Intel ha asaltado el mercado de los procesadores con los Core de 12.ª generación, los anteriormente denominados Alder Lake, y entre ellos destaca el Core i5-12400F y su versión con unidad gráfica integrada el Core i5-12400. Ambos han llegado para dominar la gama media de los procesadores, sobre todo en equipos que se orienten a juegos. Estando en un momento en el que AMD ha dejado temporalmente un poco desamparada la parte económica del mercado, llega para hacerse con la corona del procesador rey en la gama media.
Videoanálisis
Desembalado y características
El Core i5-12400F llega en una caja en el habitual color azul de la compañía, con otra caja interior de cartón reciclado en el que va encorsetado la refrigeración de serie denominada RM1. Se adjunta un pequeño libreto a modo de garantía con instrucciones de uso. El procesador va enfundado en la habitual protección de plástico, que es recomendable guardar por si acaso.
El ventilador es de color negro, compuesto por un pequeño bloque de disipación y un ventilador en la parte superior. Se conecta con un cable negro de cuatro pines, el cual no tiene ningún tipo de recubrimiento. Esta refrigeración se sujeta como se hace habitualmente con las refrigeraciones de serie de la compañía, situándolo sobre el procesador y apretando las patas. Es recomendable apretarlas en aspa, primero una esquina y la opuesta, y luego las otras dos. Tiene una pequeña cantidad de pasta térmica preaplicada, por lo que es poner y listo.
Los Alder Lake han aumentado de tamaño respecto a los anteriores, siendo de 45 mm × 37.5 mm. El chip incluido en este procesador es de seis núcleos P (rendimiento) funcionando a una frecuencia base de 2.1 GHz y un turbo de 4.4 GHz. Tiene 7.5 MB de caché de nivel 2 y 18 MB de caché de nivel 3. El cambio de arquitectura hace que tenga una sustancial mejora del rendimiento mononúcleo como se verá a lo largo de este análisis.
El procesador se puede combinar con placas base con memoria DDR4-3200 o DDR5-4800, pudiéndose ir más allá de esas frecuencias en una placa base que permite la sobrefrecuencia de la memoria RAM. Las H610 no lo permiten, pero sí las B660 en adelante. El consumo del procesador a frecuencia base está tasada en 65 W y a frecuencia turbo es de 117 W. Son máximos, por lo que el consumo real puede ser, y es, inferior.
Su PVR es de 167 dólares —146 euros sin IVA al cambio actual, o 177 euros con el IVA de España—, pero el PVP en el momento de este análisis es de 195 euros. No es un gran sobrecoste.
Equipos de prueba
Para la realización de las pruebas de este artículo, y sobre todo las de en juegos, he usado los siguientes equipos (con el enlace a las configuraciones completas):
Para usarlos he procedido a devolver el BIOS a los valores de fábrica y a activar simplemente el perfil de memoria (XMP), lo cual puede activar a su vez, según el fabricante de la placa base, alguna optimización en la gestión de la potencia del procesador. Como uso placas base de ASUS principalmente, suele funcionar de manera similar en todos. En el caso del Core i5-11400F, está activado el modo de rendimiento mejorado que desbloquea un mayor consumo del procesador para conseguir un buen empujón de rendimiento.
Pruebas de rendimiento general y profesional
El cambio de arquitectura de los Alder Lake se hace notar en las cargas de trabajo profesionales gracias al mayor rendimiento mononúcleo. No me paro mucho en estas pruebas porque en esta página nos centramos más en los juegos, pero son necesarias para los que dan un uso mixto a los equipos. Dista de ser el mejor modelo del mercado para ese uso mixto, pero aquellos que hagan de vez en cuando algún renderizado o alguna exportación de vídeo podrán tener la confianza de que es un procesador con potencia más que suficiente para su coste comedido.
Las pruebas de rendimiento las realizo seleccionando los preajustes ultra siempre que es posible y si dan la opción. En cuanto al suavizado, no lo pongo más allá de FXAA siempre que se indique claramente el nombre del suavizado usado en los ajustes para así poder compararlo bien con la resolución QHD y 4K, en la que esta última en un monitor estándar de 27 pulgadas sirve de poco la activación de suavizados de bordes avanzados como TAA. Al poner un suavizado mejor o peor, la mejora final en la calidad visual dependerá del tamaño del monitor y la distancia de uso, y puede haber diferencias a la hora de aplicar uno u otro en función de la arquitectura de la tarjeta gráfica. Tampoco se aplica por igual los distintos suavizados en distintas arquitecturas gráficas, por lo que prefiero quitarlo de la ecuación siempre que pueda. Hay un problema colateral y es que por ejemplo al probar el DLSS en las tarjetas gráficas de NVIDIA habrá menos diferencia al comparar FXAA, un suavizado liviano, con DLSS que si se comparara con TAA, un suavizado que requiere más procesamiento, con DLSS.
También desactivo las características gráficas específicas de cada marca, como la oclusión ambiental HBAO+ de Nvidia o el PureHair de AMD, por el posible impacto negativo que puedan tener en las tarjetas de la marca contraria.
Los valores se recogen o bien de los archivos de tiempo de fotograma que generan los propios juegos, como es el caso de The Division 2, o bien mediante la herramienta PresentMon desarrollada por un destacado empleado de Intel. Esta herramienta se engancha directamente a la biblioteca gráfica que se esté usando —DX11, DX12 o Vulkan, entre otras—, dando medidas muy precisas de los tiempos de fotograma. Analizando los datos del archivo generado mediante un script se puede obtener la tasa de fotogramas, y también estudiar sus resultados en distintas gráficas pasándolos a una hoja de cálculo si así se quisiera.
Los valores se toman al menos dos veces por juego, y se cierran todas las aplicaciones y procesos prescindibles mientras se ejecutan para asegurar que no hay nada consumiendo tiempo de CPU en segundo plano. También se desactivan las interfaces de Steam, Connect u otros para evitar conflictos. Además de mostrar la tasa media de fotogramas, incluyo el percentil 99, que es el mínimo de FPS por encima del cual se pasa el 99 % del tiempo el juego. Generalmente, si baja de 30 FPS el percentil 99 se puede considerar como que la experiencia de juego no será totalmente fluida.
Pruebas en juegos
En esta ocasión he optado por probar los procesadores con una Radeon RX 6800 XT para probar los límites de este procesador con una de las tarjetas gráficas más potentes del mercado. El procesador que venía usando para los análisis es el Core i9-10900K que solo tiene un año y medio de vida y que tendrá que durar todavía un tiempo hasta que pueda cambiarlo, aunque también hay un equipo con un Ryzen 7 5800X, un procesador que tiene un año de vida.
Aun así, el Core i9-12900K los ha vuelto casi obsoletos en ciertos juegos, pero ambos permiten interpretar a qué nivel de rendimiento está el Core i5-12400F. Como se puede ver a continuación, supera a los 10900K y 5800X en algunos juegos, y que similar o muy cerca en el resto. Por tanto, es un excelente procesador para mover las tarjetas gráficas más potentes del mercado actual para jugar a FHD y ≥144 Hz, aunque no sea lo óptimo para monitores de 240 Hz o 360 Hz. Tampoco es que vaya a importarle a la mayoría. Si miráis las pestañas de rendimiento a 4K UHD, veréis que es un procesador que aprovechará perfectamente la RX 6800 XT, y en algunos casos mejor que otros.
Este procesador no es especialmente exigente en el apartado del consumo, pero incluye una sustancial mejora en lo referente al rendimiento por vatio respecto al Core i5-11400F. Este último, totalmente desbloqueado, consume en torno a los 125 W por un rendimiento un 15 % inferior al del Core i5-12400F según los datos de Cinebench R23—10 200 puntos frente a 12 000 puntos—. Pero el Core i5-12400F consume solo unos 74 W para alcanzar esa potencia. Puesto en números, 81.6 pts./W en el 11400F frente a 162.4 pts./W en el 12400F. O sea, el Core i5-12400F es el doble de eficiente.
Con la refrigeración RM1 de serie, en carga se puede alcanzar los 78 ºC (Δ52 ºC) a 2940 r. p. m. con un ruido de unos 37.1 dB y un consumo de 75.5 W. Está medido a unos 26 ºC de temperatura ambiente. A esta velocidad el ventilador hace un ruido ligeramente agudo, no especialmente molesto salvo que se tenga la casa en silencio. No limita el rendimiento del procesador y se obtiene sobre los 12 000 pts. en Cinebench R23.
Si se le cambia la pasta térmica al RM1 de serie por la MX5 de ARCTIC, no se consigue una mejora de rendimiento relevante. Seguirá funcionando en carga a unos 78 ºC (Δ52 ºC) con una velocidad ligeramente inferior de 2700 r. p. m., con algunos momentos en los que se va a los mismos 2900-3000 r. p. m. Incluso tiene algún momento puntual que se va a los 3100 r. p. m., peor que con la pasta térmica de serie.
Con una refrigeración buena como la Freezer i35, la temperatura en carga completa alcanza los 58 ºC (Δ32 ºC) con un consumo de 73.3 W con el ventilador a 1140 r. p. m. y un ruido en torno o inferior a los 30 dB. Eso son 20 ºC menos con el cambio de refrigeración. En juegos la temperatura es sobre los 45-50 ºC (Δ 19-24 ºC) jugando a FHD, mientras que a UHD la temperatura se sitúa sobre los 40 ºC (Δ14 ºC).
En el apartado de la sobrefrecuencia u overclocking, algunas placas base van a permitir la subida de la frecuencia base. Se podría ganar una buena cantidad de rendimiento adicional con la refrigeración Freezer i35 pero sería imposible de conseguirla con la refrigeración de serie. En el caso de la placa base elegida para este análisis, una B660, no permite y por tanto no hay nada que valorar al respecto.
El Core i5-12400 y su versión Core i5-12400F tiene un PVR de 167 dólares, que en el mercado español, y con su alta demanda, supone unos 195 euros en el momento de escribir este artículo. AMD no tiene alternativas en estos precios ahora mismo ya que el Ryzen 5 3600 ha desaparecido del mercado y solo quedan unidades a precios cercanos a los 300 euros. El procesador más cercano disponible que tiene AMD es el Ryzen 5 5600X, el cual se sitúa sobre los 300 euros.
Tras este breve repaso del estado del sector se puede ver que Intel va a dominar el mercado en los próximos meses. El Core i5-12400F de este análisis aporta un rendimiento igual o superior al 5600X, se queda a un 20 % del Ryzen 7 5800X por la mitad de precio, y es un procesador excelente para conformar un equipo de «gama media». Con el aliciente de que puede aprovechar bastante bien una tarjeta gráfica potente como es la RX 6800 XT, no quedando muy lejos en su aprovechamiento al Core i9-10900K que costaba hace año y medio casi el triple.
Sobre los juegos, cuando llegaron los Ryzen en 2017 la gente se lanzó en tromba a decir que los juegos iban a aprovechar en cuestión de meses los ocho núcleos que aportaban. Con la llegada de los Ryzen 3000, dijeron que aprovecharían los dieciséis núcleos. La realidad es que los problemas de programación que conlleva coordinar tantos procesos paralelos en juegos hace que sea mejor tener unos pocos núcleos muy potentes que muchos menos potentes.
Por eso los Alder Lake destacan en juegos por su enorme potencia monúcleo, incluso en aquellos juegos que solían aprovecharse mejor en procesadores de ocho núcleos. Aunque no sé si podré analizarlo, lo visto con el Core i3-12100F y sus apenas 110 euros de coste es que sus cuatro potentes núcleos permiten aprovechar bastante bien las tarjetas gráficas más potentes del mercado, lo cual abre una nueva situación distinta a la de los últimos años en el sector de los procesadores entre los 100 y 200 euros.
Ahora hay procesadores entre esos precios que aprovechan muy bien las tarjetas gráficas actuales más potentes, por lo que un 12400F es incluso mucho procesador para una tarjeta de 200 o 300 euros —refiriéndome al PVR, no al PVP—. Si se hace mucha multitarea en el equipo, se usan muchos programas, navegadores, se exporta algún vídeo de vez en cuando, se ripea alguna película o tareas similares, es conveniente optar por un Core i5. No creo que sea un procesador a prueba de futuro porque se habla de que las RTX 40 y RX 7000 duplicarán el rendimiento de las actuales, pero al menos para las tarjetas gráficas en su rango de precios, por debajo de los 400 euros, no dará problemas en el próximo lustro.
Si solo se quiere el equipo para jugar y se tiene un presupuesto ajustado, el Core i3-12100F será mejor opción, y costando casi la mitad. Podrá mover tarjetas gráficas potentes sin problemas, como una RTX 3060, RTX 3070, o incluso una RTX 3080. Como siempre, dependerá de la resolución. Si se quiere jugar en un monitor FHD de 360 Hz será mejor recurrir a un Core i5-12400 o incluso un Core i7-12700 para asegurarse de que limita lo mínimo. Si se quiere jugar a 4K, casi cualquier procesador actual hará el mismo aprovechamiento de la tarjeta gráfica, incluso una RTX 3090. Se puede ver en las gráficas de arriba que el Core i5-12400F es perfecto para una RX 6800 XT a 4K.
Tengo que hacer una mención especial de la refrigeración de serie de este procesador, porque es bastante interesante para un equipo para juegos. Si el equipo se usa estrictamente para jugar, no me molestaría en comprar una refrigeración distinta. El ventilador se situará sobre las 2000 r. p. m. y el procesador sobre los 60-70 ºC jugando a FHD y ≥144 Hz dependiendo del momento, haciendo poco ruido. A una resolución 4K y 60 Hz, está más bien sobre los 55-60 ºC siendo silencioso. Solo si se tiene en carga completa se irá a las 3000 r. p. m. y el ventilador empezará a hacer un ruido perceptible y ligeramente agudo. Me he pasado horas probando la refrigeración de serie, jugando y trabajando con el equipo, y me ha impresionado.
La alternativa es gastarse 34 euros en una Freezer i35 y que el procesador esté en juegos a 40-45 ºC y el ventilador a 1000 r. p. m., lo cual parece innecesario. Si Intel proporciona en esta ocasión una refrigeración decente, habría que valorar primeramente aprovecharla y no tirarla a la ligera. Si sirve para convenceros, usaría sin problemas un equipo para ofimática y juegos con esta refrigeración de serie RM1.
Un problema que pudiera haber es que sea un ventilador de mala calidad y con el tiempo empiece a hacer más ruido, pero eso ahora mismo es imposible decirlo. Otro es que las medidas están tomadas a 26 ºC de temperatura ambiente. En verano o en regiones calurosas las temperaturas ambientales pueden ser mucho peores y por tanto hacerlo poco recomendable incluso para jugar.
Por lo demás, el Core i5-12400F es un procesador estupendo, ya se combine con una tarjeta gráfica de gama media o las mejores del mercado actual. Las tareas van mucho más fluidas en él que en el Core i5-11400F, y la única minipega que tiene es que los que le den mucho uso en tareas profesionales o hagan retransmisión o graben jugabilidades deberían optar por alguno con más núcleos. Lo habitual. Pero para la mayoría de compradores, el Core i5-12400F, y su versión con unidad gráfica integrada Core i5-12400, son la mejor opción de compra en torno a los 200 euros.