Las compañías están recuperando algunos modelos de periféricos que funcionan a pilas ante ciertas fluctuaciones de los precios y disponibilidad de las baterías para pequeña electrónica. Esto les permite ofrecer productos algo menos prácticos pero claramente más baratos como es el caso del M55 Wireless de Corsair de este análisis. Tiene un PVPR de 55 euros con unas buenas características generales, pero además se puede conectar tanto por Bluetooth como por receptor USB.

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Desembalado

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El M55 Wireless de Corsair se presenta en una caja especialmente pequeña en la que se destaca el formato compacto de diseño simétrico del ratón. Lo cual es curioso porque las compañías venían publicitando estos diseños como «ambidiestros», lo cual es un término que siempre me he negado a usar, empleando en su lugar «simétrico». Las personas somos ambidiestras porque tenemos manos, los diseños de ratones no pueden ser ambidiestros porque no tienen manos.

Dejando las cuestiones lingüísticas a un lado, por la parte posterior abunda en los detalles del ratón como el sensor de 24 000 PPP o el receptor USB que usa para la conexión, dejando el logo de Bluetooth a una zona discreta. Esta caja se abre por el lateral, de la que se extrae una estructura de cartón reciclado en la que está el QR del manual del ratón para verlo vía web.

El ratón viene protegido en una bolsa porque es el típico ratón de pequeño formato que te llevas a cualquier parte dentro de la mochila, y así está más protegido, lo cual es un añadido muy barato pero bastante práctico. Junto al ratón se proporciona un manual de garantía y otro de conformación legal, y en la estructura de cartón está el receptor USB de tipo Slipstream de Corsair.

Se trata de un ratón más pequeño de lo habitual, por lo que no se ajusta a lo que busco en un ratón porque no he podido usarlo con el agarre con palma. Sin embargo, alguien con la mano más pequeña sí podría usarlo con ese agarre, aunque en general su diseño simétrico favorece más bien los agarres garra y yemas porque es un ratón de perfil más bajo. Es el agarre con yemas el que he usado con el ratón, y me he acostubrado rápido aunque tenga la inercia de intentar abarcarlo enteramente con la palma.

El ratón está hecho en plástico negro de buen tacto, con cierta rugosidad que le sienta muy bien. En el reposapalma está el logo de Corsair en gris, y en la parte inferior del botón principal izquierdo está el nombre del ratón, que es algo que Corsair suele inscribir en sus productos. Los laterales incluyen el patrón de triángulos que usa la compañía habitualmente con un acabado en brillo que queda bastante bien.

En la parte inferior destacan dos amplias almohadillas de teflón más una adicional más pequeña en torno al sensor. Se puede ver también el hueco para guardar el receptor USB y un botón que sirve para todo: encenderlo, cambiar a Bluetooth o receptor USB, y para reemparejar el ratón por Bluetooth. En la parte superior hay un led de notificaciones que indicará en verde si está conectador por el receptor o azul si está conectado por Bluetooth.

En la parte superior hay un botón adicional que por defecto sirve para cambiar la sensibilidad del ratón entre seis posiciones predefinidas. La ruedecilla tiene una buena precisión pero hace un sonido algo más alto de lo habitual y no da la mejor sensación de giro mientras se usa. No es mala por el precio del producto de 55 euros, pero sería mejorable a futuro.

En el lateral izquiero hay dos botones con acabado en brillo con un clic agradable y no demasiado alto. Los interruptores principales son mecánicos, con un clic similar a los laterales, pero con un clic más suave. Corsair ha cubierto bien los aspectos fundametales con este ratón orientado a la parte baja de la gama media, aunque cuando baje de precio se difuminen aún más las líneas que le separa de la gama media de la baja. Lo que sí lo diferencia es la inclusión de Bluetooth y un receptor USB que funciona a 2000 Hz, lo cual no quiere decir que el ratón funcione a ese muestreo.

Características

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Este ratón incluye un sensor PAW 3311 de PixArt que es uno bastante comedido que habitualmente tiene 12 000 PPP pero que está configurado a 24 000 PPP para este ratón. Es un sensor bastante común en ratones sobre los treinta o cuarenta euros, pero es un modelo sensor que cubre de sobre las necesidades de la mayoría de jugones. Tiene una velocidad de 300 IPS (pulgadas por segundo) y una aceleración sobre los 35 G.

El tamaño del ratón es de 118 mm × 62 mm × 38 mm. Se puede usar con agarre de yemas o garra independientemente del tamaño de la mano, pero las más pequeñas podrían usarlo con la palma, lo que puede ser un buen producto para ese tipo de manos. El peso del ratón es de 59 g, pero hay que añadirle el peso de la pila, unos 10-20 g más dependiendo del modelo, por lo que se quedará entre los 69-79 g. Se nota ligero, pero no tanto como otros de su tamaño de los que se han lanzado últimamente al mercado.

M55 Wireless de Corsair
Dimensiones118 mm × 62 mm × 38 mm
Peso59 g (sin pila)
ConexiónBluetooth, receptor USB
Manoderecha
Agarres preferentesgarra, yemas
SensorPAW 3311 de PixArt
Sensibilidad12 000 PPP nativos, 24 000 PPP por software
Velocidad300 IPS
Aceleración35 G
Muestreo1000 Hz, 2000 Hz por receptor USB
Botones adicionalesdos en el lateral izquierdo, uno en la parte superior
Memoria internaun perfil
Autonomía400 h por Bluetooth, 185 h por receptor USB
Extrasninguno
PVPR54.99 euros (agosto 2024)

En cuanto a la autonomía, cumple más que de sobra. Por Bluetooth con una pila AA puede durar más de un mes usándolo diez horas al día, o la mitad por el receptor USB. Corsair habla de 400 h por Bluetooth y 185 h por el receptor. Tras una semana de uso por Bluetooth, el indicador de la autonomía se ha movido al 93 % porque lo he usado menos de lo habitual, quizás cinco o seis horas al día, unas 40 h en total, por lo que debería de cumplir de sobra, aunque no evita que se deba prestar atención al nivel de la pila.

Progama de configuración

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La configuración se hace por iCUE, el programa de configuración centralizada de todos los dispositivos de la compañía. Tiene la ventaja de estar disponible tanto para Windows como para macOS, y es en este último sistema operativo el que suelo usar en mi día a día, así que siempre es algo muy positivo. No están disponibles las opciones de visión de información que sí están en Windows entre otros pequeños detalles, pero la gestión de los periféricos funciona a la perfección.

Corsair ha rediseñado un poco la pantalla de configuración de los dispositivos para que sea más claro el cambio entre los perfiles por iCUE y los de la memoria interna del producto. Ahora es un interruptor, que tras activarlo se pasa a configurar el perfil o perfiles de la memoria interna. En este caso el ratón solo tiene espacio para un perfil, por lo que es el que se gestiona. Al terminar la configuración hay que darle al botón de 'guardar'. Se hace además más claro que se está usando el perfil de la memoria interna porque aparecerá por todas partes una especie de tarjeta micro-SD que da a entender que es la memoria interna del ratón

Las opciones de configuración no son excesivas, pero son las suficientes. Se pueden configurar los botones del ratón con atajos y macros, y se puede cambiar la sensibilidad del ratón pudiéndose crear cinco niveles distintos entre los que cambiar, además de uno de francotirador que lo reduce al momento a 200 PPP para un disparo de precisión. La configuración del receptor USB se limita al sondeo o muestreo del puerto USB o a iniciar el emparejamiento con algún otro producto de la compañía.

Una pantalla de opciones permite consultar el estado de la batería, cambiar el tiempo de espera, el modo de ahorro de energía o el ángulo de ajuste del sensor, entre otros. Esto debería de estar integrado en la pantalla principal de ajustes y no en esta pantalla, pero bueno, tampoco es un problema.

Buen equilibrio de características y precio

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Corsair apunta a la parte media-baja del sector de los ratones para jugones con el M55 Wireless, pero me resulta uno de los modelos más equilibrados en cuanto a precio y prestaciones de los que han llegado en el último año tras todas las subidas que ha experimentado la electrónica de consumo. Con su PVPR de 55 euros ofrece conectividad Bluetooth y por receptor USB, pero a cambio no tiene batería sino que usa una pila. Esos tiempos parecían pasados, pero el coste de materias primas como el litio están trayéndolos de vuelta.

Eso hace que se pueda echar de menos su uso cableado, pero es otro recorte necesario para contener el PVPR, porque su PVP luego bajará con el paso del tiempo, en mayor o menor medida con ofertas o sin ellas, para ajustarse a la cambiante realidad del mercado. Y otro cambio que introduce es el diseño para convertirlo en un ratón que se puede llevar fácilmente a cualquier parte, por lo que la bolsa para protegerlo es un buen añadido. Pero el formato más pequeño hace que no encaje con el tipo de ratón que buco para el día a día, porque no se puede usar con palma cuando tienes manos grandes, siendo por tanto bueno para agarres con yemas y garra.

El sensor ciertamente no es el más puntero del mercado pero siempre digo que no se necesitan los mejores en un ratón. Hay poca gente que vaya a notar la diferencia de precisión entre usar un ratón de 12 000 PPP como este y otro de 36 000 PPP, pero lo que sí aumenta notablemente es el precio. En el M55 Wireless no he notado ningún problema de precisión mientras he jugado, por lo que es un buen sensor para el ratón y su posicionamiento en el mercado.

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Puntuación

8.5

sobre 10

Lo mejor

  • Inalámbrico Bluetooth/receptor con precio comedido.
  • Sensor preciso para la inmensa mayoría de usuario.
  • Altísima autonomía.

Lo peor

  • No se puede usar por cable.
  • Funciona con una pila AA.