Análisis: Chuwi Larkbox S review en español

Los mini-PC han evolucionado mucho en los últimos tres años gracias al empujón que le han dado ciertas compañías chinas al sector, y entre ellas está Chuwi. El formato del LarkBox S de este análisis abunda en esos 0.6 L que suelen tener los más popular, siendo por tanto bastante pequeño. Pero en esta ocasión, además de un procesador interesante para el día a día, llega a un precio bajo para lo que es, y con un toque de color.

Se puede comprar en la web de Chuwi por unos 263 euros.

Desembalado y características

El LarkBox S de Chuwi llega en la habitual caja marrón que usa la compañía para sus productos con un mínimo de información de lo que es y lo que lleva por la parte de detrás. Al abrir la caja se ve una carpeta de cartón con el soporte VESA para instalarlo por ejemplo detrás de un monitor, y unos manuales de uso y garantía. Debajo está el mini-PC en una bolsa y embutido en una bandeja hecha de derivados del plástico, por lo que esa bandeja era prescindible a estas alturas.

En el lateral hay una caja que incluye el cargador de 90 W (19 V y 4.74 A), y un cable de carga. No se añade nada más, ni siquiera un cable HDMI, aunque tampoco es que sea muy necesario. La conexión que tiene es HDMI 2.0, por lo que prácticamente cualquier cable de este tipo que se tenga por casa servirá, o se puede comprar uno barato sin problemas.

El modelo recibido incluye el procesador Core i3-1220P de Intel, con un solo módulo de 16 GB de DDR4 a 3200 MT/s, aunque hay dos ranuras SO-DIMM en su interior. También hay una SSD de 512 GB en formato M.2 2280 de tipo PCIe 3.0 ×4. Es un equipo orientad mayormente a ofimática por su potencia y prestaciones.

Exterior

El diseño de este modelo es de los más pequeños que tiene la compañía, con un tamaño de 118 mm × 118 mm × 43 mm, lo cual es un volumen de apenas 0.6 L. El frontal tiene una zona de conectores en torno a la cual hay iluminación ARGB que le da un toque distinto. La tapa superior tiene un diseño más jugón, pero el equipo no es que sirva para ello. Ni siquiera tiene un Thunderbolt para usar tarjetas gráficas externas.

En el frontal se puede ver el interruptor de encendido con una iluminación blanca, dos USB 3.0, dos USB 3.0 tipo C, y una toma de audio de 3.5 mm. Uno de los conectores USB tipo C, el de la izquierda, da además señal de vídeo DisplayPort y se puede usar para alimentar al LarkBox S con hasta 90 W, lo cual hace que no se precise el cargador incluido.

Habría sido mejor que este USB estuviera detrás para no tener el cable pasando por delante del equipo, pero al menos la posibilidad de usarlo con un monitor con un USB-C con carga y vídeo es siempre estupenda. Para llevarlo de un sitio a otro es también más cómodo, y además serviría cualquier cargador USB-C para su alimentación. Tengo alguno de los portátiles, así que podría dejar el cargador de toma tubular en casa y simplemente llevarme el mini-PC en la mochila, sin más.

En la parte posterior hay dos tomas USB 2.0, dos HDMI (1.4 y 2.0), un RJ-45 (1 Gb/s), y la toma de alimentación tubular. Además el LarkBox S tiene una tarjeta combo de Wi-Fi 5 y Bluetooth 5.1, por lo que la conectividad está bien cubierta para la orientación que tiene.

Interior

Para acceder al interior del mini-PC hay que quitar primero las cuatro patas de goma que tiene pegadas en la parte inferior, lo cual mostrará cuatro tornillos a quitar. Las patas se puede lugar volver a pegar sin problemas sin aplicar más pegamento. Tras eso, la tapa de plástico sale y se verá una segunda tapa de metal con otros cuatro tornillos a quitar. Una vez quitados, ya se vé la PCB.

Ahí se puede apreciar dos ranuras SO-DIMM, de las cuales solo una está poblada, y una ranura M.2 2280. Tanto el módulo de DDR4-3200 CL 16 de 16 GB instalado como la M.2 2280 de 512 GB PCIe 3.0 están fabricados por la empresa taiwanesa Rayson. Tener solo un módulo limitará el rendimiento de la memoria, pero permite expandir fácilmente a 32 GB aprovechando el módulo ya instalado. También se verá la M.2 2230 de combo de wifi más Bluetooth.

Rendimiento de CPU

El procesador incluido es un Core i3-1220P, un modelo de potencia comedida para los estándares actuales. Su consumo normal se situaría en 28 W con un consumo máximo de 64 W, y es por donde se suele mover el procesador en la práctica.

Este modelo es de dos núcleos P que funcionan hasta a 4.4 GHz y tienen multihilo con una frecuencia base de 2.1 GHz, mientras que hay también ocho núcleos E o eficientes que funcionan entre los 1.5 y 3.3 GHz. Eso hace que tenga un total de doce hilos de ejecución.

En general el procesador va bastante bien en el día a día, y acompaña bien la SSD. Las aplicaciones abren rápido, la navegación web es fluida, y en general para ofimática irá bien. Si se pide trabajo más pesado es cuando se notará sus carencias, aunque por el precio del LarkBox S y prestaciones no es un equipo para gente exigente.

Cinebench R23

Cinebench 2024

AIDA64

7-ZIP

Corona 10

Blender 4.2

Rendimiento de iGPU

La unidad gráfica integrada, es una Iris Xe G3 que tiene una potencia sobre los 1.1 TFLOPS. No es gran cosa, y va a ser complicado jugar a algo más allá de Dota 2 o juegos simples similares a FHD con una calidad gráfica decente. No le beneficia que el equipo solo tenga la memoria en un canal, por lo que para un uso más intenso de la iGPU sería recomendable tener pobladas las dos ranuras SO-DIMM.

Es posible jugar a títulos como Horizon Zero Dawn a FHD y 30 f/s, sobre todo activando FSR, pero no es una integrada para jugar, y dista mucho de serlo. Sin embargo, sí puede mover varias pantallas sin problemas.

Almacenamiento

La unidad de estado sólido (SSD) incluida en este equipo es una para OEM de la taiwanesa Rayson, de 512 GB tipo PCIe 3.0 ×4 de la que no he podido encontrar información. En CrystalDiskMark 8 alcanza 3130/2660 MB/s de lectura/escritura secuencial, así como los 860/397 MB/s de lectura/escritura aleatoria como máximo, y 56/169 MB/s como mínimo. Es una SSD bastante normal para los estándares actuales pero buena para las necesidades de hoy en día. Como el equipo no está orientado a trabajo pesado, aun sin conocer su durabilidad no supondrá un problema.

Temperaturas, consumo y ruido

Este apartado es el más importante para los mini-PC, y más cuando tienen un tamaño tan pequeño como este. El procesador va a tener un consumo sostenido comedido de 28 W, que es el asegurado para el procesdor. Puede activar el turbo momentáneamente para llegar a 56 W de consumo, pero eso solo durará unos segundos y prácticamente no tiene impacto en el rendimiento.

El equipo completo tiene un consumo de unos 47 W medido en el enchufe, con algún pico que puede llegar a 80 W cuando se activa el turbo del procesador, pero como he dicho eso dura muy poco tiempo. En un uso del día a día el equipo consume sobre los 20-30 W según lo que se esté haciendo.

En cuanto a la temperatura, el procesador puede llegar a los 95 ºC si no le da tiempo al equipo a activar el ventilador. En Cinebench 2024 la temperatura se mantiene en los 70 ºC, con algunas subidas y bajadas continuas. El ruido del equipo se sitúa sobre los 34-35 dB a carga completa medido a unos 60 cm de distancia, por lo que se le escuchará pero no es un ruido molesto.

En el día a día no hace ruido si por ejemplo solo se está navegando, viendo alguna películas o tareas livianas similares, pero si se está haciendo alguna tarea que precise un mínimo de procesamiento, o si se tienen varias cosas corriendo en segundo plano, sí que puede hacer un poco de ruido, sobre los 31-32 dB. Se notará que está ahí si la casa está en silencio, pero durante el día normalmente no. Si el equipo se mueve detrás del monitor o debajo de la mesa, normalmente no se le debería de escuchar salvo que se haga trabajo pesado con el procesador.

Conclusión

Este modelo de LarkBox S de Chuwi cuenta con un bonito diseño externo con iluminación ARGB que llamará la atención de algunos consumidores. Pero al final no es un equipo para jugar, sino para trabajar, consumo multimedia y navegar, porque el procesador que incluye es bueno pero da para lo que da, y en eso incluyo la iGPU. La falta de un Thunderbolt es una pena porque habría permitido el uso de una tarjeta gráfica externa, pero el bajo precio, sobre los 260 euros, compensará a los usuarios a los que va dirigido.

Con un volumen de apenas 0.6 L lo convierte en muy compacto. A pesar de ese tamaño, aunque en carga completa su ventilador puede hacer algo de ruido, es muy bajo y no molestará. En el día a día al ventilador no se le escucha nada de nada, así que los que lo usen para ofimática o reproducción de vídeo mantendrán su tranquilidad intacta. La inclusión de un USB-C con vídeo, datos y carga del dispositivo es también superpráctico. Para el tipo de usuario al que va dirigido, es un dispositivo ideal.

Se puede comprar en la web de Chuwi por unos 263 euros.

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