Intel y su magistral pifia le está dando tan mala reputación que al final la beneficiada por ahora está siendo AMD, la cual ha mejorado sus ventas de procesadores Ryzen en el último trimestre. Eso teniendo en cuenta que todavía no había confirmado el problema de inestabilidades que afecta a los Core de 13.ª y 14.ª generaciones debido a problemas de regulación de voltaje del BIOS que puede dañar físicamente a los procesadores. Por si había dudas, Intel ha confirmado que la extensión de garantía de dos años también afecta a los procesadores de bandeja o que se venden sueltos.

Se podía sobreentender de lo dicho por la compañía previamente, pero nunca está de más explicitarlo. Quedaba claro que cubría la extensión de garantía los vendidos en caja y los de los OEM e integradores de sistemas, por lo que básicamente cubre todos los procesadores independientemente de cómo se hayan adquirido.

Fuente: Intel. Vía: Videocardz.