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Tras años de una cierta permisividad frente a las criptodivisas, China finalmente ha tomado la decisión de acabar con las enormes operaciones de criptominado del país. Se alegan razones de blanqueo de capitales y otros ilícitos, pero también está relacionado con los problemas energéticos y apagones que ocurren en el país. En los últimos tiempos China ha sido la principal potencia criptominera del mundo, pero incluso antes de esa campaña que ha iniciado su Gobierno contra las criptodivisas ya estaba perdiendo terreno.

El sector chino de la criptominería pasa por un momento peliaguado tras la campaña contra él que ha emprendido el Gobierno del país. Se han cerrado decenas de macrooperaciones de minado a lo largo y ancho del país por distintas razones que incluyen evitar el blanqueo de dinero, su uso en negocios ilícitos y reducir el consumo de energía del país. Algunas operaciones se han movido a otros países con energía barata, pero la mayoría han optado por vender sus equipos lo antes posible.

Desde hace semanas algunos distribuidores y asociaciones de empresas de distribución están avisando del aumento de chips falsificados debido a la sobredemanda de chips por la que pasa el mundo entero. Ahora el problema se empieza a ser más visible con algunos sondeos de mercado que se están realizando en China, un país en el que la circulación de productos falsificados es un problema común.

La nueva geopolítica está poniendo el foco en Oriente y la dependencia que Occidente tiene en la producción de chips en la región. Los países de la Unión Europea y EE. UU. están buscando expandir el número y capacidad de producción de las fábricas de semiconductores viendo que China está buscando la autosuficiencia de producción. Por eso no es raro que el Gobierno de los EE. UU. proceda a presionar a compañías como TSMC para que reconsideren la expansión de producción que pueda beneficiar a China.

Las empresas chinas de diseño de semiconductores han conseguido avances importantes en los últimos años gracias a la inversión gubernametal pero también hay empresas que han tenido mucho éxito recurriendo a los circuitos habituales de financiación. Una de ellas es Biren Technology, empresa fundada por veteranos del sector de los procesadores gráficos y la inteligencia artificial, y cuyo primer chip está orientado a la inteligencia artificial.

Si bien se suele poner la atención en los procesos litográficos más punteros, la inmensa mayoría de chips se producen con litografías poco punteras. Por cada chip fabricado a 7 nm se fabrican cientos con litografías por encima. Las estructuras menos sensibles a reducciones de litografía son los transistores usados en procesadores, y las más sensibles suelen ser las usadas en sensores que tienden a fabricarse en litografías superiores a los 28 nm. Pero en torno a los 14 nm se fabrican chips de memoria NAND y DRAM, además de todo tipo de procesadores generalistas, y es donde China va a poner la mira en el próximo año.

La criptominería ha vuelto a estar detrás del desabastecimiento de tarjetas gráficas en los últimos seis meses, con una gran ayuda de Elon Musk que ha manipulado en su beneficio tanto el bitcóin como el dogecóin. Como no es un mercado regulado, la especulación está permitida, pero sigue siendo moralmente reprochable. Donde empieza a estar algo más controlado es en China, al menos el apartado del criptominado, ya que en la provincia de Sichuán se está llevando a cabo redadas contra las operaciones a gran escala de critpominería.

Los principales productores de chips tienen planes agresivos de expansión de producción pero China se lleva la palma porque en los últimos años ha invertido cantidades ingentes de dinero para no depender de terceros países. El efecto se empieza a notar sustancialmente ya que en lo que va de año China ha producido más de 140 000 millones de chips, lo que supone un fuerte aumento de en torno al 48 % respecto a los cinco primeros meses de 2020.

Una de las últimas decisiones de la era Trump fue la inclusión de Xiaomi en la lista negra comercial. El motivo fue similar al de otras empresas chinas: que el Ejército chino las controlaba directa o indirectamente. Eso llevó al Departamento de Defensa a incluir a Xiaomi en esa lista negra, lo cual vetaba entre otras cosas la inversión de estadounidenses en la compañía. Ahora Xiaomi y el Departamento de Defensa han llegado a un acuerdo para sacarle de la lista.

Iluvatar CoreX, una filial de Tianshu Zhixin Semiconductor, está dispuesta a combatir a NVIDIA, AMD e Intel en el terreno de la computación de propósito general mediante unidades de procesamiento gráfico (GPGPU) con el modelo llamado Big Island. En enero anunciaba que había terminado el desarrollo de su GPGPU fabricada a 7 nm dando ciertos datos de la misma, pero ahora ha mostrado su diseño con algunos detalles más. Pero la noticia es que la tarjeta ha entrado en producción.