Bien entrados en el ciclo de la actual generación de consolas, las compañías ya deberían tener planes de renovarlas. Eso suele pasar por ofertar nuevas versiones más pequeñas y con el mismo rendimiento, cuya presentación en el caso de Microsoft ocurriría durante el E3 que se celebrará a mediados de junio.
Esa versión sería una Xbox One más pequeña, que mantendría el rendimiento para la actual generación. El armatoste que es la Xbox One en comparación con la PlayStation 4, sin tener en cuenta que además su fuente de alimentación es externa y más ruidosa, necesita un buen repaso de diseño.
Pero lo más interesante llegaría en 2017, con una versión más potente con nombre en clave Scorpion. Este modelo sería capaz de hacer funcionar las gafas de realidad virtual Oculus Rift, e incluiría un disco duro de mayor capacidad, probablemente 2 TB. Ambos modelos formarían parte del proyecto Helix, con la intención de converger el juego en Windows 10 y Xbox One.
Los directivos de la compañía estarían fomentando que los juegos de Microsoft Studios sean lanzados en ambas plataformas a la vez, algo que ha ocurrido con Quantum Break. La nueva consola sería capaz de ejecutar ciertos juegos a una resolución 4K UHD, y contendría uno de los tres nuevos chips semipersonalizados que AMD tendrá en el mercado el próximo año en productos de sus clientes.
Vía: Ars Technica.