La escasez de chips está lejos de quedar solventada durante 2022 y lo demuestra un sondeo realizado por el Departamento de Comercio estadounidense a más de 150 compañías sobre la disponibilidad que tienen de chips para seguir operando. En el informe publicado se indica que la mayoría de empresas solo tienen existencias para seguir produciendo durante cinco días en caso de que sufrieran algún percance en la entrega de más chips.

Lo normal en 2019 era que tuvieran existencias para seguir produciendo durante cuarenta días, siendo un mes el inventario habitual de muchas compañías tecnológicas. Ha habido empresas que debido a crisis anteriores han mantenido inventarios para al menos dos meses de producción que han capeado mejor el temporal. Otras, sobre todo del sector automovilístico, han tenido que detener la producción durante días o semanas debido a la falta de chips.

La producción de chips está expandiéndose a marchas forzadas pero no se espera que la situación se resuelva hasta al menos 2024. Una planta de fabricación de chips tarda en torno a dos años en construirse e instalarle la maquinaria necesaria, y los planes agresivos de las distintas compañías de expandir la producción de obleas empezaron a mediados de 2021. Hay muchos proyectos de expansión que todavía no tienen un lugar donde levantar la fábrica, y otros, como uno de Intel para Ohio, se ha anunciado su ubicación ya en este 2022.

Esta sobredemanda de chips ha sido parcialmente absorbida por un aumento en la utilización de las fundiciones de chips. A principios de 2019 su utilización se situaba por debajo del 80 % ya que se salía de una pequeña crisis en el sector por una sobreproducción, tras lo cual se aceleró la demanda de chips a finales de 2019 y siguió en aumento en 2020. Entonces se situaron en torno al 93 % de utilización, y durante 2021 se ha situado en torno al 96 %. Es improbable que se mejore porque siempre hay tiempos de inactividad para recargar líquidos, cambiar partes que se desgastan con el uso o realizar mantenimientos en la maquinaria. Esto último ha llevado, tras un año de funcionar a máximos, a una bajada en la utilización en el T4 2021.

Pero en esta situación de escasez de chips también se han detectado acaparadores de chips. Hay empresas que han optado por comprar todos los chips que han podido, por ejemplo DRAM o NAND, y que ahora no le están pudiendo dar salida tan rápido como preveían. Es uno de los motivos de la bajada de precios de la DRAM y NAND de la que se viene hablando en los últimos meses, aunque son bajadas en torno al 10 %. Ninguna compañía consultada para el informe del Departamento de Comercio ve que la situación vaya a aliviarse durante los próximos seis meses.

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Vía: Ars Technica.