AMD cuenta con los mejores procesadores en el terreno del rendimiento por vatio, haciéndolos ideales para jugar, y para aquellos que quieren trabajar con un consumo bastante inferior que los procesadores de Intel, los cuales tienen la mayor potencia máxima. Al menos si se habla de los generalistas Ryzen, porque los últimos Threadripper 7000 para estaciones de trabajo dan sopas con honda a los Core y Xeon. Pero en parte lo consigue llevando a los procesadores a altas temperaturas, lo cual exige mejores refrigeraciones, o reducir un poco las frecuencias para verla desplomar sin demasiada pérdida de rendimiento.
Preguntado por esto, David McAfee, vicepresidente de AMD, ha dicho que saben que esto puede ser un problema y que están trabajando con TSMC para ver cómo pueden mejorar la temperatura operativa frente al consumo de sus procesadores que utilizan el diseño de chíplets. Pero no va a ser algo que resuelvan pronto, porque espera que al usar los procesos litográficos más avanzados de TSMC este problema de las temperaturas-consumo empeore antes de mejorar.
El problema reside en que los chíplets de núcleos de los Ryzen, Threadripper y EPYC están altamente compactados y son precisamente la parte de un chip que más se recalienta. Al no tener más silicio alrededor a usar como dispersor del calor, la temperatura solo se puede reducir con la refrigeración que se ponga encima del chíplet, en lo cual incluye el material de transferencia térmica y la propia tapa del encapsulado.