Ha llegado el día amigos. Recordad que si un servicio es gratis, el consumidor es el producto. Es algo que prácticamente todos los que usamos la tecnología a diario aceptamos sin problemas; las empresas ofrecen algo a cambio de, principalmente, nuestros datos o de mostrarnos publicidad. Como digo, es algo tan interiorizado en la sociedad de hoy en día que nadie suele quejarse por ello. El problema es cuando las compañías cruzan ciertos límites a modo de prueba, como un niño que juega hasta ver dónde puede saltarse las reglas antes de que sus padres le pillen, y nadie hace nada al respecto.
El origen de mi claro enfado ha sido el comiendo de una fase de pruebas por parte de Facebook para introducir anuncios en los juegos de Oculus VR, según ha confirmado en una entrada en su blog oficial. La compañía, que posee Oculus VR desde hacer unos años, genera la mayoría de sus beneficios gracias a la publicidad que maneja su red social, y usa los datos recopilados sobre los usuarios para mostrar publicidad más ajustada al perfil de cada uno, algo que también hará en este caso.
Por supuesto, la compañía ha quitado hierro al asunto diciendo que mantendrá sus ajustadas políticas de privacidad, que no usará determinada información personal (imágenes que toman los sensores, género del jugador o conversaciones privadas), y que estos anuncios aumentarán los beneficios de los desarrolladores de los juegos (y de Facebook, claro). Quizás sea una forma de saltarse los micropagos ahora que lo pienso, pero personalmente esta es una línea que no quiero que crucen ni ahora ni nunca.
Fuente: Blog oficial de Oculus VR.