AMD se ha autocoronado como el rey de los procesadores para gaming con los Ryzen 5000, y ya sabéis que odio especialmente el uso de ese anglicismo crudo en español. Es un término que en nuestro idioma mezcla postureo, esnobismo y falta de ideas en la publicidad y está orientado a engañar al consumidor. Pero al fin y al cabo AMD tiene que vender sus productos por encima de los de la competencia, e Intel no es ajena al uso de esa palabra para vender sus Core de 10.ª generación como «los mejores para gaming».
Pero lo que no puede haber es dos reyes en juegos, salvo que haya dos reinos separados. Tengo intención de probar varios Ryzen 5000, pero me ha parecido oportuno empezar por el Ryzen 7 5800X porque por precio se sitúa cerca del Core i9-10850K (nota: debido a la demanda inicial el 5800X está sobre los 610 euros), y este último no tiene casi diferencia de rendimiento respecto al bastante más Core i9-10900K. Aunque, eso sí, para este análisis he usado el 10900K para compararlo con el 5800X porque es el que tenía a mano.
Como es habitual, el análisis se divide en unas pocas pruebas enlatadas de uso general y profesional, y me centro más en las pruebas en juegos, seguido de un repaso a consumos, temperaturas y capacidad de subida de frecuencias del procesador.
Desembalado y características
Lo cierto es que el desembalado del Ryzen 7 5800X no es gran cosa. Este procesador se vende en la habitual caja de los Ryzen, y pesa poco. Tan poco que la mayor parte del interior está vacío, con un par de cartones sujetando el blíster que contiene el procesador contra el lateral desde el que se ve el propio procesador. Me parece un gasto inútil de cartón, y en estos casos, por puro ecologismo, AMD tendría que reducir el empaquetado a lo mínimo imprescindible.
El blíster del procesador es el habitual de plástico que contiene una pegatina de los Ryzen 7, y también hay un certificado de autenticidad y garantía, y una tarjeta que pone «importante, léelo». Esa tarjeta viene a decir que es un procesador para placas base de zócalo AM4 que tengan una versión de BIOS compatible.
El Ryzen 5 5800X tiene unas características que en principio deberían permitir extraer toda la potencia de las mejores tarjetas gráficas del mercado al tener ocho núcleos con multihilo. Ningún juego usa más de ocho núcleos actualmente, por lo que con las afirmaciones de AMD sobre su potencia mononúcleo se podría concluir que es lo máximo que podría necesitar la mayoría de jugones. El problema es que el tope de rendimiento en realidad está en el Ryzen 9 5900X, ya que le saca algo de frecuencia turbo. El Ryzen 5 5800X tiene 3.8 GHz de frecuencia base y 4.7 GHz de turbo, mientras que el 5900X tiene 3.7 GHz de frecuencia base y 4.8 GHz de turbo.
Núcs./hilos
Frec. base
Turbo máx.
Caché N2+N3
TDP
PVPR
Ryzen 9 5950X
16/32
3.4 GHz
4.9 GHz
72 MB
105 W
799 $
Ryzen 9 3950X
16/32
3.5 GHz
4.7 GHz
72 MB
105 W
749 $
Ryzen 9 5900X
12/24
3.7 GHz
4.8 GHz
70 MB
105 W
549 $
Ryzen 9 3900X
12/24
3.8 GHz
4.6 GHz
70 MB
105 W
499 $
Ryzen 7 5800X
8/16
3.8 GHz
4.7 GHz
36 MB
105 W
449 $
Ryzen 7 3800X
8/16
3.9 GHz
4.5 GHz
36 MB
105 W
399 $
Ryzen 5 5600X
6/12
3.7 GHz
4.6 GHz
35 MB
65 W
299 $
Ryzen 5 3600X
6/12
3.8 GHz
4.4 GHz
35 MB
65 W
249 $
El Ryzen 7 5800X cuesta 449 dólares o unos 465 euros, pero ahora mismo hay una escasez y las pocas unidades que se pueden conseguir (a noviembre de 2020) se sitúan por encima de los 600 euros. Hay que esperar a que baje de precio, este y el resto de los Ryzen 5000, para poder valorarlo adecuadamente por ese lado. Pero suponiendo los 465-475 euros que ha estado hasta agotarse, su competidor directo es el Core i9-10850K de Intel, de diez núcleos físicos.
Cambios de la arquitectura Zen 3
AMD no ha dejado nada sin tocar en la arquitectura Zen de núcleo, aunque el cambio más evidente sea la unificación de la caché de nivel 3. Esto hace que los ocho núcleos del procesador accedan todos a la misma caché de 32 MB, en lugar de estar segregada en dos de 16 MB para cada cuatro núcleos. De esta forma el chíplet también reduce las latencias de acceso a la información de los núcleos al poder consultar el total de 32 MB de caché.
Pero además del cambio evidente, la compañía no ha dejado sin tocar nada de la tubería de ejecución normal de un procesador. Eso implica cambios en el predictor de saltos, las tuberías de ejecución de microoperaciones, el ancho de palabra de entrega de operaciones de enteros y coma flotante, mayor ancho de banda en las operaciones de carga y almacenamiento, y muchos otros pequeños cambios que llevan al aumento de las instrucciones por ciclo ejecutadas por el procesador al 19 % alegado por la compañía.
Para la realización de las pruebas de este artículo, y sobre todo las de en juegos, he usado los siguientes equipos (con el enlace a las configuraciones completas):
Para usarlos he procedido a devolver el BIOS a los valores de fábrica y a activar simplemente el perfil de memoria (XMP). En el caso del Ryzen 5 5800X, al ser memoria de 3733 MHz he tocado dos parámetros que es recomendable tocar: el reloj del bus (FCLK) poniéndolo a 1866 MHz desde los 1800 MHz, y la tasa de comandos pasando a ser de 1T en lugar de 2T.
Pruebas de rendimiento general y profesional
Con la mejora del 19 % de las IPC los procesadores Ryzen 5000 tienen precisamente eso, más las mejoras de rendimiento por mejoras de frecuencia. Los Ryzen 3000 de sobremesa alcanzaron a los procesadores de Intel en este terreno, y esta mejora hace que necesariamente sean mejores en el rendimiento por núcleo que los de Intel. Al menos en tareas generales y profesionales que son más predecibles, porque el rendimiento en juegos es más impredecible.
La tónica general de las siguientes pruebas es que el Ryzen 7 5800X supera en rendimiento al Core i9-10900K. No me paro mucho en estas pruebas porque en esta página nos centramos más en los juegos, y al final la idea subyacente es que los Ryzen 5000 son excelentes en este frente del uso general. Al final el precio es lo determinante en el terreno profesional, porque si el 5800X es igual de potente pero cuesta un 20 % más que un 10900K (por poner un ejemplo), al profesional no le tiene por qué interesar más el 5800X. Por eso incluyo en el artículo de los mejores procesadores una gráfica que relaciona potencia y precio.
Las pruebas de rendimiento las realizo seleccionando los preajustes ultra siempre que es posible y si dan la opción. En cuanto al suavizado, no lo pongo más allá de FXAA siempre que se indique claramente el nombre del suavizado usado en los ajustes para así poder compararlo bien con la resolución QHD y 4K, en la que esta última en un monitor estándar de 27 pulgadas sirve de poco la activación de suavizado de bordes avanzados como TAA. Al poner un suavizado de mayor o menor la mejora en calidad visual dependerá del tamaño del monitor y la distancia de uso, y puede haber diferencias a la hora de aplicar uno u otro en función de la arquitectura de la tarjeta gráfica. Tampoco se aplica por igual los distintos suavizados en distintas arquitecturas gráficas, por lo que prefiero quitarlo de la ecuación siempre que pueda. Hay un problema colateral y es que por ejemplo al probar el DLSS en las tarjetas gráficas de NVIDIA habrá menos diferencia al comparar FXAA, un suavizado liviano, con DLSS que si se comparara TAA, un suavizado más intensivo, con DLSS.
También desactivo las características gráficas específicas de cada marca, como la oclusión ambiental HBAO+ de Nvidia o el PureHair de AMD, por el posible impacto negativo que puedan tener en las tarjetas de la marca contraria. Las pruebas se han realizado con los controladores GeForce 456.71 instalados y con los Radeon Software 20.11.1.
Los valores se recogen o bien de los archivos de tiempo de fotograma que generan los propios juegos, como es el caso de The Division 2, o bien mediante la herramienta PresentMon desarrollada por un destacado empleado de Intel. Esta herramienta se engancha directamente a la biblioteca gráfica que se esté usando —DX11, DX12 o Vulkan, entre otras—, dando medidas muy precisas de los tiempos de fotograma. Analizando los datos del archivo generado mediante un script se puede obtener la tasa de fotogramas, y también estudiar sus resultados en distintas gráficas pasándolos a una hoja de cálculo si así se quisiera.
Los valores se toman al menos dos veces por juego, y se cierran todas las aplicaciones y procesos prescindibles mientras se ejecutan para asegurar que no hay nada consumiendo tiempo de CPU en segundo plano. También se desactivan las interfaces de Steam, Connect u otros para evitar conflictos. Además de mostrar la tasa media de fotogramas, incluyo el percentil 99, que es el mínimo de FPS por encima del cual se pasa el 99 % del tiempo el juego. Generalmente, si baja de 30 FPS el percentil 99 se puede considerar como que la experiencia de juego no será totalmente fluida.
Este procesador tiene una potencia de diseño térmico (TDP) o potencia de calor disipada de 105 W, que a pesar de que se mide con la misma unidad que el consumo eléctrico (el vatio) indican cosas distintas. Por eso el consumo de este procesador se sitúa en torno a los 125 W él solo, ligeramente por encima de la TDP, y en realidad no es mal valor porque si se compara con el Ryzen 7 3800X hay una mejora importante del rendimiento por vatio a un consumo similar. En el equipo de pruebas, en juegos como Shadow of the Tomb Raider con la RTX 2080 Ti, el consumo se sitúa entre los 400 a 450 W según el momento, que es más o menos similar a lo que consume un Core i9-10900K con la RTX 2080 Ti en juegos. En carga la temperatura se sitúa sobre los 85 ºC (Δ 60 ºC con la habitación a unos 25 ºC).
En cuanto a la subida de frecuencias, el Ryzen 7 5800X no permite demasiada, aunque siempre está el factor lotería. En mi caso no he podido ponerlo a más de 4700 MHz en todos los núcleos a 1.4 V, y eso apenas son 200 MHz más respecto a los 4500 MHz que suele estar en pruebas como la de Cinebench R20. Aun así, sirve para ganar en esta prueba en torno a un 6 % de rendimiento. En juegos no se nota en exceso, pudiéndose ganar uno o dos fotogramas por segundo en algunos títulos con una RTX 2080 Ti, aunque con una tarjeta más potente como una RTX 3090 quizás se pueda ganar más. Con esa pequeña subida ni el consumo ni la temperatura cambia demasiado. En este caso la temperatura ronda los 90 ºC (Δ 65 ºC).
La siguiente tabla recoge el valor medio de consumo en diez minutos de ejecutar Furmark. Hay que tener en cuenta que el 10900K, como otros procesadores de Intel, tienen al inicio de la ejecución de cualquier carga de trabajo un consumo superior para mantener el Turbo Boost 2.0, y se mantiene según un parámetro Tau, una ventana de tiempo variable según el uso reciente del Turbo Boost 2.0. Es por ello que las pruebas de rendimiento deben ejecutarse durante unos cuantos minutos y después tomar valores. En el caso del Core i9-10900K, ese estado de consumo mejorado alcanza los 250 W durante una tau inicial de 52 segundos, tras lo cual el consumo del 10900K y el 5800X son bastante parecidos. El Turbo Boost 2.0 no se usa salvo que la carga de trabajo sea especialmente exigente. Jugando se incurrirá esporádicamente en el PL2, sobre todo al inicio, porque son cargas de trabajo sostenidas en el tiempo para el procesador y por tanto la tau evitará que se alcance ese PL2 la mayor parte del tiempo.
La falta de competencia en el sector de los procesadores llegó a su fin cuando AMD puso en el mercado los primeros Ryzen hace bastante más de tres años. De hecho, en febrero hará cuatro años que están en el mercado, y han hecho que Intel apriete el culo y plantee mejoras de arquitectura sustanciales. Las cuales está ejecutando, poco a poco, pero en el aquí y ahora AMD es el competidor mejor posicionado e Intel el peor, aunque todavía competitivo a pesar de que la primera usa una litografía de 7 nm y la segunda de 14 nm. Dentro de unos meses, ya veremos cómo está la cosa.
Los Ryzen 5000 vienen a cubrir la diferencia de rendimiento que todavía existía en juegos entre las arquitecturas de AMD e Intel. Y lo hace de la mejor manera posible, porque como se ha visto en este análisis del Ryzen 7 5800X hace un gran aprovechamiento de una RTX 2080 Ti, la cual está a la altura o algo por encima de la más reciente RTX 3070 dependiendo del juego. Aunque según lo visto en las pruebas a altas tasas de fotogramas, el Core i9-10900K sigue siendo el rey. Por poco. Muy poco. Me habría gustado hacer este análisis con la RTX 3080 o RTX 3090, pero toca hacerlos con lo que se tiene en el momento. Cuando haga esos análisis o de las RX 6000 —lo que consiga antes—, incluiré el habitual apartado de comparación por prcesador, por lo que estad atentos a ellos.
Este modelo de Ryzen 5000 tiene algunos peros que hace que me parezca menos interesante que su modelo inmediatamente superior. Por un lado está el coste por núcleo y por otro el tema del consumo. En el caso del Ryzen 7 5800X, es el que peor coste por núcleo tiene de los Ryzen 5000. Lo resumo en la siguiente tabla.
Núcs./hilos
Frec. base
Turbo máx.
Caché N2+N3
TDP
PVPR
Coste por núcleo
Ryzen 9 5950X
16/32
3.4 GHz
4.9 GHz
72 MB
105 W
799 $
66.58 €
Ryzen 9 5900X
12/24
3.7 GHz
4.8 GHz
70 MB
105 W
549 $
45.75 €
Ryzen 7 5800X
8/16
3.8 GHz
4.7 GHz
36 MB
105 W
449 $
56.12 €
Ryzen 5 5600X
6/12
3.7 GHz
4.6 GHz
35 MB
65 W
299 $
49.8 €
Como se ve, el Ryzen 7 5800X tiene un coste por núcleo un 22 % superior al Ryzen 9 5900X, aunque en juegos no se necesita ahora mismo —ni en el futuro cercano— un procesador de más de ocho núcleos. Incluso salvo que se quiera jugar en monitores de 144 Hz tampoco se necesita uno de ocho núcleos y se puede vivir perfectamente con uno de seis núcleos como el Ryzen 5 5600X o incluso un Ryzen 5 3600, u opciones de Intel como el Core i5-10400F. Pero como hay gente que compra el PC para bastantes años, parece razonable que en un futuro haya monitores de 144 Hz de calidad por 150 euros o menos, y siempre es bueno tener la posibilidad de aprovecharlos, aunque si se puede comprar un Ryzen 7 5800X, sería conveniente plantearse comprar un Ryzen 9 5900X en su lugar porque a la larga puede merecer más la pena.
El Ryzen 7 5800X también tiene otra pega y es que consume bastante más por núcleo que el 5900X o el 5950X, y son procesadores con cuatro y ocho núcleos más. Si se mira en análisis de otros sitios como AnandTech, el 5800X en sí consume en esas pruebas casi lo mismo que un 5900X y un 5950X. También consume lo mismo o algo más que el Core i9-10900K mientras se juega. Al 5800X han ido a parar los chíplets malos de arquitectura Zen 3, los de peor curva de voltaje, aunque aun así es un procesador interesante. Y lo será más cuando vaya bajando más de precio. Pero también hace que tenga muy poco margen de subida, aunque con apenas 200 MHz más consigue en cargas de trabajo profesionales un 5-6 % más de rendimiento gratis, a costa de subir el voltaje de 1.15 V a 1.375-1.4 V. Mucha subida de voltaje para tan poco mejora de frecuencias.
La nueva arquitectura Zen 3 es un gran avance para AMD, y es una que estará en el mercado todo 2021 porque no se espera que tenga sucesora hasta 2022. Durante este tiempo, y salvo que Intel consiga desmarcarse con sus próximos procesadores, hay cierto margen para que cada uno compre lo que quiera para equipos de alto rendimiento a los que van dirigidos los primeros Ryzen 5000, ya sea de Intel o de AMD. Al plantearte si compras un Core i9-10850K o un Ryzen 5 5800X, la respuesta sería «compra lo que más te guste».
En tareas profesionales el 5800X tiene más rendimiento por núcleo, pero a mismo precio el 10850K casi no puede dar más rendimiento total a pesar de tener dos núcleos más. Ambos están en el momento de escribir esto a unos 475 euros. Y es que son tan similares que incluso en temperaturas o consumo se portan igual, por lo que no podría decirle a nadie que se decantara por uno u otro por razones que no sean del futuro cercano.
En ello incluyo el PCIe 4.0, que a día de hoy no tiene gran utilidad frente a PCIe 3.0, pero cuando lleguen otras tecnologías como DirectStorage será más interesante, o al menos en los juegos que lo implementen, y para que sea de gran utilidad pasarán varios años. Otra cosa que incluyo en ello es el acceso inteligente a memoria (SAM)al combinar una Radeon RX 6000 con un Ryzen 5000, que es una implementación de una característica antigua del estándar PCIe. Promete en torno a un 5 % más de rendimiento en juegos, pero habrá que esperar a que estén en el mercado las tarjetas gráficas para saber si realmente aportan lo que promete AMD. Pero no hay que perder de vista la competencia de las RTX 30, que el DLSS podría ser determinante para convertir en irrelevante esa diferencia... si es que hubiera más desarrolladores que lo implementaran en sus juegos. Además de NVIDIA ya está trabajando en su respuesta al SAM para procesadores de Intel y de AMD, aunque hay muy pocos detalles al respecto.
Resumiendo un poco lo dicho, ahora mismo no hay ninguna razón por la que comprar un procesador de Intel por encima de uno de AMD, y viceversa. Hay que mirar bastante bien precios, porque los de Intel seguirán bajando, pero si a alguien le gusta más un Core i9-10850K que un 5800X, no podría quitarle la idea de la cabeza con ningún argumento sólido. Y viceversa. Lo que sí podría decirle es que si va a comprar un equipo con un 5800X, ¿por qué no te gastas 100 euros más y te compras directamente un 5900X? Al final el 5800X es el menos interesante de los Ryzen 5000 por un tema de coste.