Desde hace cuatro años llevan existiendo los procesadores de PC con una unidad de procesamiento neuronal (NPU), pero como se limitaba a los serie M de Apple no tenía importancia. Ahora que Intel y AMD están incluyendo una NPU en sus procesadores resulta que es la superrevolución, pero lo dicen para ver si venden unos pocos más procesadores. La NPU es algo totalmente transparente al usuario, lleva años y años en los procesadores de los teléfonos, y si algo no se ejecutara en la NPU se haría en la CPU o la GPU. Lo que pasa es que la NPU es supereficiente y de muy bajo consumo, por lo que tiene lógica. Ahora AMD ha anunciado la serie Ryzen AI 300, cuyo nombre y publicidad abunda en su NPU porque «IA» está de moda.
Son los procesadores Strix, y por ahora ha anunciado dos modelos distintos. Ryzen AI 9 365 de cuatro núcleos Zen 5 y seis Zen 5c, funcionando a entre 2 GHz y 5 GHz, con 24 MB de caché de nivel 3, una Radeon 880M de 12 unidades de cómputo (768 sombreadores) y una XDNA2 de 50 TOPS. Su TDP se podrá configurar entre los 15 W y 54 W, aunque lo estándar será 28 W. El Ryzen AI 9 HX 370 es igual pero con un par de núcleos Zen 5c adicionales, 100 MHz más de turbo y una Radeon 890M de dieciséis unidades de cómputo (1024 sombreadores) a 2.9 GHz.
La arquitectura de los Zen 5 y Zen 5c es la misma, pero los Zen 5c están compactados para ahorrar espacio. Debido a ello, tienen frecuencias de funcionamiento menores para no concentrar más calor del debido, por lo que al final aportan menos rendimiento sostenido que los Zen 5. AMD no ha desglosado las frecuencias de los núcleos Zen 5c. Usan memoria DDR5-5600 o LPDD5-7500. Tienen acceso a dos USB 4, dos USB 3.1 y cuatro USB 2.0, así como catorce canales PCIe 4.0. Estos chips están fabricados a 4 nm por TSMC.
Sobre la NPU, es de tipo XDNA2 de la cual dice la compañía que, además de ser la más potente ahora mismo con 50 TOPS, puede ejecutar operaciones de enteros de 8 bits (INT8) y de coma flotante de 16 bits (FP16). Pero además ha introducido algo llamado FP16 en bloque, y no lo llama BFP16 porque eso ya está cogido. Este cálculos hace que todos los números con los que opera compartan un exponente de 8 bit, ganando precisión sin perder velocidad de computación, lo cual elimina la cuantización —reducción artificial de la precisión entre la red entrenada y la red ejecutada—.
La unidad gráfica recibe un empujón de rendimiento. A nivel de arquitectura, pasa a ser RDNA 3.5, que es una ligera mejora. A nivel de configuración, la Radeon 890M tiene un 33 % más de sombreadores, pasando a tener 1024 funcionando hasta a 2.9 GHz, por lo que la mejora de rendimiento va a ir entre el 30-40 % frente a la Radeon 780M según el juego. Frente al Core Ultra 185H y su Arc Xe 8, AMD habla de una mejora de hasta el 47 % en un título exigente como es Cyberpunk 2077.
Vía: AnandTech.
