Si algo estuvo haciendo Trump durante los cuatro años que estuvo en la Casa Blanca fue buscar formas de llevar de vuelta la producción de semiconductores a suelo estadounidense. En realidad, de devolver a EUA la producción de todo en un movimiento proteccionista y bastante populista. Ahora algunas de las principales compañías tecnológicas del país han tirado de grupos de presión para conseguir que Biden les solucione un problema que no han sabido solucionar por sí mismas como sí han hecho otras como Apple.
Esos grupos de presión de Micron, Intel, Qualcomm y AMD buscaban una respuesta de Joe Biden para que incentivara la fabricación de semiconductores en suelo estadounidense. Que es lo que llevaba cuatro años haciendo Trump, pero como la soberbia les ha podido no han solicitado su ayuda directamente —como sí ha hecho Apple—. Aunque los problemas de escasez de chips proceden de la coyuntura sanitaria, lo cierto es que Apple la está capeando bastante mejor que otras compañías tirando de talonario. Y las que no pueden solucionar por sí mismas sus problemas buscan la financiación estatal. Papá Estado, ya sabéis. Pero son empresas que ingresan decenas de miles de millones de dólares al año, por lo que la situación me parece ridícula.
De hecho estas empresas indican que en la producción de semiconductores a escala global el porcentaje acaparado por EUA ha pasado del 37 % en 1990 a solo el 12 % en 2021. ¿Y se dan cuenta ahora? Aparentemente Biden va a firmar un decreto en los próximos días o semanas para que se realice un análisis exhaustivo de la cadena de producción de bienes críticos para el país y especialmente de la producción de semiconductores. Lo cual no servirá de nada.
Unas semanas para firmar el decreto, unos meses para estudiar los cambios que hay que hacer, unos años para formalizarlos en leyes, y una década para que se empiecen a construir las primeras fábricas nuevas en suelo estadounidense. Y entre medias, lo has acertado, la escasez habrá terminado porque hay múltiples megafábricas que se terminarán de construir en los próximos dos años.