Análisis: GF63 Thin 9SC-047XES de MSI

Dentro de la variedad de portátiles que tiene MSI en su catálogo, la serie GF está orientada a un público que quiere buenas prestaciones, sin ser excepcionales, a un buen precio pero en un formato ligero y no demasiado aparatoso. El modelo GF63 Thin 9SC cumple con ello al tener solo 1.86 kg de peso, que es bastante menos que los habituales portátiles para jugar.

Para conseguirlo la compañía recurre a un diseño interesante pero básico, va a las características básicas para un portátil para juegos, y conserva características como teclado retroiluminado o tapa y soporte para las teclas hecho de aluminio. A cambio, es un equipo que se conforma con una tarjeta gráfica decente para jugar a 1080p.

Diseño y hardware

El GF63 Thin 9SC analizado en este artículo incluye un procesador Core de 9.ª generación potente como es el Core i7-9750H combinado con una tarjeta gráfica de arquitectura Turing como es la GTX 1650, pero con diseño Max-Q de menor consumo (y potencia). Esto permite un tamaño más compacto del equipo, de 359 mm × 254 mm × 21.7 mm, con un peso de 1.86 kg, en el que predomina la carcasa de plástico, y la tapa de aluminio con un logo de MSI en color rojo.

Es un portátil que se nota ligero, y ciertamente resulta muy interesante por su precio actual de 900 euros. En cuanto a los conectores, incluye en su parte posterior un HDMI 2.0b, en el lateral izquierdo tiene un USB 3.0 y el conector para el cargador, y en el lateral derecho tiene dos de audio de 3.5 mm, dos USB 3.0, un USB 3.0 tipo C, un RJ-45, y un cierre de seguridad Kensington. Para la conectividad inalámbrica también dispone de Bluetooth 5.0 y wifi 802.11ac, por lo que es una conectividad general suficiente para el tipo de equipo que es.

El teclado dispone de teclas con interruptores de membrana de pequeño recorrido, y en una disposición estadounidense con un intro de una línea y con la tecla de mayor/menor desplazada a la derecha de la barra espaciadora, aunque llegue serigrafiado en español de España el modelo analizado.

El tecleo de textos largos con él no se hace incómodo, pero tampoco es el mejor teclado para algo que no sea textos cortos. Tiene un espaciado adecuado, aunque personalmente no es un teclado que me agrade, y teniendo en cuenta que me paso el día escribiendo me costaría acostumbrarme a él. Las teclas tienen retroiluminación roja, con tecla Fn para acciones las adicionales habituales.

El panel táctil resulta interesante, no siendo especialmente bueno pero tampoco malo, y en el día a día servirá perfectamente cuando no se pueda usar un ratón externo, que es lo ideal para usarlo para su función principal de jugar. El deslizamiento de los dedos es fluido, y los clics responden rápido y sin errores.

El modelo analizado GF63 Thin 9SC-047XES incluye también 16 GB de RAM de tipo DDR4 a 2667 MHz en dos bancos SO-DIMM, y cuenta con 512 GB de almacenamiento de tipo PCIe 3.0 ×4 en un M.2 y cuenta con una bahía de unidad de 2.5 pulgadas. El acceso al almacenamiento se hace retirando fácilmente la tapa inferior. La pantalla es de tipo IPS de 15.6 pulgadas con una resolución FHD de una calidad estándar y 350 nits de brillo máximo.

Rendimiento del procesador

Intel suele ofertar sus procesadores a los fabricantes de portátiles con la posibilidad de que tengan un diseño de potencia térmica (TDP) menor de la normal. En el caso del Core i7-9750H eso significa que el fabricante puede solicitar que el procesador tenga menos margen térmico, lo que significa que consumirá menos, y por tanto una refrigeración de portátil más limitada conseguirá mantener unas temperaturas más aceptables o un consumo dentro del que tiene en mente el fabricante.

El Core i7-9750H incluido en este equipo entra dentro de los que están limitados a un TDP inferior de los habituales 45 W —aunque indique ese valor en CPU-Z—, y al final se nota en el rendimiento global, ya que a pesar de que en principio debería ser mejor a un Core i7-8750H de 45 W, en realidad queda por debajo en pruebas como Cinebench R15. En prueba mononúcleo saca unos 185 puntos, que está muy bien para aprovechar al máximo la tarjeta gráfica incluida, pero en multinúcleo se queda en unos 1070 puntos. Un Core i7-9750H de 45 W debería quedar más sobre los 1200 puntos.

Aun así, el procesador es un modelo potente y que para el día a día y para jugar es perfecto y no representará ningún problema para un equipo que en realidad tiene una orientación de equipo de precio contenido.

Rendimiento de la tarjeta gráfica

La tarjeta gráfica incluida es una GeForce GTX 1650 de Nvidia, pero con diseño Max-Q, lo que significa que su consumo está limitado para ajustarse a la refrigeración de este equipo. Puesto que tiene un grosor y peso menor del habitual para un equipo para jugar, la versión Max-Q incluida es la mínima posible.

Eso hace que la frecuencia base sea de 1020 MHz y el turbo de 1245 MHz, frente a los 1395/1560 MHz del modelo estándar de movilidad de la GTX 1650. La ventaja de usar esta Max-Q es que su consumo máximo es de solo 35 W frente a los 50 W del modelo normal, que no parece que sea una gran reducción, pero para el sistema de refrigeración de este equipo hará que la ventilación no se escucha casi nunca.

Almacenamiento y autonomía

Este modelo facilita el acceso a sus tripas quitando la tapa de plástico inferior, con lo que se veerá el sistema de refrigeración, adecuado para lo que se calientan el procesador y chip gráfico, y el resto de componentes de expansión. Incluye dos bancos SO-DIMM, una ranura M.2 y una bahía de 2.5 pulgadas. Este modelo llega con ambas ranuras de memoria ocupadas por módulos de 8 GB DDR4-2667, y la ranura M.2 tiene una SSD de 500 GB de tipo PCIe 3.0 x4.

La SSD es una P1 de Crucial, que es de los modelos más económicos del mercado. Mediante una prueba como CrystalDisk Mark se puede ver que tiene una velocidad adecuada o normal, algo baja en lectura/escritura aleatoria que alcanza los 45/130 MB/s, mientras que la lectura/escritura secuencial alcanza los 1700/1450 MB/s. La única pega en realidad sería que tiene una durabilidad baja con 100 TB, pero las SSD actuales, incluso esta, para el sistema operativo no debería dar problemas en una década. Lo que evitaría sería su uso como caché de programas de diseño como Photoshop.

En cuanto a la batería, es solo de 51 Wh y se proporciona con un cargador de 120 W (19.5 V y 6.15 A). Para el consumo que tendrá el equipo en un uso normal es una batería de tamaño mediano, y necesario para mantener el peso del equipo sobre esos 1.8 kg. La autonomía del equipo se sitúa en torno a las 5 horas de uso, quizás seis, navegando, viendo vídeos y realizando tareas que carguen poco el procesador. La carga total de la batería se alcanza desde cero tras unas dos horas.

Temperaturas y ruido

El sistema de refrigeración del equipo es algo limitado para lo que se suele ver en equipos para juegos, y como se puede ver en la imagen el equipo dispone de un único ventilador con dos caloductos para el procesador y uno para el chip gráfico.

En carga, el ventilador no alcanza grandes velocidades ni genera mucho ruido, y se sitúa sobre los 38 dB. Las temperaturas del procesador sí pueden ser algo altas, y quizás tenga que ver con la limitación de rendimiento que tiene más allá de que sea un modelo con una TDP inferior de la normal, y la unidad gráfica ciertamente no se calienta apenas.

Es un equipo que no destaca por tener una gran refrigeración, pero es más que suficiente para un uso del equipo más de baja sonoridad mientras se juega.

Conclusión

MSI tiene una gran variedad de portátiles para jugar, y este GF63 Thin es un gran modelo orientado a un precio comedido aunque no se puede decir que sea barato. Este modelo concreto está sobre los 900 euros, y por ese precio y características es muy buen modelo. El procesadores Core i7-9750H es muy potente y se usa con tarjetas gráficas mucho más potentes sin problemas, y la GTX 1650 Max-Q incluida tiene buena potencia en juegos a FHD, alcanzando sin demasiados problemas los 45 FPS en la mayoría de los probados con calidad gráfica ultra, aunque sería aconsejable bajar a calidad alta para alcanzar unos 50-60 FPS estables. En juegos de deportes electrónicos los 60 FPS a FHD y ultra no tendrá problemas en alcanzarlos.

Los portátiles no deberían venderse ya con un disco duro, porque es la mayor fuente de frustración para cualquier consumidor. Cuando se prueba un portátil con una SSD no se vuelve atrás, pero es razonable que en ciertos modelos se incluya un disco duro para proporcionar una alta capacidad de almacenamiento a un menor coste. Pero al precio actual de las SSD, incluso es preferible que no tengan disco duro, se busque un modelo con SSD de 500 GB, y optar por discos duros o unidades de estado sólida que funcionen por USB.

El diseño de esta serie es buena, con buena calidad de fabricación, si bien el teclado no me termina de convencer para teclear, pero no dará problemas a la hora de jugar. La pantalla tiene buena calidad para el precio que tiene, y la conectividad es variada e incluye hasta un USB tipo C que ya no debería faltar en un portátil por la enorme cantidad de móviles y otros dispositivos que usan un USB tipo C. Y debido a la tarjeta gráfica que incluye, la refrigeración hace poco ruido y es más que suficiente para mantener las temperaturas a raya. En general, este modelo, por precio y características, resulta excepcional y muy recomendable si quieres un equipo no demasiado grueso o pesado, y con potencia suficiente para jugar a FHD en calidad alta.