Los planes que tiene NVIDIA relacionados con los vehículos autónomos son ambiciosos, pero para ello se precisa de procesadores que estén a la altura de las necesidades de procesamiento de todos los sensores que debe incluir uno de estos coches. La serie DRIVE de la compañía es donde se engloban los procesadores que está creando, y el nuevo, Atlan, promete dar la potencia de un servidor de un centro de datos a un vehículo autónomo. Eso sí, no lo dará hasta al menos 2025 que sería cuando entraría en producción.
Este procesador incluye una parte de unidad central de procesamiento (CPU) de tipo «Nuevo Grace», el sucesor del recién presentado procesador Grace, mientras que la unidad de procesamiento gráfico (GPU) sería de tipo «Nuevo Ampère». También incluirá una unidad de procesamiento de datos (DPU) de tipo BlueField que está básicamente orientado al movimiento de datos basado en la propiedad de Mellanox obtenida con su compra. Es un sistema de infraestructura definido por software.
Con estas piezas el puzle tendrá la capacidad de procesar 1000 billones de operaciones por segundo (TOPS). Según NVIDIA tiene una potencia que va de 4 a 33 veces la de otras soluciones de la propia compañía como Xavier y Orin, los cuales llegan a 30 TOPS y 254 TOPS respectivamente.