Intel pone el 5 de octubre a la venta los primeros procesadores Coffee Lake, pero ya está habiendo rumores sobre un posible desabastecimiento que afectará a todos aquellos que se quieran montar un equipo nuevo. Según la web sueca SweClockers, teorizan que el avance de la puesta a la venta de los procesadores Coffee Lake supuestamente de principios de 2018 al T4 de 2017 afectará a su disponibilidad.
Quedaría respaldado por una charla que han tenido con los distribuidores suecos, e indican que la disponibilidad de los Coffee Lake el día de lanzamiento será baja. Que es lo que ha ocurrido siempre cuando llegan nuevos procesadores de Intel al mercado. Indican que los distribuidores suecos no han recibido los procesadores desbloqueados, sino los bloqueados (i7-8700, i5-8400 e i3-8100). Intel no suele poner a la venta una nueva generación en la que vaya a haber problemas de inventario, y en este caso está respaldado por la presentación de una marea de placas base por parte de sus socios.
Si se revisan los precios del Core i7-7700K desde que se pusiera a la venta en enero, tardó en torno a dos meses y medio en alcanzar un punto de equilibrio entre la oferta y demanda, y que el procesador se quedara en unos 350 euros —su PVPR—. Los mismo con el i7-7700, y además ambos han bajado notablemente a lo largo de septiembre hasta ponerse en los 269 y 299 euros. Tampoco sería muy extraño que bajaran más en próximas semanas para encontrar su propio nicho de mercado de aquellos que quieran actualizar un Skylake tipo i3 o i5 a un más potente i7 de generación Kaby Lake.
Lo indicado por SweClockers es en general lo habitual que ocurre en las primeras semanas y meses de estar a la venta nuevos procesadores —incluso ocurrió con los Ryzen de AMD— por lo que no es una información que en realidad aporte información que no se pueda presuponer de antemano. Eso sí, los procesadores Ryzen también continúan su bajada, y modelos como el Ryzen 7 1700 están a un precio de 270 euros por sus dieciséis núcleos lógicos.
Vía: TechPowerUp.