Con la inminente llegada de la generación Kaby Lake, una generación de tránsito hasta que lleguen los Cannonlake a 10 nm en la segunda mitad de 2017, la gran pregunta es si van a traer con ellos una mejora sustancial de rendimiento. Aparentemente no lo traerán, y se centrarán sobre todo en mejor los gráficos integrados y consumo, sobre todo para portátiles y mini-PC.
Un supuesto listado de varios modelos de sobremesa Kaby Lake apuntan a que traerán una mejora de 200 MHz en las frecuencias base de los procesadores y posiblemente de 300 MHz en el turbo. El Core i7-7700K sería de 4,2 GHz de base y 4,5 GHz de turbo frente a los 4 y 4,2 GHz del i7-6700K, con un TDP ligeramente mayor de 95 W en vez de 91 W. El resto de la alineación tendrían mejoras en la misma línea.
Junto a estos procesadores llegarán previsiblemente nuevos chipsets para nuevas placas base, ya que Intel tiene que añadirles soporte a los SSD de tipo Optane con memoria ultrarrápida 3D XPoint. Algunos de estos procesadores aceptarían también memoria DDR4-2400 en vez de DDR4-2133.
Vía: WCCFTech.