco de memoria virtual en Photoshop, o para bases de datos donde haya más movimiento de información.

La unidad en sí está bien construida y con un generoso disipador que permite un funcionamiento a una temperatura comedida para el rendimiento máximo que tiene. La velocidad tiene tendencia a fluctuar bastante, pero eso al final no se nota porque no entra en limitación térmica. El disipador, en este color blanco, queda especialmente bien por ser el modelo para PlayStation 5, aunque también esté disponible con el disipador en negro para la versión de PC.