Tengo más o menos claro que Intel ha perdido el norte si tiene que recurrir a crear aún más modelos de procesadores para dar salida a los chips que produce de las obleas de la serie Comet Lake S. Esta infracapacidad de producción que atraviesa desde hace dos años le ha llevado ahora a presentar el Core i9-10850K, que básicamente es una pastilla que no ha conseguido llegar a las frecuencias del Core i9-10900K pero que se queda muy cerca.
De hecho, el Core i9-10850K funciona a 100 MHz menos que el 10900K en todos los escenarios, manteniendo la potencia de diseño térmico de 125 W. No creo que afecte mucho al consumo, porque podría darse el caso de que la curva de frecuencia-voltaje sea peor que la del 10900K y terminen consumiendo exactamente igual —y en el peor escenario, incluso más—.
El Core i9-10850K debe mantener el 97.2 % del rendimiento del Core i9-10900K, al menos sobre el papel y sin saber que haya otros cambios —que no parece que los haya—. Donde sí lo hay es en el precio, cuyo PVPR pasa de 488 dólares a los 453 dólares, y por tanto situándolo solo un poco por encima del Core i9-10900 de menos potencia. Es un 7 % menos de coste por un 3 % menos de rendimiento, que parece un intercambio interesante.
Os diría que llegará a las tiendas algún día en concreto, pero voy a dejarlo en «llegará cuando Intel buenamente pueda».
Vía: AnandTech.