AMD tuvo un periodo bastante malo a principios de los 2010, pero con la llegada de la arquitectura Zen y los Ryzen en 2017 consiguió volver al primer plano. Sobre todo porque consiguió generalizar los procesadores de ocho núcleos en el sector consumo. Eso puso de manifiesto que Intel se había dormido en los laureles, y ocho años después el ascenso de AMD sigue imparable. Según los datos de la agencia Mercury, AMD ya tiene en torno al 25 % de la cuota de ventas tanto de procesadores para PC como para centros de datos.
Es el motivo por el que AMD está intentando obtener toda la producción de TSMC, porque no vende más procesadores porque no produce más. En el terreno de los centros de datos su ascenso continúa, y durante el T4 2024 consiguió un 25.1 % de la cuota de ventas, acaparando además un 35.5 % de los ingresos. En el terreno de los PC, en sobremesas subió interanualmente 12.1 puntos, debido mayormente al traspiés de los Core Ultra 200. En esta parte del sector PC tendría el 27.3 % de los ingresos.
Donde sigue aumentando ventas es en el sector de los procesadores para portátiles, que a la postre se están usando también mucho en los sobremesas, y no tengo claro dónde estarán incluidos. Sea como sea, la tónica es la misma: 23.7 % de cuota de ventas y un 21.6 % de los ingresos, con una subida interanual de 6.5 puntos porcentuales. Los Ryzen se están viendo más en portátiles, lo cual son buenas noticias porque tienen algunas ventajas frente a los de Intel, a la espera de ver lo que aportan los Core Ultra 200H y 200HX.
