Cuando Apple es la única tecnológica que no ha añadido «IA» a sus productos puede que haya hecho mejor sus estudios de mercado que su competencia. Toda su competencia está corriendo a añadir «IA» al nombre de todos sus productos, pero un estudio de la Universidad Estatal de Washington afirma que hacer eso hace que los compradores sean más reticentes a realizar la compra.
El estudio publicado en la Revista de 'marketing' y gestión hotelera entrevistó a mil adultos haciéndoles preguntas sobre distintos tipos de productos, la mitad con «IA» en su nombre y la otra mitad sin ello. Del estudio se desprende que los productos que incluyen «IA» son menos proclives a ser comprados que aquellos que no lo contienen. El estudio exponía a ambas cohortes a los mismos productos pero con el simple cambio en el nombre.
El estudio también indica que los productos más sensibles para la seguridad del usuario o que represente un riesgo mayor de perder dinero, como los productos financieros, televisores muy caros o dispositivos médicos, es mucho menos probable que sean comprados. El estudio afirma que son compras de alto riesgo y que por tanto el añadido «IA» no les beneficia nada. Incluso en las compras de bajo riesgo no gusta el añadido de «IA», aunque la diferencia es menor.
Según el director del estudio, Mesut Cicek, «al mencionar 'IA' la confianza del consumidor se ve reducida, lo cual reduce a su vez la intención de compra. La confianza emocional juega un papel crítico en cómo los consumidores ven todos los productos potenciados por inteligencia artificial». Así que hay cada vez más evidencias de que, al menos por el momento, las compañías se están excediendo a la hora de meter «inteligencia artificial» por todas partes, cuando no es ni siquiera algo novedoso.