AMD ha estado intentando apagar el incendio que ha provocado que el nuevo Ryzen 7 9700X cueste bastante más que el Ryzen 7 7800X3D y sea claramente peor en juegos. Es el mercado en el que destacan los Ryzen 7000 y 9000, porque en potencia multinúcleo bruta los de Intel ofrecen más por menos. Así que uno de los problemas procede de cambios que Microsoft mete con ayuda de AMD e Intel a la próxima actualización 24H2 de Windows 11, y que AMD ha indicado que ya está disponible para la 23H2.
Se trata de una actualización opcional KB5041587 por lo que hay que ir direcatmente a las opciones avanzadas de Windows Update para instalarla. AMD ha indicado que la mejora de rendimiento en juegos será prácticamente igual en ambas versiones de Windows 11, y que proporcionará mejoras a partir de la arquitectura Zen 3 por lo que procesadores más antiguos también se beneficiarán. Y como se ha visto, esto significa que el 7800X3D sigue siendo mejor y bastante más barato que el 9700X.
La mejora se centra en optimizaciones que ha introducido Microsoft al predictor de saltos que incluyen los procesadores de estas y otras compañías. El predictor de saltos es una técnica que permite al procesador predecir qué información se puede necesitar en el futuro cercano para solicitarla e ir realizando cálculos para cuando se necesiten. Un fallo en el predictor de saltos —y ahí se refiere a los saltos condicionales dentro de un código— puede penalizar el rendimiento, por lo que me imagino que lo que habrán mejorado es la forma en que Windows toma esas decisiones. El predictor de saltos va mejorando en función del comportamiento de un programa en los saltos anteriores, así que siempre hay margen para predecir mejor.
Vía: Tom's Hardware.