Un año más, el CES ha sido el escaparate de las tecnologías que van a llegar en la primera mitad del año. Bastantes se han centrado en torno a monitores y televisores con HDR, que es la tecnología que permite mejorar notablemente la calidad de imagen permitiendo una mayor variación de luminancia entre las zonas claras y oscuras. Eso se traduce en colores más vivos y ajustados a la realidad.

Para ello se necesitan monitores con un brillo a partir de 1000 nits, o 500 nits y que tengan un mínimo de iluminación mucho menor. Hay varios ejemplos de ellos en lo presentado, como el Swift PG27UQ de Asus, que además estrena tecnología G-SYNC HDR. Por su parte, AMD también ha iniciado la andadura de FreeSync 2, aunque todavía queda tiempo para que los primeros monitores compatibles lleguen al mercado, y básicamente da soporte al refresco adaptativo con HDR.

La presentación de los nuevos procesadores Kaby Lake de sobremesa y portátiles de alto rendimiento, junto a la presentación de unas más económicas GTX 1050 y GTX 1050 Ti para portátiles, ha llevado a la presentación de una infinidad de equipos por parte de todos los fabricantes. En breve se podrán conseguir portátiles a partir de unos 900 euros que incluyan un Kaby Lake y una GTX 1050, con más potente que las actuales GTX 960M en torno a un precio similar.

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