Hay un concepto bastante generalizado entre ciertos internautas que sitúa a AMD como el mejor competidor en cuanto al precio de sus productos. Puede ser cierto hasta cierto punto, pero hay que valorar cada producto por separado. Por ejemplo, los procesadores FX eran económicos porque eran una castaña bastnte peores en consumo y potencia mononúcleo respecto a los Core de Intel. Sus tarjetas gráficas en general no tienen nada que envidiar a Nvidia, salvo por el detalle de que consumen bastante más y eso lleva a más calor, más ruido y mejor fuente a poner en un equipo.
Tras varios rumores de los Ryzen 3000 de sobremesa la gente se ha encontrado exactamente lo que pronostiqué: que se venderían al mismo precio que los Ryzen 2000 a los que sustituirían, pero con ese 15 % extra de las IPC (instrucciones por ciclo) que parecía que iba a tener la arquitectura Zen 2. La mejora de las IPC era en parte proveniente de rumores pero también de comentarios de AMD, por lo que era lógico que no tocaran las frecuencias de funcionamiento.
Y es que la situación en el mercado de los procesadores es la que es: Intel tuvo un momento en el que el Core i7-8700K estuvo por 260 euros en mayo del año pasado, y llegó a estar a 450 euros. Por tanto, y como AMD no es una hermanita de la caridad, era una oportunidad única para mantener precios y hacer dinero de verdad con sus procesadores Ryzen. Eso lo estudié en la evolución de los precios de los Ryzen 2000 desde que llegaron al mercado, y su precio no ha variado hasta poco antes del anuncio de los Ryzen 3000 de sobremesa.
Cuando llegaron los Ryzen 1000, AMD tenía que demostrar que podían ser una alternativa a los Core de Intel, pero llegaron con multitud de problemas: perfiles de energía en Windows, dificultad para usar módulos de más de 2666 MHz, y una menor potencia mononúcleo que podía perjudicar el rendimiento de las tarjetas gráficas más potentes. Por eso los Ryzen 1000 fueron un impás en el mercado, un cambio de percepción de AMD como «mala y barata» en los procesadores a algo así como «quizás decente, y barata». Los Ryzen 2000 han asentado la percepción de «buena y barata» pero solo por comparación con unos Core muy subidos de precio por los problemas de producción de Intel. Pero eso puede cambiar próximamente, o quizás no tanto.
Aparentemente el director ejecutivo de MSI, Charles Chiang, ha dicho que los precios de las placas base X570 van a ser caros, teniendo en cuenta que es el chipset que permitirá usar los canales PCIe 4.0 que incluyen los procesadores Ryzen 3000. Y es la única novedad de verdad que tienen esas placas base, salvo quizás el uso de memoria de mayor velocidad que puede que no esté disponible en las placas base X470, limitadas a 3200-3400 MHz por su sistema de alimentación, mientras que las X570 están siendo anunciadas como que alcanzarán los 4400 MHz. Poco reclamo para comprar las X570.
Puede que AMD haya tomado nota de ello porque no va a distribuir el AGESA con compatibilidad con PCIe 4.0 en placas base de serie 300. En un principio dijo que lo dejaría en manos de los fabricantes de placas base, pero quizás le hayan presionado para que lo quite totalmente o de otro modo no hay mucho sentido desarrollar placas base X570. Porque al igual que hay placas base X470 baratas, las hay caras y que tendrían el sistema de alimentación necesario para usar los canales PCIe 4.0 sin demasiados problemas.
Además, el director ejecutivo de AMD ha dicho que AMD va a dejar de ser la «alternativa económica» en los procesadores porque están intentando que las X570 estén orientadas a la auténtica gama alta, y eso significa que de 150 euros puede que estas placas base no bajen. Por ese precio se pueden obtener placas base Z390 de chipset Intel bastante buenas, pero sin PCIe 4.0.
En general, Chiang dice que la AMD de ahora no es la AMD de hace dos años, porque «no está en una posición de desventaja frente a Intel». Puesto que el X570 es un chipset diseñado por AMD y no por ASMedia, ha tenido un coste de desarrollo superior para la compañía, reflejado en un precio de venta mayor, y con un consumo de 10 W frente a 3 W del X470. A lo que añado que la innovación tiene un coste.
Con esta noticia las webs que promulgaban que AMD iba a vender los Ryzen 3000 de sobremesa a un precio que rompería el mercado —léase «a precio muy, muy bajo»—, diciendo que AMD haría una gran estrategia con ello siguiendo su espíritu de aportar buenos productos a bajo precio, han pasado al lado de que la compañía es un dechado de sensatez con esta decisión. O apoyáis un lado o el otro, pero el doblepensar es una técnica que saca los colores a los blogueros.
Como he comentado antes, viendo lo que se avecinaba con la arquitectura Zen 2 y la situación de Intel y sus 14 nm++++++ era poco justificable que AMD vendiera los Ryzen 3000 a muy bajo coste. Pero la cuestión está en que no esperéis que bajen de precio cuando toquen el mercado. Preveo que se mantendrán al PVPR anunciado, y que incluso pudieran subir algo o mucho en función de si Intel es capaz de cubrir la demanda de sus procesadores en un corto espacio de tiempo o no.
Porque en realidad, que te vendan un Ryzen 5 3600 por 200 euros y que va a competir con un Core i7-8700K que estuvo a 260 euros hace un año son buenas y malas noticias para el sector. Son buenas porque al menos va a haber una alternativa de precio razonable ahora, pero no va a motivar a AMD a bajar los precios. Son malas porque AMD deja de ser la opción económica porque ya no tiene nada que demostrar, como ha ocurrido con los Ryzen 2000 que solo ahora han bajado de precio para hacer hueco a los Ryzen 3000. Pero sigue siendo más económica que Intel, pero no absurdamente económica como ocurriera con los Ryzen 1000 o los FX.
Es difícil de prever cómo evolucionará el mercado porque hay varios factores muy volátiles en la coyuntura internacional. Por ejemplo, EE. UU. está a punto de entrar en recesión y eso sin duda arrastraría a todos los países —más paro, menos consumo interno, etc.—. Pero China, de no llegar a algún acuerdo con EE. UU., podría aumentar los aranceles de productos tecnológicos o tomar medidas como el de dejar de exportar tierras raras, de imprevisibles efectos.
Además de los aspectos políticos, Intel no parece que esté consiguiendo cubrir la demanda de sus procesadores, por lo que si AMD pasa a tener una mayor demanda de la prevista inicialmente, sus precios van a subir más con la ventaja de que eliminaría presión en Intel que podría llevar otra vez al Core i7-8700K a esos 260 euros o por debajo de esa cota. Eso llevaría a una situación en la que se tendrían procesadores de dos compañías distintas a precios muy parecidos.
No lo veo nada malo, pero evidencia que AMD nunca fue la alternativa buena y barata, sino la alternativa muy barata porque no tenía productos mejores que los de la competencia, y con ello me refiero a antes de los Ryzen 2000. No entro a valorar las tarjetas gráficas porque eso requeriría un artículo entero como este. Pero en el momento en que AMD tiene un producto potente para el sector de los procesadores, los precios van a ser los que tienen que ser: en función de su competencia directa, y algo más baratos.
Intel solo puede ahora aumentar la producción de sus procesadores para conseguir que bajen de precio y no perder cuota de mercado. Pero puede que eso solo se consiga a mediados o finales del tercer trimestre, cuando los Ryzen 3000 hayan dañado ya a su negocio de procesadores Core.
Sea como sea, lo cierto es que poco importa si AMD deja de ser la «alternativa económica» mientras que sus productos sean buenos y tengan un precio adecuado. El único problema con este es que, si llegaran a una similitud de potencia y precio, Intel y AMD se pusieran de acuerdo bajo la mesa para mantener o hinchar los precios de sus productos en posteriores generaciones. Lo cual es un extremo en realidad preocupante, porque ha ocurrido en el sector de las memorias y los chips NAND recientemente, y en el pasado han ocurrido cosas similares. Pero eso es el futuro. Ahora toca disfrutar de los Ryzen 3000 a partir de julio.
Vía: TechPowerUp.