Análisis: MSI Modern 15 H AI C1MG review en español

Dentro del variado catálogo de portátiles que tiene MSI se encuentra la serie Modern que está más orientada a trabajadores de oficina. El Modern 15 H AI C1MG es además un modelo con un Core Ultra 100 con una iGPU en condiciones como es la Arc Xe 8, y mantiene por lo general un diseño discreto y no es excesivamente pesado. Es un modelo todoterreno que podría ser interesante más para empresas que para particulares.

Inspección visual y características

Modern 15 H AI C1M - Live in Everyday Passion | MSI

El Modern 15 H AI C1MG de MSI llega junto a unos libretos de información del equipo y un cargador de 90 W con conector tubular porque es un equipo que en carga completa consume bastante menos de lo habitual debido al procesador y a que no incluye tarjeta gráfica dedicada. El procesador es un Core Ultra 100 con integrada Arc Xe, por lo que es un buen procesador, más centrado en una mejor relación potencia-consumo.

Mide 359 mm × 241 mm × 19.9 mm y pesa 1.9 kg, por lo que es un tamaño normal y no especialmente ligero. El diseño es discreto para un uso mayormente de oficina. Se nota una construcción sólida, con una carcasa hecha de plástico. En la tapa está el logo de MSI. En la parte inferior hay unas pequeñas patas de goma para alzarlo, y se puede ver a través de una rejilla los tres caloductos y doble ventilador de su sistema de refrigeración.

Cuenta con una pantalla IPS de 39.6 cm (15.6 in) de diagonal con una resolución de 1920 × 1080 píxeles y un refresco de solo 60 Hz. Es una pantalla de calidad mediocre, de colores apagados. No cubre por completo ninguna escala de colores, e incluso de la sRGB está por debajo del 70 %. Aunque la temperatura es correcta, los colores se notan apagados, y algunos como los verdes se notan raros. Los alatavoces estéreo son de buena calidad y baja distorsión a alto volumen. Hay una cámara HD de calidad mediocre con tapa de seguridad.

El procesador integrado es un Core Ultra 7 155H, de buena potencia, que puede funcionar hasta a 45 W sostenidos. El equipo incluye 32 GB de DDR5-5600 y 1 TB de almacenamiento PCIe 4.0. Solo hay una ranura M.2 2280, y la memoria está situada en dos ranuras SO-DIMM por lo que se pueden cambiar los módulos incluidos por otros de mayor capacidad o menor latencia.

En cuanto a los conectores, en la parte izquierda hay un HDMI 2.1 —puede funcionar a 4K y 144 Hz sin problemas a pesar de lo dicho en la web de la compañía—, un USB 3.1 tipo C, un USB 3.0, una toma de audio de 3.5 mm, y una toma circular de cargador. En la parte derecha hay dos USB 3.0 y un lector de tarjetas micro-SD. Incluye Wi-Fi 6E y Bluetooth 5.3. La batería en esta ocasión es de solo 39.3 Wh, que debido a los modos de uso y el bajo consumo del procesador Core Ultra la autonomía va a ser más bien normal.

En cuanto al teclado, está bien, con unas teclas algo duras pero me ha costado poco acostumbrarme a él. Me sigue sobrando la inclusión del teclado numérico, pero eso es una cuestión de gustos personales. El panel táctil es normal. Da buena sensación al toque aunque no es el más preciso que he probado, y la sensación de los clics no es la mejor.

Rendimiento del procesador

El procesador de este portátil es un Core Ultra 7 155H de arquitectura híbrida, el cual incluye seis núcleos P (rendimiento) a 1.4-4.8 GHz, ocho núcleos E (eficiencia) a 0.9-3.8 GHz y dos núcleos LP (bajo consumo) funcionando a entre 0.7-2.5 GHz. En total cuenta con veintidós hilos de ejecución, que para el tipo de equipo que es da excelentes resultados. El consumo está situado en 28 W a frecuencia base.

Tiene además una unidad de procesamiento neuronal (NPU) similar a la que se lleva usando desde hace años en móviles o en los Mac. Es una unidad mucho más eficiente para ciertas cargas de trabajo, por ejemplo inferencia o ciertos tratamientos de imágenes. Ahora han cobrado relevancia por su uso con las inteligencias artificiales generativas. La NPU de este modelo tiene una potencia de cómputo de 19 TOPS en FP32.

El modelo analizado incluye 32 GB de memoria DDR5 a 6400 MHz en dos SO-DIMM. Hay un recorte de rendimiento por el lado de los subtiempos, que son especialmente altos y que llevan la latencia por encima de los 135 ns. No se notará en tareas del día a día, pero en juegos y ciertas cargas profesionales sí que va a penalizar bastante al rendimiento.

Las siguientes pruebas las obtengo con los equipos al máximo de rendimiento si tiene varios perfiles de funcionamiento. En este caso, como explico más abajo, las he tomado en el modo 'extremo rendimiento' de Center, además de que me aseguro de que el procesador esté caliente ejecutando varias pruebas previamente antes de tomar los valores finales, eliminando la entrada del turbo oportunista de los procesadores de Intel. En general la parte de CPU tiene un rendimiento bastante alto, quizás algo limitada por la refrigeración con que cuenta el equipo. El consumo sostenido del procesador no pasa de los 20 W.

Cinebench R23

Cinebench 2024

AIDA64

7-ZIP

Corona 10

Blender 4.2

Rendimiento gráfico

Además de una reducción del consumo, estos Core Ultra también mejoran sustancialmente en el terreno de la unidad gráfica integrada. En este caso incluye una Arc X^e 8 de ocho núcleos X^e y por tanto 1024 sombreadores que funcionan hasta a 2350 MHz, lo cual arroja una potencia de cómputo de 4.8 TFLOPS, más del doble que la proporcionada por el anterior procesador.

Aquí hay un primer tirón de orejas serio a MSI debido a que RBAR no está implementado en el Modern 15 H AI. Eso limitará notablemente su rendimiento gráficos, principalmente en juegos. El segundo tirón de orejas es por la DRAM incluida con una excesivamente alta latencia, lo cual también perjudicará notablemente a los juegos. Y es una pena, porque la Arc X^e 8 es una iGPU muy competente para jugar a FHD en calidad baja en muchos juegos, y más apoyándose de XeSS o FSR.

Esto hace que el rendimiento en juegos caiga. Por ejemplo, el Swift Go 14 de Acer tiene RBAR y una memoria de bastante menor latencia y tiene sobre un 25-30 % más de rendimiento gráfico. Que aun así va a dar más rendimiento que la Iris Xe G7, por ejemplo, pero en lugar de dar el doble de rendimiento se queda en un cincuenta por ciento más. Es una pena, pero bueno. Los juegos no es la orientación del equipo, pero estas dos cosas también afectarán a ciertos usos profesionales, aunque menos.

Blender 4.2

En Blender 4.2, una prueba de renderizado, da bastante más rendimiento que usando la CPU, pero aun así tiene un rendimiento limitado.

Pantalla

La pantalla del equipo es de tipo IPS, con una diagonal de 39.6 cm (15.6 in) y tiene una resolución de 1920 × 1080 píxeles. Tiene un refresco de 60 Hz, que sabe a poco para su precio, y un tiempo de respuesta de 5 ms. El acabado de la pantalla es en mate capaz de gestionar bien los reflejos cuando no se puede controlar en dónde se va a usar. El brillo máximo que alcanza es de unos 250 nits.

La cobertura de color es solo correcta para un portátil de su precio. No es apta para uso profesional. Tras un proceso de calibración a unos 160 nits, el panel cubre el 63.5 % de la escala sRGB, el 44 % de la Adobe RGB, y el 45.2 % de la DCI-P3. Se nota que a los colores les falta saturación, por lo que se notan apagados. La precisión del color es baja. El contraste estático es de 900:1, que es igualmente bajo. La pantalla para un uso general es aceptable, pero no es una buena pantalla.

Almacenamiento

La unidad de almacenamiento de este portátil es una SN560 de Western Digital, un modelo de OEM en formato M.2 2280, con una capacidad de 1 TB. Tiene una interfaz PCIe 4.0 ×4 con NVMe 1.4, siendo de buen rendimiento aunque no sea la más rápida PCIe 4.0.

En CrystalDiskMark 8 da un buen rendimiento, alcanzando los 4982/3481 MB/s de lectura/escritura aleatoria, mientras que la aleatoria es de 756/652 MB/s, con el peor caso siendo de 59/243 MB/s. Son valores buenos para la orientación de la SSD y este equipo de MSI.

Autonomía

La batería de este portátil es de 39.3 Wh, que da para un uso normal teniendo en cuenta el bajo consumo en el día a día del procesador. El cargador incluido tiene toma tubular siendo de 90 W y pequeño tamaño. Tiene un perfil interesante 'eco silencioso' que minimiza el consumo del procesador a 10 W, como explicaré en el siguiente apartado, y eso beneficia a la autonomía.

En el modo 'equilibrado' en un uso intenso puede aguantar un par de horas, mientras que en el 'eco silencioso' podría aguantar sobre las ocho horas porque el consumo máximo del equipo entero es de 23 W y eso es lo que consumen muchos portátiles con una tarjeta gráfica RTX 4060 sin hacer nada. El problema es que en el modo 'eco silencioso' el rendimiento máximo es bajo aunque va fluido la mayor parte del tiempo.

En el día a día va a durar suficiente en un uso normal. Reproduciendo vídeo desde internet puede aguantar sobre las seis horas con la pantalla a unos 160 nits, y haciendo tareas variadas que exijan un poco de procesador puede aguantar sobre las cinco horas. La autonomía es decente pero tampoco es la mejor del mundo.

Temperaturas, consumo y ruido

El interior de este equipo tiene un diseño con una refrigeración sencilla, con dos ventiladores juntos en el lado derecho y triple caloducto de cobre. En general el equipo no hace mucho ruido debido a que la TDP máxima de la CPU es de 45 W sostenidos, y puede ser bastante menor según el perfil elegido en Center entre el 'eco silencioso', el 'equilibrado' y el 'extremo rendimiento'.

En el día a día el equipo puede ser totalmente silencioso con el modo 'eco silencioso', y solo se nota una ligera pérdida de fluidez esporádicamente. Es un modo con un consumo del equipo completo de 23 W, por lo que eso beneficia a la autonomía. Es la primera vez que veo que un modo 'silencioso' de un portátil de MSI es realmente silencioso.

El problema es que en este modo pierde hasta un 79 % de rendimiento frente al perfil de mayor rendimiento. En el modo 'equilibrado', que básicamente es silencioso o muy bajo ruido el 99 % del tiempo en el día a día, el rendimiento es bueno, y el procesador funciona a los 28 W base del Core Ultra 155H. Se me hace muy raro que haga siquiera ruido con tan bajo consumo, porque otros portátiles de la compañía no lo hacen, pero eso demuestra que la refrigeración, a priori aparentemente decente, no lo es tanto.

De hecho el problema que tiene es que al exigirle al equipo la parte del teclado se caliente mucho. En carga completa llega a los 48 ºC (∆10 ºC) en la zona de las teclas WASD o las de función, lo cual puede plantear cierta incomodidad en el uso. En el modo 'extremo' la situación es peor, llegando a los 52-54 ºC en la zona WASD del teclado a carga completa, o incluso sobre los 46-48 ºC en este modo haciendo tareas ligeras. Así que lo mejor es usar el equipo en el modo 'equilibrado' para que no se caliente de más el teclado. Es un aspecto que, pese al bajo consumo del procesador, es muy mejorable.

Conclusión

El Modern 15 H AI C1MG de MSI, en la configuración indicada, es un equipo bastante normal vendido a un precio elevado. El procesador Core Ultra 7 155H es bueno para la orientación generalista que tiene, pero dista de ser el mejor del mercado. En la configuración de consumo que tiene para este equipo, incluso el Core Ultra 9 185H que tiene misma configuración de núcleos puede ser en portátiles de precios similares un 20 % más potente.

Entiendo que MSI lo hace para ofrecer un equipo que tiene un bajo ruido en carga completa, y por ese lado cumple perfectamente. Alcanza los 44 dB en el perfil de rendimiento 'extremo' en carga completa, aunque en el día a día tiene tendencia a activar y desactivar los ventiladores en cuanto se haga algo, lo cual puede resultar molesto, pero solo un poco. El perfil 'equilibrado', con un ruido solo algo menor de 42 dB en carga completa, es generalmente de muy bajo ruido en el día a día en comparación y es el que mayormente he usado para probar el portátil.

El perfil 'eco silencioso' es realmente silencioso, pero pierde un 71 % de rendimiento respecto al 'equilibrado', o un 79 % respecto al 'extremo'. Sirve para conservar la batería porque el consumo máximo del equipo completo es de apenas 23 W, y el ruido siempre es inferior a 30 dB. Prácticamente no se nota una pérdida de fluidez en el día a día abriendo aplicaciones, navegando, usando programas de ofimática o reproduciendo vídeos, por lo que se podría funcionar con él sin problemas. Es la primera vez que veo que el pefil 'silencioso' de un portátil de MSI realmente es silencioso, por lo que por ese lado me parece un avance.

La unidad gráfica del procesador es una Arc Xe 8 de buen rendimiento máximo, pero que en este equipo está lastrada por las dos cosas que he comentado anteriormente: que la memoria no tiene activado RBAR, y es DDR5 de alta latencia. Al final se deja un 25 % de rendimiento frente a equipo con una Arc Xe 8 con RBAR y DDR5 de mejor calidad. Aun así, es mejor que la previa Iris Xe G7, pero sabe a poco para lo que podría alcanzar. Se puede jugar a una variedad de títulos a FHD y 30-60 f/s, y para trabajo profesional tiene prácticamente el doble de rendimiento que la CPU. Pero que no se pueda activar RBAR es extrañísimo en estos tiempos porque no es algo nuevo.

En cuanto al resto del equipo, su calidad de fabricación es buena y en la línea de lo que hace MSI. Es un equipo de construcción sólida, con cierta resistencia a caídas, buena variedad de puertos, y carga de hasta 100 W por un USB 3.1 tipo C que podría haber sido un Thunderbolt 4, y más por el precio que tiene. La autonomía es solo normal por la pequeña batería que tiene, puede mejorarse si se activa el perfil 'eco silencioso', que aguantará haciendo cosas ocho o más horas fuera de casa. La pantalla es un poco decepcionante teniendo en cuenta el precio, porque ni siquiera cubre la escala sRGB y por tanto no es un equipo para ningún uso de diseño.

Puntuación