Los teléfonos inteligentes no son para cualquier tipo de usuario, o al menos no lo son todavía. Las personas más mayores suelen recelar de ellos porque básicamente solo necesitan enviar algún mensaje y sobre todo llamar, por lo que un teléfono básico es todo lo que necesitan. La empresa española SPC tiene una solución para además mantener un control de su ubicación o salud con el teléfono Polaris, que a la postre también resulta un equipo barato.
Desembalado
SPC proporciona dentro de la caja del Polaris una base de carga, un cable USB tipo C a USB tipo A, varios manuales con información relevante, y una batería para el móvil puesto que es retirable, como suele ser habitual en estos móviles básicos.
El Polaris es un teléfono plegable, con una pequeña pantalla exterior monocroma y una interior de 7.1 cm (2.8 in) a color con una resolución de 240 × 320 píxeles. Tiene unos ángulos de visión escasos antes de que se empiece a oscurecer la imagen. El móvil mide cerrado 110 mm × 55 mm × 20 mm y pesa 105 g.
La idea de la base proporcionada es que el usuario tenga siempre el móvil localizado en un sitio y cargándose, como si fuera uno fijo, en lugar de dejarlo en cualquier parte que se le pueda olvidar quedándose sin batería. Esa batería es de 1400 mAh, con una carga bastante lenta. Puede tardar entre tres y cuatro horas en cargar totalmente, a pesar de que es una batería de poca capacidad. A pesar de ello, la autonomía es bastante buena, como es habitual. Con un uso moderado a alto, principalmente de llamadas, tiene autonomía para unos cuatro días. El móvil avisará al cuidador cuando la batería baje del 20 %, por si acaso.
El móvil tiene en el lateral derecho un interruptor para activar la linterna, mientras que en el izquierdo tiene botones de volumen. En la parte trasera cuenta con una cámara de 2 Mpx además del flash/linterna, la cual es una cámara de escasa calidad. Capturará cierto detalle decentemente, pero tiene un rango dinámico bastante pobre. También hay un altavoz de alta potencia, hasta 107 dB para las alertas, con el que por ejemplo escuchar la radio FM incluida o usar de manos libres, y un botón SOS que si se deja pulsado cinco segundos enviará un aviso al número o números del cuidador/es al que esté vinculado el Polaris.
El teclado del móvil tiene botones suficientemente grandes con inscripciones bastante grandes para que se vean bien. Hay tres botones para marcado rápido, que son plenamente configurables, tanto desde el móvil como desde la aplicación Care que gestiona remotamente el móvil. También hay marcación asistida por voz para que el usuario sepa que está marcando bien los números.
El móvil tiene conexión 4G, con datos GPRS, y Bluetooth, además de que cuenta con GPS para tenerlo siempre localizado. También es compatible con audífonos. Por seguridad, el propio sistema del móvil se puede configurar para que envíe avisos si el móvil ha estado más de un cierto tiempo sin usar, o si hay llamadas perdidas, por si hubiera podido pasarle algo al usuario del móvil.
Puesta en marcha y uso
La gracia de este móvil básico es Care, la aplicación de gestión de SPC que permite sacarle el máximo provecho al dispositivo. Está disponible para iOS y Android, pero antes de empezar a usarla hay que asegurarse de que el Polaris tiene una SIM instalada correctamente y desbloqueada, o de otra forma dará error. Se precisa de una micro-SIM, que no es la que proporcionan las operadoras hoy en día, por lo que es probable que se precise de una tarjeta adaptadora desde nano-SIM.
El proceso de configuración es sencillo, porque solo hay que irse a la entrada de 'Care' en el móvil y elegir la opción de Vinculación. Esto generará un QR que hay que escanear desde el móvil tras crearse una cuenta de SPC e introducir los detalles básicos de la persona cuidada, como sexo, grupo sanguíneo y otros, aunque sean opcionales.
Debido al tipo de dispositivo del que se trata, es importante que no tenga fallos porque no se puede tratar como si fuera un teléfono inteligente con actualizaciones asiduas. El sistema operativo del Polaris funciona perfectamente, y no he encontrado problemas. En la aplicación de gestión tampoco, porque se trata de otro elemento crítico para maximizar la confianza en el producto que se ha comprado.
La aplicación tiene varios apartados en los que gestiona la información de la persona o personas cuidadas, porque la aplicación permite gestionar varios de estos Polaris. Para cada persona cuidada se pueden crear detalles de medicación para que reciba notificaciones de toma, pero también de las citas médicas que tiene para lo mismo, que reciban ambas partes las notificaciones oportunas.
Todo en el Polaris se puede gestionar desde Care, lo cual incluye también por ejemplo los contactos o los números de marcación rápida que tiene. La aplicación en sí es muy sencilla de configurar y usar, porque tampoco es que sean un montón de opciones. Al final se busca que todo sea lo más sencillo de utilizar como sea posible para ambas partes.
El sistema operativo del móvil está creado con una fuente grande para que haya los menos problemas posibles de uso. Como es compatible con audífonos, y se puede configurar para que diga lo que se está haciendo por ejemplo al marcar un teléfono, son terrenos que están bien cubiertos para las personas mayores.
En el menú se puede encontrar otras funcionalidades como la activación de la radio FM, o la modificación del volumen de llamada, notificaciones, etc., y he encontrado necesario hacerlo porque los botones de volumen solo sirven para cambiar una acción que esté en curso, como una llamada. Luego vuelve a su volumen por defecto, lo cual puede evitar que una persona baje el volumen por accidente y se vuelva loco sin saber qué ha hecho para que no se oiga una llamada o una notificación.
Conclusión
SPC pone el foco en su aplicación Care a la hora de vender este dispositivo específicamente para personas mayores. Con ellas, en cualquier móvil inteligente se puede controlar dónde están, llevar el control de sus citas médicas y medicación, entre otra información relevante, para poder vivir más tranquilos unos y otros.
El móvil en sí es bastante normalucho, con una pantalla con malos ángulos de visión y una cámara mala, pero cubren sin problemas sus cometidos. Tiene un diseño bonito —para lo que eran los teléfonos básicos—, aunque probablemente se podría echar en falta que fuera un poco más resistente, por aquello de que los usuarios al que va orientado lo dejarán caer tarde o temprano.
Tiene algunas características físicas interesantes, como el botón de socorro o el interruptor para activar la linterna, además de las teclas con inscripciones grandes de los números y los iconos, que es algo fundamental porque tarde o temprano todos tendremos problemas de vista, y no simplemente la vista cansada que ataca a partir de los cuarenta.
La parte lógica está igualmente bien cubierta. La aplicación Care funciona sin problemas y es bastante completa en opciones de supervisión y notificaciones configurables en el Polaris desde la aplicación, aunque probablemente se puedan ir expandiendo en el futuro. El podómetro es también una utilidad interesante para saber cómo de mucho o poco se mueve el usuario, ya que el sedentarismo es el gran enemigo de las personas mayores. La configuración del Polaris es total desde la aplicación.
El Polaris es un dispositivo para un nicho de mercado muy específico, y para el cual funciona a la perfección. El coste del móvil es mayormente el del servicio que ofrece de gestión remota con las buenas opciones que he mencionado anteriormente, porque de otra forma un móvil básico de este tipo cuesta 30 euros o menos. Pero debido a las características físicas extras y las opciones de Care, para el tipo de usuario al que va dirigido va a ser ideal.