Nintendo suele renovar sus consolas portátiles a lo largo del tiempo con multitud de versiones, y si bien la Switch llegó a principios de 2017, puede que el próximo año tenga su primera renovación. Al menos según indica The Wall Street Journal, citando fuentes de la cadena de producción de la compañía. Pero los detalles de las mejoras que pueda presentar son más bien limitados en este momento.
Se habla sobre todo de cambios en su pantalla, ya que Nintendo estaría trasladando la producción de Japan Display Inc. a otra compañía, si bien podría estar motivada por el hecho de que JDI está reorientándose a pantallas OLED. Aparentemente, Nintendo ni siquiera tiene decididos qué otros cambios tendría la renovación, más allá de su intención de llevar al mercado un modelo renovado en 2019.
Todo podría quedarse en mejorar la seguridad de la consola, ya que la mayoría de las que se han vendido hasta ahora tienen un fallo crítico en la ROM de arranque que las desbloquea para usar juegos pirateados. A estas alturas sería contraproducente aportar un modelo con mayor potencia gráfica, si bien tampoco se puede descartar por la necesidad de Nintendo de no quedarse descolgado en este terreno, y podría ser también una forma de estimular las ventas de la nueva versión de la Switch.
Vía: Ars Technica.