Un pequeño bache en la senda de las cuentas de Intel ha tenido lugar durante el primer trimestre de 2022. La compañía ha notificado una reducción del 7 % de sus ingresos hasta llegar a los 18 400 millones de dólares frente a los 19 700 M$ del primer trimestre de 2021. Aun así, los beneficios de la compañía han aumentado un 141 % pasando de 3400 M$ hasta los 8100 M$ con un margen bruto que se ha desplomado 4.8 puntos hasta el 50.4 %.
El responsable ha sido un desplome de las ventas al sector consumo del 13 %, las pertenecientes a la división de Computación de Cliente, que ha pasado de 10 700 M$ a 9300 M$. El resto de divisiones han aumentado sus ingresos, pero esta es la división que sigue aportando más ingresos a la compañía. La caída en el consumo de los productos no esenciales en Occidente como motivo de la inflación desbocada ha afectado sobremanera al sector de la electrónica.
La división de Centros de Datos e Inteligencia Artificial ha mejorado un 22 % sus ingresos hasta los 6000 M$, la de Red y Frontera ha mejorado un 23 % hasta los 2200 M$, la de Computación Acelerada y Gráficos un 21 % hasta los 219 M$, Mobileye un 5 % hasta los 394 M$, e Intel Foundry Services ha mejorado un 175 M$ hasta los 283 M$. Ahora mismo su servicio de fundición es muy pequeño porque partía de cero el año pasado al ser un nuevo añadido al negocio de Intel, pero debería de ser una fuente superlativa de ingresos en dos o tres años si todo va según ha vendido Pat Gelsinger a los analistas y accionistas.