En la mentalidad gabacha de los directivos de Ubisoft suena genial toda la propaganda despiertita que están plasmando en sus juegos. Lo cual no estaría mal si se centraran tanto en ello como en hacer buenos personajes e historias, pero no se pueden cumplir con la agenda woke y hacer buenos productos. Así que tras el fiasco de Star Wars: Outlaws, la compañía ha retrasado el lanzamiento de Assassin's Creed: Shadows ante el previsible descalabro que iba a suponer su lanzamiento en noviembre. Y entre esto y otras pifias de calado, los inversores de Ubisoft están inquietos, así que buscan que la compañía se venda al mejor postor.

No es la primera vez que surje algún rumor en esta dirección, pero ahora mismo con la consolidación en proceso del sector, hay muy pocas empresas que pudieran comprar Ubisoft. De hecho, fácilmente solo dos: Sony y Microsoft. Dudo que a la primera le interese la mierda que saca Ubisoft, y la segunda no pasa por su mejor momento y todavía no ha amortizado la compra de Activision Blizzard King. Aunque con las acciones de Ubisoft en mínimos de los últimos diez años, sería una compra relativamente barata.

Ante la pifia de Outlaws y el retraso de Shadows, la directiva de Ubisoft ha tenido que revisar las cifras económicas para el presente trimestre fiscal, desde los iniciales 500 millones de euros hasta los 350 millones. Un buen recorte que no ha sentado nada bien a los accionistas e inversores, poniendo nerviosos a todo el mundo por la dudosa calidad de los últimos productos de la compañía. Tanto que una de las firmas de inversión con un uno por ciento de Ubisoft habla de venderla a algún gigante chino del videojuego como Tencent. Lo cual a los eurounionistas despiertitos les puede causar urticaria solo de leerlo, pero ya se sabe, «si despiertas te arruinas». Si no que se lo pregunten a Disney que está pegando un giro de ciento ochenta grados en toda su agenda política.

Vía: TechSpot.