La compañía taiwanesa BIOSTAR ha expandido recientemente su catálogo de unidades de estado sólido (SSD) externas con el modelo P500. Se encuentra disponible en capacidad de 512 GB, 1 TB y 2 TB, y es uno de los modelos con interfaz interna PCIe 3.0 a USB 3.1 por lo que lo habilita a alcanzar velocidades máximas en torno a 1 TB/s. Es además un interesante modelo por la estética del producto, lo cual incluye iluminación RGB aunque eso no sea del agrado de todo el mundo.

Desembalado y características

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BIOSTAR vende esta serie P500 en una pequeña caja negra en la que deja claro que es una SSD portátil con iluminación RGB. En la parte trasera hace un buen repaso a sus características, incluido su tamaño de 115 mm × 42 mm × 12.5 mm, y su poco peso de 100 g. No es un modelo ultraligero, pero sí necesita algo más de espacio en su interior para la SSD en sí que incluye. Al final esta carcasa de aluminio negro es un mero puente para usar externamente dicha unidad.

Al abrir la caja se puede ver la unidad en una bolsa de plástico insertada en una bandeja de poliuretano, debajo de la cual hay otra pequeña bandeja de cartón, y debajo hay dos cables de 45 cm. Uno de ellos es un USB tipo C a USB tipo C, y el otro es un USB tipo A a USB tipo C. Dentro también hay un pequeño manual de instrucciones con información útil sobre la unidad.

En la superficie de la unidad se encuentra el logo de la compañía y dos franjas de iluminación ARGB. Por defecto va rotando un solo color cuando la unidad no tiene casi carga o no está en uso, y cuando está en uso cambia a una degradado RGB de varios colores. Si la unidad se inclina 45º sobre la superficie la iluminación deja de funcionar. Es una forma rápida de desactivar la iluminación si alguien no quiere verla.

La unidad es compatible con todo tipo de dispositivos, y por tanto se puede usar con consolas, específicamente las PlayStation 4 y Xbox One, y en ciertos casos con la Xbox Series X y S y la PlayStation 5, y también con Windows, Linux o macOS.

La interfaz interna de la SSD es PCIe con protocolo NVMe, y usa un puente RTL9210 de Realtek para el paso PCIe a USB 3.1. Es un controlador fiable, que permite velocidades de en torno a los 1000 mB/s. De hecho, esta unidad está tasada en 1000 MB/s de lectura secuencial y 900 MB/s de escritura secuencial. Se ve en CrystalDiskInfo que es compatible con funciones SMART (tecnología de información y análisis de automonitorización), caché de escritura volátil y TRIM.

Pruebas

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Siendo una unidad externa, el principal problema al que se enfrentan estas unidades es al de la velocidad de lectura/escritura aleatoria ya que la conexión USB se satura fácilmente con solicitudes. También hay un problema en el que si bien la conexión USB 3.0 permite hasta 625 MB/s de lectura/escritura máxima, en la práctica el código de línea 8b/10b usado para la transferencia de bits va a hacer que el máximo real sea más bien en torno a los 500 MB/s. Por eso para aprovechar la conexión PCIe-USB es necesario una conexión al menos de USB 3.1, y sería mejor una conexión USB 3.2 algo más cara. En el caso de que se quieran las mejores SSD externas se tendrá que recurrir a las mucho más caras Thunderbolt 3.

Por eso las PCIe-USB 3.1 se sitúan en un punto interesante de coste-rendimiento. Esta unidad en CrystalDiskMark 7.0 alcanza los 1028/964 MB/s de lectura/escritura secuencial y los 247/234 MB/s de lectura/escritura aleatoria. Si se compara con unidades SATA3-USB 3.1 la mayor ganancia tiene lugar en la lectura/escritura aleatoria, ya que suelen quedar en torno a los 150/150 MB/s. En el peor caso, con una cola de profundidad uno, no hay tanta diferencia en lectura, pero la escritura en PCIe-USB 3.1 sí es superior. En este caso, de 76 MB/s.

La velocidad de la P500 se encuentra en lo que se puede esperar de una unidad PCIe-USB, que no es poco. Va a funcionar de manera rápida tanto si se usa para mover grandes archivos como archivos pequeños.

Conclusión

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BIOSTAR es quizás más conocida por sus placas base, pero todas las compañías han estado expandiéndose a otros componentes de PC, periféricos y accesorios. En el caso de la SSD que me ocupa en este análisis, es un sector en el que tiene mucha experiencia, y la P500 tiene un gran diseño en aluminio negro, de muy buen tacto, y la adición de la iluminación RGB me parece que le da un toque excelente sobre la mesa. Sobre todo cuando está activa, que es cuando hará la rotación arcoíris en lugar de una mera respiración en un color fijo.

Las velocidades de esta unidad no serán las de una PCIe 3.0 de escritorio, que alcanzan los 3.5 GB/s de transferencia máxima, pero para el día a día es más que suficiente. También lo es para la instalación en ella de juegos ya que cargarán y funcionarán sin problemas, y es lo que suelo hacer hoy en día. Mantengo casi toda mi información externamente salvo una o dos unidades para sistema operativo y lo más corriente que tengo en el equipo. El resto del almacenamiento va por USB, aunque tampoco es que sea mucho. Generalmente solo tengo instalados un puñado de juegos, y por tanto una unidad externa de 512 GB cubre perfectamente mis necesidades. Para otros con mayores necesidades de capacidad tienen los modelos de 1 TB y próximamente 2 TB.

Puntuación

8.5

sobre 10