Una de las tabletas más interesantes de los últimos tiempos es la Surface Go. Es una versión descafeinada de la Surface Pro, pero una que da el rendimiento suficiente para las tareas para las que se pueda usar, como el que se le daría a cualquier tableta con Android o iOS. Aparentemente Microsoft habría estado valorando usar algún procesador Snapdragon en su lugar, pero Intel habría pedido encarecidamente a Microsoft que usara sus procesadores en su lugar, según aseguran en PaulThurrot.com.
Tampoco es que creo que Intel tuviera que insistir demasiado. Se ha visto que las tabletas con procesador Snapdragon 835 aportan una gran autonomía, superior a 20 horas de uso normal, pero en las aplicaciones de arquitectura x86 emuladas sobre la arquitectura ARM de los Snapdragon su rendimiento deja mucho que desear. No creo que una Surface Go con un procesador Snapdragon 835 hubiera sido una buena solución para Microsoft sin devolver a primera plana la catástrofe que fue la Surface RT.
En su lugar, Microsoft terminó optando por un procesador Pentium Gold 4415Y para la Surface Go, y la da un buen rendimiento y autonomía, y lo más importante es que no hay que emular nada, por lo que usa la versión completa de Windows 10. Este procesador es de dos núcleos con multihilo, a 1.6 GHz, y una unidad gráfica integrada HD Graphics 615.
Vía: TechSpot.