Intel mostró a principios de enero las primeras unidades de estado sólido (SSD) con memoria 3D XPoint orientadas al consumidor general, después de centrarse inicialmente en el sector empresarial. Sobre todo debido al precio que tienen los SSD con este tipo de memoria, y cuyos beneficios se notan muchísimo más en aplicaciones empresarial o profesionales. Esta serie es la Optane 800p, y llega con modelos de unas atípicas capacidades de 58 GB y 118 GB.
Se venden en formato M.2 2280 y disponen de una interfaz PCIe 3.0 ×2 y usando un protocolo de comunicación NVMe 1.1. Su velocidad de lectura y escritura secuencial es de 1450 MB/s y 640 MB/s, y la de escritura y escritura de archivos pequeños es de 250 000 y 140 000 IOPS, en los modelos de ambas capacidades.
Las ventajas de la memoria 3D XPoint residen en la latencia de lectura y escritura, que en este caso es de 6.75 µs y 18 µs, que es notablemente inferior a la de la memoria NAND habitual de los SSD. De ahí que se le saque partido sobre todo en aplicaciones que hagan mucha lectura y escritura y en el que la latencia de lectura sea importante. También son SSD de bajo consumo, alcanzando los 3.75 W en carga y los 8 mW cuando están inactivos.
El precio del modelo de 58 GB es de 129 dólares y el de 118 GB es de 199 dólares, por lo que son bastante caros y, por características, no tiene mucho sentido comprarlos salvo por algún profesional que les vaya a sacar partido. Pero es un comienzo, y su precio irá bajando con el tiempo y con la llegada de nuevas generaciones. De momento, están lejos de ser una compra recomendable para el sector consumo.
Vía: Guru3D.