Gigabyte ha explotado algo que suelo comentar sobre la durabilidad de las SSD para su serie AI TOP 100E: que su durabilidad real es muy muy superior a la que indican en las hojas de características. Realmente no se sabe bien qué durabilidad tienen porque habría que dejarlas años y años grabando continuamente hasta ver cuándo empiezan a fallar, por lo que las compañías hacen estimaciones de ella, y tiran muy a la baja. Por eso Gigabyte, en esta serie, en lugar de decir que un modelo de 1 TB tiene 700 TB escritos de durabilidad dice que tiene 109 500 TB escritos, más de 150 veces más.
El resultado es el mismo: te da garantía limitada hasta los cinco años o a que se supere la durabilidad, lo que ocurra antes. Y no es fácil llegar a esa durabilidad, y menos a los 219 000 TBW (teras escritos) que tiene el modelo de 2 TB. Son unidades PCIe 4.0 ×4 con protocolo NVMe 1.4, con una lectura/escritura secuencial máxima de 7200/6500 MB/s. Así que se tendría que escribir continuamente a 1.7 GB/s en la unidad para superar la durabilidad. Y en el momento en que se rebasa la durabilidad no es que la unidad falle, sino que es en el momento en que podría empezar a fallar alguna de las celdas de memoria. Así que en la práctica pueden aguantar mucho más.
Mirar la durabilidad de las SSD no es nada práctico ni útil salvo en los casos de que se vaya a usar de memoria caché, virtual o que se vaya a estar grabando continuamente mucha información como por ejemplo en bases de datos. Tengo algunas SSD funcionando desde hace diez años, no tienen fallos y siguen funcionando, principalmente las que uso para instalar el sistema operativo, normalmente de 500 GB. Ahí siguen, algunas SATA y otras PCIe más modernas.
Sobre las unidades AI TOP 100E en sí, la compañía las posiciona para que se usen como memoria virtual, descargando en ella el procesamiento de grandes cantidades de datos, donde es importante esa durabilidad mejorada. Tienen una memoria de 1 GB o 2 GB LPDDR4 para búfer, y un consumo máximo sobre los 11 W.
Vía: Tom's Hardware.