SoundPEATS es un fabricante de auriculares económicos pero siempre intenta mejorar el diseño de modelos menos comunes como el de los PearlClip Pro de este análisis. Son unos intrauriculares inalámbricos de tipo clip, que no es el formato más habitual, pero que en este caso tienen la ventaja de que ofrecen un sonido abierto, y se quedan más fijos en su sitio para los que hagan deporte.
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Videoanálisis

Desembalado

Los PearClip Pro llegan en una pequeña caja blanca con una mínima información técnica en la parte trasera. Al abrirla se ve una carpeta con documentos con información variada como un manual de usuario, una nota para que se descarga el programa de configuración y unas pegatinas. Debajo está el estuche de los auriculares protegido por una lámina de plástico, y a su vez debajo hay un cable corto USB tipo C a USB tipo A.
Al abrir el estuche de los auriculares se pueden ver los dos pinganillos de un diseño poco habitual para poderse poner como si fueran un clip en las orejas. Tienen una forma circular con una bola en cada extremo, una que es la que tiene los contactos para su recarga y la otra el transductor. La superficie de los extremos tiene un acabado en plástico y brillo, para parecer metálico, y el resto es plástico negro mate. Pueden estar en contacto con agua (IPX5), pero no permite su inmersión.
No debería dar problemas posicionarlos en las orejas, aunque hay que acostumbrarse a ponerlos. Habría que situarlos lo más encima del canal auditivo como sea posible, pero en ningún caso llega a bloquearlo, y están lejos de hacerlo por su forma. El posicionamiento dependerá también del tamaño y forma de la oreja de cada uno, pero en mi caso se me han quedado en una posición baja, más cerca de los lóbulos.
La salida de los transductores está en la parte externa del pinganillo, por lo que moverlos un poco más o menos lejos del canal auditivo tampoco afectará a cómo se escucha el sonido. Aunque si se aleja mucho sí se empezará a notar, así que cada uno tendrá que encontrar el punto en el que mejor escuche el sonido.
Su superficie externa es táctil, con una serie de gestos que se pueden realizar y que se indican en el manual de usuario proporcionado con los auriculares. Sería recomendable descargarse la aplicación PeatsAudio para instalar la última versión del firmware de los auriculares, desde la cual también se pueden reasignar los gestos. Hay que acostumbrarse a ellos, ya que el toque hay que hacer en la superficie que queda más cerca de la pared del oído.
El estuche de transporte tiene una forma ovalada con un tamaño normal, ni grande ni pequeño. En la parte trasera tiene una toma USB-C para su recarga, mientras que en el frontal hay un led de estado y un botón que sirve por ejemplo para forzar el emparejamiento por Bluetooth.
Características

Los PearlClip Pro incluyen unos transductores de 12 mm de buena calidad para lo que son, con la habitual respuesta en frecuencia entre los 20 Hz y 20 000 Hz. La conexión es Bluetooth 5.4, y puede reproducir con los códecs AAC y SBC, por lo que en los productos de Apple, y otros que usan AAC, se escucharán mejor que otros modelos de SoundPEATS que he probado anteriormente. Al final el códec SBC no es del todo malo, pero el AAC mejora bastante, y también la latencia.
Los auriculares tienen un modo de baja latencia que sería recomendable activar si se va a jugar o ver vídeos. De otra forma, la latencia por defecto es claramente superior a 300 ms porque se nota el retardo entre, por ejemplo, realizar un disparo en un juego y el momento en que se escucha. Aunque incluso activándolo, hay veces que se desincroniza y aun así se nota el retardo hasta que se ajusta. Los auriculares implementan los perfiles HFP, A2DP, AVRCP de Bluetooth, por lo que se pueden usar para contestar llamadas y controlar volumen o la reproducción de canciones.
PearlClip Pro de SoundPEATS | |
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Tipo | intrauriculares abiertos |
Peso | 5.85 g cada pinganillo, 35.1 g el estuche |
Transductor | 12 mm doble imán |
Conexión | Bluetooth 5.4 |
Perfiles Bluetooth | HFP, A2DP, AVRCP |
Códecs | AAC, SBC |
Micrófono | omnidireccional |
Autonomía | hasta 6 h (hasta 18 h adicionales con el estuche) |
Carga desde cero | pinganillos 30 min; estuche 1.77 h |
Extras | IPX5, controles táctiles |
Autonomía | 60 h |
PVPR | 70 euros |
Pueden estar emparejados con dos dispositivos a la vez. Para ello hay que emparejarlos con uno, desconectar su Bluetooth, emparejarlos con el otro y luego activar el Bluetooth del primer dispositivo. El cambio de audio entre ambos no es excesivamente certero, pero se puede cambiar manualmente con tres toques en el pinganillo derecho. Esto tiene el problema de consumir más batería, por lo que hay que tenerlo en cuenta. Así que no mezcla la señal de audio de ambas conexiones.
Aquí SoundPEATS entiende el sonido como «abierto» porque no va directamente al canal auditivo, por lo que se han afinado de una manera distinta a lo habitual. Suena más amplio, y al ser abiertos podría perderse más los graves. El problema es que para compensarlo la compañía ha potenciado los graves, y el resultado es que arrastra a las frecuencias medias a puntos en que suenan normales, cuando podrían sonar mejor. También he notado cierto refuerzo de los agudos, pero en menos medida, que se pueden ver perjudicadas en ciertos géneros.
No me gusta usar la ecualización, pero en estos auriculares no queda más remedio. Al seleccionar el ajuste de rock, ese género, que es el que suelo escuchar más y sobre todo canciones de los 60 a los 90, se escucha bastante mejor. La respuesta en frecuencia plana que permitiría configurar la aplicación es probablemente la peor forma de usarlos. Va a haber que modificar las bandas sí o sí, por lo que puede ser un poco cansado estar cambiando de preajuste si se cambia de tipo de música.
Pero con la ecualización se puede obtener una calidad de música más que decente, pero siempre va a haber algún rango de frecuencias que salga perjudicado. Se notará más o menos dependiendo de la canción, aunque curiosamente las de jazz y blues, que no usan tanto los subgraves más bajos ni las frecuencias más altas, se escuchan con mayor calidad y más definidas que otros estilos como rock o pop. Así que se pierde calidad en los extremos del habitual rango de frecuencia de 20 Hz a 20 000 Hz que puede apreciar las personas.
En muchas canciones de rock los subgraves se notan menos, y los más profundos directamente no tienen presencia en canciones que abusan de ellos, lo cual hace que queden deslucidas. Es un problema genérico de este tipo de intrauriculares, por lo que no es un demérito de los PearlClip Pro.
La característica de que sean «abiertos» hace que generen un sonido más amplio y hacen que suene bastante distinto que los de los QuietComfort 35 II que uso a diario. Pero creo que le falta detalle como para poder decir que sin dudas tienen una gran calidad de sonido. Se quedan más bien en una buena calidad, aunque la principal característica que tienen es que no te aíslan del entorno.
Es por ello que serían un modelo que podría usar en ciudad, porque no recomendaré nunca lo suficiente que no se usen auriculares por la calle porque te distraen del entorno. Salvo, claro está, que sean de tipo abierto como estos, que no atenúan absolutamente nada el sonido del exterior. Lo cual se me hace muy extraño tras años de usar auriculares con cancelación activa de ruido. Incluso en casa me vendrían bien para jugar y no aislarme de lo que me dijeran.
También el sonido suena mejor a un volumen más bajo porque luego se va volviendo el sonido cada vez más pesado e introduce un poco de ruido a máximo volumen. Aunque sean abiertos no significa que se puedan usar a máximo volumen o te quedarías sin tímpanos en dos días. Lo que hay que tener claro es que debido a su diseño la gente que haya alrededor podrá escuchar con bastante claridad lo que se esté escuchando cuando el volumen esté por encima del 20-25 %.
En cuanto a la autonomía, SoundPEATS habla de hasta seis horas de uso de los auriculares con cada carga, aunque el estuche aporta tres adicionales. En la práctica, teniéndolos conectados al móvil y al Mac Studio a la vez y reproduciendo música continuamente a un 25 % del volumen, me han aguantado en torno a las cinco horas o cinco horas y media. Es congruente con lo indicado por la compañía. No es una gran autonomía, pero tampoco está mal. Lo bueno es que se pueden recargar desde cero totalmente en apenas media hora de dejarlos en el estuche.
Sobre el micrófono, es de una calidad razonable para ser omnidireccional, pero tiene la calidad que puede tener. La voz se escucha alejada y algo enlatada, con un poco de falta de definición, y hay que asegurarse de hablar alto para que grabe a un nivel adecuado la voz sin meter ruido adicional. Pueden servir para usarlos con un móvil sin demasiados problemas, aunque en zonas ruidosas o con viento va a captar todo ese ruido y la comunicación puede volverse problemática.
Programa de configuración

La configuración de estos auriculares se puede hacer en la aplicación PeatsAudio la cual está disponible para iOS y Android. Es una aplicación sencilla de la que sigo sin entender por qué hay que crearse una cuenta para usarla. La distribución de las opciones es correcta, con una pantalla de inicio en el que con varios interruptores se pueden activar rápidamente el modo de baja latencia o el ecualizador dinámico.
Lo fundamental de la aplicación va a ser los ajustes de ecualización. Hay varios modos predefinidos que dan buen resultado en los tipos de música indicados, dentro de la calidad que tienen los transductores porque tampoco hay milagros.
El de rock me ha dado buen resultado, pero hay también para clásica, reducción o refuerzo de graves, folk, y otros. Si se quiere se puede personalizar la ecualización con un editor en ocho bandas que, bueno, cumple su función. Además se puede grabar la ecualización personalizada en los auriculares, por lo que no haría falta la aplicación para usarla en otros dispositivos.
También hay posibilidad de ajustar un ecualizador adaptable que se configura en base a un proceso de unos tres minutos en el que hay que ir diciendo cuándo se empiezan a notar ciertos sonidos.
La otra característica fundamental para la que sirve la aplicación es para configurar los gestos táctiles en la superficie de los pinganillos. Como he dicho antes, hay que acostumbrarse a la forma de realizar los toques sobre su superficie, y algunos como el triple toque es un poco más errático. Pero las opciones para los gestos son las que son y no hay ningún otro que no esté ya asignado.
Dentro de las utilidades que se proporciona en la aplicación hay un localizador de los pinganillos. Se puede hacer que empiecen a emitir un sonido para encontrarlos, y se mostrará en un mapa la última ubicación en la que se usaran. Por último, es desde donde se actualiza el firmware de los auriculares, que fue lo primero que hice nada más empezar a probarlos.
Conclusión

Los PearlClip Pro son unos intrauriculares atípicos debido a su formato abierto, o más bien que el sonido no está dirigido hacia el canal auditivo. Para ciudades es beneficioso porque evita que el usuario se aísle del entorno ya que no tapa nada de ruido, pero es un problema si precisamente lo que quieres es eliminar el ruido del entorno yendo en autobuses, trenes o metros. En general siempre recomendaré para ciudad ir alerta sin auriculares porque siempre puede haber problemas, pero estos permiten que se vaya al menos con un mínimo de atención.
Al final estos pinganillos son un clip que hacen poca fuerza en las orejas, pero me ha llevado tiempo acostumbrarme a ello y a ignorarlo. Una vez que me ha acostumbrado me han parecido cómodos, además de que se quedan perfectamente en su sitio por lo que también son buenos para hacer deporte.
En cuanto al sonido, para música variada están bien, aunque su talón de Aquiles es que se precisa de la ecualización para que la mayoría de géneros suenen bien, con excepciones. Aunque los graves suenan con cierta fuerza, no tienen tanto detalle como deberían, y como es habitual los subgraves se pierden, por lo que canciones como Blood || Water de Grandson suenan deslucidas.
Su diseño y calidad de fabricación son buenos. Aunque tienen un retardo alto por defecto, se puede reducir con una opción de baja latencia para juegos, aunque hay veces que se desincroniza y se pasa a notar un pelín de retardo, pero poco después se vuelve a no notar. Pueden estar conectados a dos dispositivos a la vez, lo cual siempre es positivo, aunque no pueda mezclar la fuente de audio de las dos señales.
Este modelo es más bien para los que quieran precisamente un modelo abierto, que no te aísle nada del exterior, con un sonido decente tirando a bueno y que sean de un precio bajo. Para esos usuarios, los PearlClip Pro van a ser una buena compra.
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Puntuación
8.0
sobre 10Lo mejor
- Calidad de sonido decente para su precio, aunque para algunos estilo como jazz y blues el sonido es bueno.
- Auriculares abiertos para los que quieran usarlos en ciudad sin aislarse del entorno —que es lo recomendable—.
- La grabación de audio es aceptable, aunque no es adecuada para entornos ruidosos.
Lo peor
- Hay que hacer un uso extensivo de la ecualización para afinarlos a cada género o la música se queda solo en pasable.