El sensor de proximidad es uno de los elementos invisibles pero imprescindibles de los teléfonos actuales, es el encargado de apagar la pantalla cuando el teléfono se sitúa cerca de la cara (al hacer una llamada por ejemplo) para así no colgar al tocar con la mejilla la pantalla de forma accidental. Y a pesar de todo, a casi todo el mundo le ha pasado eso alguna vez.
Menos mal que vienen los ultrasonidos al rescate de la mano de Elliptic Labs, que ya tiene experiencia con el uso de estos, como ya demostró en el CES de 2014 manejando un tableta sin tocarla. Ahora quiere aplicar esa tecnología para sustituir los sensores de proximidad basados en infrarrojos que tanto fallan, usando el mismo principio de emitir unas ondas de ultrasonidos que rebotan contra el objeto y son recibidas de nuevo por el sensor del teléfono, detectando que hay algo cerca de la pantalla del teléfono.
La sustitución de ultrasonidos por infrarrojos supondría una mejora de latencia, precisión y facilidad de instalación, mientras se reducen los costes de instalación y se mantiene el consumo de energía, factores que las compañías fabricantes seguro que ven muy atractivas. Elliptic Labs espera que los primeros teléfonos que usen ultrasonidos estén en el mercado este mismo año.
Vía: The Verge.