Esta semana muchas de las compañías tecnológicas han presentado sus resultados correspondientes al primer trimestre de 2018, y todas han dado datos positivos. En el caso de AMD, han sido muy positivos, sobre todo empujada por el boom de la criptominería durante el trimestre —ahora algo enfriado, pero nunca se sabe cuándo puede repuntar—, y un buen resultado de sus procesadores Ryzen. Eso ha llevado a anunciar un aumento del 40 % de sus ingresos, y situándola en una posición económica más estable que hace un año.

AMD ha indicado que ya tiene una Radeon Instinct en sus laboratorios con una unidad gráfica fabricada por GlobalFoundries a 7 nm. También estará en posición de enviar muestras de un EPYC a 7 nm en unos meses para su puesta a la venta este mismo año, aunque los Ryzen 3000 no llegarán hasta 2019. Pero otra fundición de chips también tiene su proceso de 7 nm avanzado, y es TSMC, la cual ya ha empezado la producción en masa de chips a este nivel de integración —se especula que para el A12 de Apple de los próximos iPhone—. Mientras tanto, Intel está algo rezagada indicando que retrasa la mayor parte de la producción utilizando su proceso de 10 nm a 2019 alegando problemas en el rendimiento de producción de las obleas.

Nintendo ya ha vendido casi 18 millones de unidades de la Switch, aunque tiene que hacer frente a un problema de seguridad grave. Un fallo en la memoria de solo lectura (ROM) de arranque de la Switch, y por tanto irresoluble —solo se pueden regrabar esos chips en fábrica— abre las puertas a la creación de gestores de arranque para juegos pirateados.

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