Mientras se espera a que lleguen los transistores no lineales en los que la Universidad de Carolina del Norte está trabajando para romper de una vez por todas con la Ley de Moore, unos investigadores de la Universidad de Berkley han preferido seguir con la línea tradicional de miniaturización, pero con un notable salto con el que han logrado saltar por encima de las empresas más punteras del sector.
Se ha logrado fabricar el transistor funcional más pequeño del mundo de tan solo 1 nanómetro de tamaño. Haciendo una tradicional analogía con el grosor del cabello humano, cabrían 80 000 de estos transistores en fila para cubrir su grosor. Actualmente Intel está ofreciendo microprocesadores fabricados a 14 nm, y los de 10 nm, el siguiente salto comercial que va a dar, podría retrasarse hasta 2018. Otras compañías como Samsung ya están proporcionando chips fabricados a 10 nm.
La creación ha sido posible al dejar atrás el silicio como principal material de fabricación de los transistores, optando por nanotubos de carbono y disulfuro de molibdeno (MoS2). Sin embargo, este nuevo logro no logrará salvar la Ley de Moore que físicamente está a punto de llegar a su límite. El problema de la fabricación en silicio se alcanza con los 5 nm donde los átomos que viajan en los transistores sufren el efecto túnel que cubre la mecánica cuántica, haciendo que estos dejen de cumplir los principios de la mecánica clásica.