Desde la pasada generación de consolas, en la que una mala mercadotecnia y ciertas decisiones extrañas llevó a que se hundieran las ventas de las Xbox, Microsoft no encuentra el rumbo adecuado para perpetuarse en el sector de las consolas. La reciente decisión de llevar algunos juegos a PlayStation y Switch ha hecho que incluso en la compañía cunda el pesimismo sobre el futuro de Xbox. Se ha comprobado en la GDC que se celebró la semana pasada, y de la que ha dado de lo que hablar entre los asistentes.

El propio jefe de Xbox, Phil Spencer, habló sobre el «mal estado» general del sector de las consolas. Por no decir que afecta principalmente a Xbox, y que es lo que está arrastrando de media a la industria, pero eso no significa que Sony o Nintendo estén tan mal como Microsoft. Lo cual ha llevado a analistas a hablar sobre el estancamiento o caída de las ventas de Xbox en Europa, y a la tendencia general del sector de tener las existencias justas de las Xbox, o pedirlas bajo demanda.

Por eso se ve que Microsoft tiene un futuro incierto como fabricante de consolas, y que la compañía intente hacer dinero con la base de usuarios de la Switch y la PlayStation no son buenas noticias. Se ve como un paso de Microsoft para abandonar progresivamente su propia consola. Sin embargo, Spencer ha dicho en la GDC que la estrategia de Microsoft llega como respuesta al aumento continuo de costes y al estancamiento de la industria consolera. Tendría que haber dicho más bien a que el estancamiento es por la caída de ventas de las Xbox, que es lo que está arrastrando al sector.

Spencer sigue hablando de los juegos lanzados para Xbox como si fueran exclusivos, y bien sabe que desde hace años no hay juegos exclusivos de Xbox porque salen también en PC. El problema de Microsoft es que un PC y una PlayStation 5 son mejor combinación que un PC y una Xbox, aunque la buena de verdad es un PC y la Switch, ya que Sony también está lanzando ciertos juegos en PC desde hace unos años.

La preocupación de los desarrolladores al final es el tiempo invertido en la versión para las Xbox Series X|S, porque necesitan distinta adaptación y complica el desarrollo con un aumento de costes. Si incluso la propia Microsoft va a empezar a alejarse de su propia plataforma y tiene la mirada puesta en el juego en la nube, las dudas sobre la utilidad de lanzar un juego en una plataforma de futuro incierto puede determinar que los futuros AAA lleguen a PlayStation y PC y no a Xbox. Pero por ese futuro también pasan los planes de Microsoft de crear una consola portátil Xbox que sí que aportaría más valor que un modelo de salón. Es un futuro incierto el que se ha abierto para la Xbox.

Vía: TechSpot.