Los reveses judiciales a Google y Apple aumenten por sus prácticas anticompetitivas en iOS y Android a ambos lados del charco. La Unión Europea se está poniendo las botas con sus sanciones, y en EUA los jueces han empezado a mover ficha en la misma dirección. Así que la demanda de Epic Games por prácticas anticompetitivas en la Play Store se ha saldado con una gran victoria y una confirmación de Google de que apelará la decisión del juez, que ha determinado que tiene un monopolio en la distribución y cobro de aplicaciones.
Por un lado, Google tendrá que permitir que las tiendas de aplicaciones de terceros estén presentes en su propia tienda para facilitar su instalación, y tendrá que permitir que otras tiendas muestren las aplicaciones de la Play Store. Por otro, tendrá que dejar de pagar a los fabricantes de móviles para que la aplicación de la Play Store llegue preinstalada en sus dispositivos. Además, tendrá que abrir los métodos de pago dentro de las aplicaciones de la Play Store a las opciones de terceros, lo cual le corta de raíz las comisiones de usar su pasarela. Por último, no podrá pagar para que haya aplicaciones exclusivas en la Play Store.
El golpe a Google es más que notable porque le cercena las principales fuentes de ingresos de la tienda de aplicaciones, y además permitirá que prolifere su competencia. Google alega potenciales problemas de seguridad y privacidad para los usuarios de Android por ciertas medidas que podrían establecerse para que no controle lo que otras tiendas de aplicaciones instalen. Google tendrá que adaptar la Play Store en el plazo de ocho meses.
Vía: EnGadget.