Apple presentó hace un par de semanas nuevos MacBook Pro, incluyendo un modelo con un potente Core i9-8950HK. Sin embargo, los análisis iniciales han apuntado a que hay una limitación térmica severa en el equipo, y se ha achacado continuamente a un «sistema de refrigeración deficiente». El problema en realidad se ha visto que se centraba en una limitación considerable en la temperatura de los módulos de regulación de voltaje (VRM).
Pero en última instancia, Apple ha indicado ahora que se trata de un fallo y por ello han distribuido una actualización para los MacBook Pro 2018 para corregir la limitación térmica.
Tras extensos análisis de rendimiento bajo distintas cargas de trabajo, hemos identificado que faltaba una clave digital en el firmware que impactaba en el sistema de gestión térmica y podía hacer que la frecuencia de funcionamiento bajara mucho más de lo necesario bajo altas cargas térmicas en los nuevos MacBook pro.Se ha incluido una corrección para este fallo en la actualización suplementaria de macOS 10.13.6 y es una que se recomienda instalar. Pedimos disculpar a nuestros clientes que hayan experimentado un rendimiento lejos del óptimo en sus sistemas.
La limitación térmica en los equipos con un Core i9 podía ser muy alta, llevando la frecuencia de funcionamiento a niveles que apenas había diferencia de rendimiento entre un Core i7-8750H y el Core i9-8950HK.
Vía: 9to5Mac.