Intel ha puesto a la venta los procesadores Core de 10.ª generación para equipos de sobremesa, o hablando de manera más apropiada ha dado el visto bueno para su distribución completa. Aunque puede que lleguen hoy mismo algunos modelos a algunas tiendas, todavía tardará unos días en estar realmente disponibles en ellas.
Sea como sea, esta puesta a la venta marca también el hito de la publicación de los primeros análisis fiables, y es el momento de valorar lo que aporta el Core i9-10900KF frente al Ryzen 9 3900X. Si queréis ver todos los procesadores Core de 10.ª gen. que se ponen a la venta, podéis consultar este otro artículo.
Haciendo un rápido repaso a sus características, el Core i9-10900KF es de 10 núcleos físicos con multihilo (10N/20H) funcionando a 3.7/5.3 GHz de frecuencias base y turbo, y tiene un precio de venta al público recomendado (PVPR) de 472 dólares. El Ryzen 9 3900X es un 12N/24H a 3.8/4.6 GHz y tiene un PVPR de 499 dólares. El PVP de ambos es distinto, teniendo en cuenta que el primer está recién llegado al mercado con un precio de 530 euros y el segundo lleva un año con un precio de 470-480 euros. El Core i9-10900K es el mismo que el Core i9-10900KF pero con una UHD Graphics 630 integrada.
En AnandTech han puesto a prueba los Core i5-10600K, Core i7-10700K y Core i9-10900K, y lo cierto es que son bastante competitivos con respecto a sus rivales de AMD.
En juegos las cosas no están tan claras entre los Core i9-10900K y Ryzen 9 3900X. Sí, el de Intel tiene una ligera ventaja en algunos juegos, e incluso el Core i5-10600K puede tener ventaja sobre el Ryzen 5 3600, pero para que realmente sean procesadores interesantes para jugar, los Core de 10.ª generación deben bajar su PVP para igualar el de los Ryzen equivalentes.
El otro apartado candente es el del consumo. Intel ha reusado por enésima vez la arquitectura Skylake, superoptimizándola, pero eso significa que el consumo sigue en aumento. En una poca realista prueba y-cruncher destinada a forzar la máquina de los procesadores el Core i9-10900K llega a consumir 254 vatios, y eso es solo el procesador. El Ryzen 9 3900X consume en esta prueba unos 142 W, por lo que es una diferencia sustancial. Y repito que es una prueba irreal, y que en juegos o en un uso generalista, incluso haciendo renderizados, se queda más bien sobre los 150 W, con picos de hasta 200 W.