El sector de los teclados está pivotando cada vez más hacia los modelos compactos por las ventajas que tienen. Los teclados extendidos están bien para cuando tienes que echar cuentas, pero son menos ergonómicos y ocupan mucho en el escritorio. Pero luego están los miniteclados de 60 %, que van al bloque principal de teclas, y poco más, que están orientados a jugones. La edición Pro X 60 de Logitech G está aún más orientada a ellos y a quienes los transporten habitualmente por los extras que lleva. Con la ventaja de que es inalámbrico y te quitas además el cable de en medio.
Desembalado
El Pro X 60 de Logitech G llega en una caja negra en la que más allá de la disposición española del teclado y los interruptores GX ópticos que incluye no resalta nada más. En la parte trasera da algunas características técnicas más, que a la postre son las esperables en un teclado para jugones, como la conectividad inalámbrica o ese formato de 60 % que tiene.
Al abrir la caja se ve en la contraportada las instrucciones para usar al momento el teclado de manera inalámbrica, y se remite a descargar la aplicación Hub para controlarlo así como a la página de asistencia de la compañía. Es un teclado que se puede usar por cable, por Bluetooth y mediante receptor USB, por lo que este apartado está perfectamente cubierto.
El teclado se vende con una funda de transporte bastante robusta de color negro, la cual protegida por un papel. Debajo de esta hay varios manuales de uso, garantía y conformación legal. La funda tiene una cremallera para abrirla, teniendo una superficie de tela trenzada de muy buena calidad, con el logo de Logitech G en una esquina y el nombre del producto en la contraria. Es un añadido que abunda en el hecho de que es un producto caro para un grupo de jugones bastante específico.
Al abrir la funda se ve el teclado, de pequeño tamaño, con su formato de 60 % lo cual significa que tiene el 60 % de las teclas habituales de un teclado extendido. Se deja solo el bloque principal de un teclado, por lo que se prescinde de todo lo demás: cursores, teclas de ayuda, teclado numérico, teclas de función. La disposición del teclado es la española, pero al mover la tecla de escape a la hilera numérica se pierde la tecla de las letras voladas a y o, que sirven para escribir en correcto español «1.ª» —escribir «1era» es totalmente incorrecto y causa dolor de ojos—, n.º, etc.
Pero bueno, es el problema de este formato: faltan teclas. Soy incapaz de acostumbrarme totalmente a estos teclados por la falta de cursores, aunque los puedo llegar a usar sin grandes problemas. Se incluye tecla FN, que se combinará con otras teclas para hacer el movimiento de los cursores, pero no me he acostumbrado: tengo que mirar continuamente al teclado para hacer esos atajos, y se pierde mucho tiempo. He tenido que remapearlas a las WASD, que es mucho más práctico cuando usas el teclado para algo más que jugar. En el frontal de las teclas se ven todos los atajos que se pueden hacer con la tecla FN, lo cual incluye hasta control multimedia o el brillo de la iluminación, pasando por las teclas de función.
En la funda, debajo del teclado se encuentra el cable de 1.8 m con conectores USB tipo C y USB tipo A, estando forrado de mero plástico. No da mala sensación al tacto, aunque prefiero los de tela trenzada. También se puede ver el receptor USB un adaptador USB tipo C a USB tipo A para usar el cable de prolongador para acercar el receptor lo máximo posible al teclado, y una tecla de escape en negro para sustituir a la blanca puesta por defecto. Muchas veces se puede tener problemas de conexión por el receptor USB debido a la posición del PC, con algún microcorte, y el uso del cable como prolongador me parece siempre buena idea.
La calidad de fabricación del Pro X 60 es la mayor que se puede esperar. Es un bloque de teclas compacto, con plancha de aluminio, y teclas de PBT de buen acabado y muy buena sensación de tacto. Se pueden quitar e intercambiar por otras de otros fabricantes ya que usan el habitual vástago en cruz, mientras que los interruptores GX ópticos táctiles se pueden quitar sin problemas aunque no se incluye una herramienta para ello. Usan un formato de Logitech G por lo que habrá que buscar alternativas compatibles, lo cual limitará mucho las opciones disponibles.
La única tecla multimedia que se incluye es una rueda de volumen que se encuentra en el lateral izquierdo del teclado, donde también hay un led para el bloqueo mayúsculas. En el derecho hay un interruptor que permite activar un modo juego que deshabilita ciertos atajos y teclas para evitar darles accidentalmente, como la tecla de Windows. En la parte trasera hay un interruptor de encendido y una toma USB tipo C en el lado izquierdo, mientras que en el derecho se encuentran los botones para cambiar entre Bluetooth y receptor USB. En la parte derecha del frontal hay un led para indicar el estado de batería, que además parpadeará mientras se carga.
La parte inferior del teclado tiene un diseño sencillo, con cuatro gomas antideslizantes, y dos pies para alzar ligeramente el teclado. Los he desplegado porque me he sentido más cómodo a la hora de usarlo aunque realmente no es un teclado muy alto, y tampoco es el típico teclado para escribir o trabajar con él, por lo que la no inclusión de un reposamuñecas no es un problema. Hay un hueco en esta parte inferior para guardar el receptor USB.
Características
El Pro X 60 es un teclado muy compacto, con un tamaño de 290 mm × 103 mm × 39 mm. Es solo un poco más ancho que el teclado inalámbrico de Apple que uso habitualmente para trabajar, pero obviamente mucho más grueso. Su tamaño permite ahorrar mucho espacio en el escritorio, lo cual además beneficia a la postura de los brazos y al movimiento de los mismos hasta el ratón. Es un tamaño que me gusta, aunque personalmente me inclino más por el formato de 65 % si tuviera que elegir un miniteclado de este tipo.
Su peso es de 610 g, aunque la funda de transporte y lo que incluye añade otros 411 g, por lo que al final el conjunto pesa algo más de un kilo si se quiere transportar. Las teclas incluidas están hechas de PBT, las cuales tiene cierta rugosidad que casi no se nota pero que está ahí. Me gusta especialmente que la fuente elegida para los caracteres de las teclas sea gruesa ya que beneficia a la vistosidad de la iluminación a través de ellas. Otros fabricantes optan por fuentes bastante más finas, y la iluminación no queda tan bien como en este.
Pro X 60 de Logitech G | |
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Dimensiones | 290 mm × 103 mm × 39 mm |
Peso | 610 g (funda 411 g) |
Conexión | receptor USB, cable, Bluetooth |
Cable | 1.8 m, plástico |
Interruptores | GX ópticos táctiles de Logitech |
Teclas | PBT doble inyección |
Muestreo | 1000 Hz |
Memoria | tres perfiles |
Teclas multimedia | rueda de volumen |
Detección individual de teclas | completa |
Batería | 1500 mAh |
Extras | RGB por tecla, interruptores intercambiables |
PVPR | 229 euros (abril 2024) |
La conectividad inalámbrica incluida es mediante un receptor USB y por Bluetooth 5.1. Se puede cambiar entre ambas con los botones de la parte trasera, aunque se echa en falta que la conexión Bluetooth pudiera estar emparejada con más de un dispositivo a la vez. En mi caso he puesto el receptor USB en el equipo con Windows y en el Mac lo he usado por Bluetooth, y ambos han funcionado a la perfección.
Los interruptores incluidos son los GX ópticos de la compañía, en su versión táctil (marrones) aunque el teclado también está disponible con los lineales (rojos). Son muy similares, con una fuerza de actuación de 50 gf a 1.9 mm, aunque los táctiles tienen el punto táctil a en torno a 1 mm con una fuerza de superación de 60 gf. No tienen clic sonoro, aunque su ruido es moderado de por sí, más el que hagan de aporrearlos al teclear, por lo que no es especialmente silencioso.
Son unas teclas muy agradables de usar a las que me he adaptado al instante. Los interruptores táctiles son preferibles a la hora de teclear mucho texto, por lo que teniendo en cuenta que me paso el día escribiendo o programando pues me han resultado muy buenos. El punto táctil no se nota mucho a la hora de accionarlo, pero retiene lo justo como para que no se pulsen fácilmente ante descuidos, lo cual puede ser nefasto en juegos. Tampoco es que el punto de actuación esté muy alto, por lo que con la versión lineal tampoco debería de haber demasiados problemas en este terreno.
Sobre la autonomía, el teclado incluye una batería de 1500 mAh con el cual Logitech promete hasta 65 horas de autonomía con la iluminación activada. Si no lo está, la autonomía alcanza las 196 h según Logitech. Teniendo en cuenta que incluye una toma USB tipo C, y que ya es el estándar de facto de toda la electrónica, se suele tener uno o dos cables de este tipo encima de la mesa conectados al PC, por lo que entre la alta autonomía y el conector ya no es un gran problema o molestia que la batería alcance un nivel bajo. El problema es que para recargar el teclado desde cero llevará más de cinco horas (5 V y 0.44 A), por lo que es una carga bastante lenta.
Programa de configuración
Logitech G pone a disposición de sus clientes el programa de configuración Hub para configurar todos sus dispositivos. Es una aplicación bastante completa, con un diseño sencillo, con fondo negro y letras azul y blanco, y es más que suficiente para sacarle el máximo provecho a este Pro X 60.
En las opciones generales del propio teclado se muestra el nivel de carga de la batería que incluye, con el consumo del sistema y de la iluminación, y la estimación de autonomía que le queda al teclado. Se puede modificar el tiempo de inactividad del teclado, o se pueden gestionar los tres perfiles integrados en el teclado, entre otros.
El teclado se puede configurar por Bluetooth o por el receptor USB además de por cable, pero algunas cosas de la configuración no están disponibles por Bluetooth. Por ejemplo, no se puede modificar algunos ajustes de iluminación. Las opciones que hay de personalización del RGB del teclado son máximas, lo cual incluye por ejemplo la velocidad, brillo o saturación de los efectos predefinidos, por lo que no hay pegas que ponerle por ese lado a Hub.
El siguiente apartado de la configuración es el de las teclas en sí, que es muy completo e incluye hasta una zona desde donde descargar preconfiguraciones de teclado hechas por otros usuarios. Lo primero que he reconfigurado ha sido los cursores, moviéndolos a las WASD combinándolas con la tecla FN. Esto resulta mucho más práctico que en su posición por defecto cuando usas el teclado para algo más que jugar, aunque aun así me ha costado acostumbrarse a ello y a pulsar más teclas aún para seleccionar palabras o líneas enteras. Este cambio me ha permitido mejorar sustancialmente la usabilidad en el trabajo.
Eso sí, habría estado mejor si Logitech hubiera cambiado de posición las teclas de alt derecho y FN, porque esta última no es reconfigurable. Con ese cambio, las teclas de mayúsculas derecho, alt, menú y control se podrían remapear como los cursores, porque al final son teclas de poco uso (salvo el alt grande) y permitirían tener las teclas de cursores sin tenerlas. Ese es el único punto gris que le he visto a este teclado en cuanto a la disposición de las teclas.
La última pestaña es para configurar el modo juego que se activa con el interruptor lateral. Por defecto se desactiva la tecla de Windows, pero se pueden desactivar más si así se quiere. En general el programa es bastante completo, aunque la parte de reasignación de teclas lleva un rato hacerse a cómo funciona. Una vez que se dedica ese rato a explorar el programa de configuración, que puede ser incluso más de una hora, permitirá exprimir al máximo este teclado que por lo demás es de primera línea.
Como apunte adicional, he usado el teclado mayormente en macOS y funciona perfectamente, tanto el teclado como Hub. Lo único que hay que hacer es cambiar la posición de las teclas comando y opción en los ajustes del sistema operativo para este teclado, y funcionará sin problemas. Al final macOS es una base de usuarios pequeña pero creciente, y siempre es de agradecer que Logitech preste atención a esta parte del mercado de los periféricos.
Pequeño formato, grandes prestaciones
El mercado de los teclados compactos está pivotando hacia los modelos de 75 % porque son polivalentes. Eso hace que, cada vez más, modelos de 60 % como este Pro X 60 de Logitech G sean más para los que se pasan horas y horas jugando, como los jugones profesionales. Es una diferenciación necesaria porque la falta de cursores hace que sea un tipo de teclado difícil de usar en el día a día. Y la carencia de las teclas de función puede ser una molestia a la que hay que acostumbrarse en otros juegos.
En la semana larga en que lo he estado usando para trabajar no he conseguido acostumbrarme del todo a la falta de los cursores, incluso tras reasignarlos a FN más WASD. Pero lo he intentado con aínco y se me ha hecho tolerable, con cierta tendencia subconsciente a ir a pulsar los inexistentes cursores.
Lo compensa el hecho de que la sensación de tecleo de estos interruptores GX ópticos táctiles es estupenda, con esa ligera retención en la pulsación que me gusta para escribir, aunque ahora esté usando más teclados con interruptores lineales. La calidad de estos interruptores de Logitech G es estupenda, tanto para escribir como para jugar.
En el terreno de los juegos es un teclado al que no se le pueden poner pegas. Funciona perfectamente, y tiene un interruptor para cambiar al modo juego bloqueando el uso de ciertos atajos o teclas que pueden causar estragos en mitad de una partida. No es la primera vez que se ve un interruptor de este tipo en un teclado para jugones, y quizás habría que verlo más veces en los modelos tan específicos para jugar como son los de 60 %.
En definitiva, el Pro X 60 tiene un tamaño muy compacto, de construcción muy sólida, con un funcionamiento inalámbrico perfecto, interruptores de primera línea e intercambiables, y se incluye una estupenda caja de transporte para que vaya bien protegido entre torneo y torneo. Al final es un producto que va dirigido a cierto tipo de jugón, y para ellos no va a haber teclado mejor en el mercado.
Puntuación
9.5
sobre 10